En una semana tanto Ghost como yo acabaremos el curso, con lo cual podremos subir posts más a menudo. Al encontrarnos ya en el último trimestre, carecemos de tiempo suficiente como para imaginar y escribir historias, por ello, nuestro Blog, se ha visto afectado.
Sólo decir que gracias por esperar a nuestras publicaciones.
Un saludo a todos nuestros ciberlectores.
Samy
Mi pequeño lugar seguro en donde dejo volar mi imaginación con diferentes historias y en el que escribo lo que siento.
sábado, 17 de mayo de 2014
jueves, 1 de mayo de 2014
Visiones de futuro
Respiración agitada. Pulso elevado. Cara pálida. Mirada perdida. Sangre derramada por todo el suelo. Muerte. Nada de vida en el entorno. Salvo, tal vez, aquella bestia del averno. Labios teñidos de rojo. Dientes blancos, brillantes y afilados.
Una mano se arrastra, dejando tras de sí huellas pintadas de sangre.
Risa diabólica, que rompe con el silencio del lugar. Ya nada importaba, su única intención era salir de allí.
A su espalda, una puerta cerrada desde fuera. En frente, otra abierta, por la cual se acercaban extraños armados.
Cierra los ojos, poniéndose en pie de una forma lenta y siniestra, Un gruñido empieza a nacer en su garganta, finalmente, suena en la habitación, haciendo que los extraños se frenen, vacilantes.
La bestia aprovecha eso para escapar por delante de ellos, no tenía intención de causar más muertes. El ruido de los disparos no tardaron en llegar. Los esquiva sin demasiada dificultad, aunque más de una bala pasa rozándolo, rara es la que le hace daño.
Gira hacia la derecha, allí, al fondo, había una cristalera. La atraviesa. Algunos de los cristales rotos se le clavan. La sangre empieza a emerger de sus heridas abiertas, El sol le daña la vista. Demasiado fuerte para un vampiro.
Busca algún lugar en donde poder refugiarse, tanto de los extraños armados como del sol. Lo encuentra. Un edificio apartado. Corre hacia él. Estira el brazo para alcanzar el pomo. No lo alcanza.
Cae... Lo último que siente es dolor, un dolor que le atraviesa el pecho. Detrás suenan gritos de júbilo. La puerta, como el suelo, bañados de sangre. La bestia del averno había caído...
Un grito, esta vez de terror, Un chico salta asustado de la cama. Su mirada refleja el terror de haber sufrido una terrible pesadilla. Busca la ventana, la abre, por ella entra el sol, le hace daño en la vista, algo normal de alguien que se acaba de despertar.
Se dirige al baño, se moja la cara y la nuca, respira hondo.
-Solo era un sueño. Una maldita pesadilla. Relájate Marc. No hay nada de lo que debas temer...- Se dice a sí mismo, intentando relajarse.
Sobre la almohada que antes había ocupado la cabeza del chico, dos gotas de sangre, que correspondían a dos marcas en su cuello. Picaduras que él no sabrá que tiene hasta que sea inevitable,
Lo que él no sabe, es que acaba de presenciar una visión de futuro y que, desde ese día, se ha convertido en aprendiz de vampiro.
Una figura de una adolescente se aprecia por la ventana. Mira directamente a la habitación de Marc. Había llegado la hora de conocer al chico al que acababa de convertir en su aprendiz. Era necesario entrenarlo para que esa visión no se cumpliera y sobrevivir en un mundo lleno de asesinos...
Una mano se arrastra, dejando tras de sí huellas pintadas de sangre.
Risa diabólica, que rompe con el silencio del lugar. Ya nada importaba, su única intención era salir de allí.
A su espalda, una puerta cerrada desde fuera. En frente, otra abierta, por la cual se acercaban extraños armados.
Cierra los ojos, poniéndose en pie de una forma lenta y siniestra, Un gruñido empieza a nacer en su garganta, finalmente, suena en la habitación, haciendo que los extraños se frenen, vacilantes.
La bestia aprovecha eso para escapar por delante de ellos, no tenía intención de causar más muertes. El ruido de los disparos no tardaron en llegar. Los esquiva sin demasiada dificultad, aunque más de una bala pasa rozándolo, rara es la que le hace daño.
Gira hacia la derecha, allí, al fondo, había una cristalera. La atraviesa. Algunos de los cristales rotos se le clavan. La sangre empieza a emerger de sus heridas abiertas, El sol le daña la vista. Demasiado fuerte para un vampiro.
Busca algún lugar en donde poder refugiarse, tanto de los extraños armados como del sol. Lo encuentra. Un edificio apartado. Corre hacia él. Estira el brazo para alcanzar el pomo. No lo alcanza.
Cae... Lo último que siente es dolor, un dolor que le atraviesa el pecho. Detrás suenan gritos de júbilo. La puerta, como el suelo, bañados de sangre. La bestia del averno había caído...
Un grito, esta vez de terror, Un chico salta asustado de la cama. Su mirada refleja el terror de haber sufrido una terrible pesadilla. Busca la ventana, la abre, por ella entra el sol, le hace daño en la vista, algo normal de alguien que se acaba de despertar.
Se dirige al baño, se moja la cara y la nuca, respira hondo.
-Solo era un sueño. Una maldita pesadilla. Relájate Marc. No hay nada de lo que debas temer...- Se dice a sí mismo, intentando relajarse.
Sobre la almohada que antes había ocupado la cabeza del chico, dos gotas de sangre, que correspondían a dos marcas en su cuello. Picaduras que él no sabrá que tiene hasta que sea inevitable,
Lo que él no sabe, es que acaba de presenciar una visión de futuro y que, desde ese día, se ha convertido en aprendiz de vampiro.
Una figura de una adolescente se aprecia por la ventana. Mira directamente a la habitación de Marc. Había llegado la hora de conocer al chico al que acababa de convertir en su aprendiz. Era necesario entrenarlo para que esa visión no se cumpliera y sobrevivir en un mundo lleno de asesinos...
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