¡Hola a todos!
Sí, ya sé que llevo mucho sin escribir, pero, como ya había explicado con anterioridad, por motivos escolares apenas tengo tiempo para poder escribir y, si tengo tiempo, estoy tan agotada que no se me ocurre nada que valga la pena publicar,
Como también había explicado antes, tengo pensado seguir escribiendo siempre que pueda y, como no, mis publicaciones serán otra vez más numerosas cuando tenga las deseadas y esperadísimas vacaciones de navidad.
Así que, en menos de un mes volveré a escribir con regularidad.
Un saludo a todos,
Samy Night.
Mi pequeño lugar seguro en donde dejo volar mi imaginación con diferentes historias y en el que escribo lo que siento.
martes, 25 de noviembre de 2014
jueves, 6 de noviembre de 2014
Ataque de ansiedad
El tiempo pasa. los sentimientos cambian. Dolor por indiferencia. Indiferencia por una fingida alegría.
Una sonrisa se empieza a dibujar en el rostro. Una sonrisa que no refleja sentimiento alguno. Una risa que intenta camuflar el sonido del llanto.
Demasiado ruido. Empieza a ser molesto. Se tapa los oídos con las manos, pero aún así, el espantoso sonido traspasa su piel hasta penetrar dentro de su cabeza. Quiere silencio, pero no lo encuentra.
La cabeza le empieza a estallar. Le cuesta más respirar. Agobio, tensión y ansiedad. Su respiración empieza a ser entrecortada.
Quiere gritar. Escapar de todos. Irse lejos y ser libre. Pero no puede. Está encerrada y con los músculos tensos.
Siente como las paredes se van estrechando y el techo va cayendo. Hay menos espacio en el que moverse. Nota como cada vez queda menos aire.
Cierra los ojos. Intenta relajarse. Respira profunda y lentamente. Su cuerpo empieza a relajarse.
Abre los ojos. Sonríe. Observa como sus amigos se ríen. Se ríe con ellos y vuelve a fingir que no pasa nada, que todo va bien.
Una sonrisa se empieza a dibujar en el rostro. Una sonrisa que no refleja sentimiento alguno. Una risa que intenta camuflar el sonido del llanto.
Demasiado ruido. Empieza a ser molesto. Se tapa los oídos con las manos, pero aún así, el espantoso sonido traspasa su piel hasta penetrar dentro de su cabeza. Quiere silencio, pero no lo encuentra.
La cabeza le empieza a estallar. Le cuesta más respirar. Agobio, tensión y ansiedad. Su respiración empieza a ser entrecortada.
Quiere gritar. Escapar de todos. Irse lejos y ser libre. Pero no puede. Está encerrada y con los músculos tensos.
Siente como las paredes se van estrechando y el techo va cayendo. Hay menos espacio en el que moverse. Nota como cada vez queda menos aire.
Cierra los ojos. Intenta relajarse. Respira profunda y lentamente. Su cuerpo empieza a relajarse.
Abre los ojos. Sonríe. Observa como sus amigos se ríen. Se ríe con ellos y vuelve a fingir que no pasa nada, que todo va bien.
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