Así que mis tíos no habían adoptado a nadie... Me dio un mareo. No estaba comprendiendo nada.
Al menos no tenía clase. Mi madre me pregunto si al día siguiente iría, y le dije que si. Aunque pasaran tantos años de acabar secundaria aun me acordaba de todo.
Al día siguiente me desperté como era de costumbre. La marca en el pecho casi había desaparecido. Pero tenía que ir a clase. Recogí las cosas y caminé hacia la parada. Allí estaban mis amigas de cuando era pequeña.
-Vamos Mona, que llegas tarde- dijo Jane- O no quieres sentarte con EL-CHICO-NUEVO?!?!?
-El chico nuevo? Venga Jane, déjate de tonterías, quien iba a cambiarse de instituto a mediados de curso?
-Que si Mona, hay un chico nuevo. Está unas tres paradas más adelante-dijo Amanda- Mira, por allí llega el bus.
Así que un chico nuevo. Mis compañeras ya tenían algo de lo que hablarme durante el almuerzo. Al llegar a la supuesta parada donde subía el nuevo me dio un escalofrió. Algo raro pasaba. No sabía muy bien que era, pero algo no coincidía. Amanda me dio un codazo y me dijo que mirase a las escaleras. Estaba subiendo el chico nuevo. De pronto el autobús se quedo en silencio
No me lo podía creer... allí estaba, era real.
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