"-Deberías arreglarte.
-¿Por qué?
-Porque estarías más guapa.
-No.
-Sí. Si arreglas tus cejas, te peinas bien y te maquillas, estarías mucho más guapa.
-Entonces estaría cambiando mi físico de forma artificial.
-No, porque solo es un poco.
-No soy guapa y no creo en el maquillaje como solución a ello.
-Sí lo eres, si te arreglas un poco.
-Dejaría de ser yo.
-No. Solo te verías mejor.
-Estaría cambiando mi físico, mi forma de ser.
-Pero estarías mejor.
-No, te equívocas. Estarías tú mejor viéndome, no yo estando con potingues en mi cara. No me gusta el maquillaje, mis cejas son como son y mi pelo es rebelde. No me gusta arreglarme, estoy más cómoda en vaqueros y deportivas que con faldas y tacones. No me gusta que, por no ir como todas, se me critique.
-Bah, haz lo que quieras. Pero así nunca estarás guapa para nadie.
-No quiero estarlo.
-No sabes lo que dices.
-Sí, sí sé lo que digo. Prefiero que me conozcan tal como soy y, si un día decido arreglarme, sorprenderlo, no que me conozca pintarrajeada y, cuando no lo esté, no le guste lo que vea."
Muchos insisten en cambiar a la gente, a que sigan los estereotipos, a que cambien su estilo para seguir las modas, ¿poee qué? ¿Qué ganan con ello?
No, no me gusta arreglarme. Soy un "desastre" , no me cuido y, seguramente, no llame así la atención, pero es que tampoco quiero destacar. Quiero atraer a alguien por ser como soy. No por una falsa máscara que se va con un poco de agua.
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