miércoles, 2 de julio de 2025

Mi yo lector

    Existen tantos tipos de lectores que creo que es imposible clasificarlos. Cada uno tiene sus manías, sus gustos y preferencias. Y todos son válidos y aceptables. Cada persona es un mundo. Puede que lo que a uno haga a otro le parezca una aberración. Pero eso está bien, la variedad es bonita.

    Por eso, hoy quiero contar como soy como lectora. Quizás este post debería ir en el de las reseñas, pero creo que encaja mejor en este, en donde siempre me he abierto y contado qué siento. Por eso, aquí, en este blog nunca olvidado, quiero mostrar una vez más como funciona mi mente, lo que hago, mis gustos y manías a la hora de leer.

    Hasta hace no mucho me creía incapaz de leer más de un libro a la vez. Sin embargo, en este último año me he dado cuenta de que puedo leer varias historias juntas, sin mezclarlas o liarme, aunque sean parecidas. Todo esto vino a raíz de empezar en el club de lectura en el que estoy ahora. Llegaba enseguida a la meta semanal y me parecía fatal perder el tiempo sin leer más, dejando que aumentaran mis libros pendientes. Además, me metí sin quererlo en una lectura en tándem y, de pronto, estaba con 3 libros a la vez. Sorprendentemente, no me volví loca e incluso sabía diferencias que parte de la historia estaba en cada uno de los libros de lectura conjunta.

    Hay algo que admiro de otros lectores: la capacidad de saber qué marcar (sea con post-it o subrayando). Para mí es algo imposible: no tengo idea de qué resaltar.  Además, pensar en "tremenda frase, vamos a subrayarla", es algo que me sacaría completamente de la lectura. Lo siento, pero no es para mí.

    En este último año solo hay dos frases que me hayan marcado y las recuerdo perfectamente:

1. El imperio del vampiro: "Una vida sin libros, es una vida no vivida".

2. Fairy Oak. La historia perdida: "Mal es una palabra pequeñísima, no tardamos más de un segundo en convertirla en bien".

    No necesito subrayarlas para recordarlas. Dejaron huella en mí y eso es suficiente para que las recuerde.

    Sin embargo, lo que sí que hago es corregir las erratas o diferentes fallos que encuentro. No porque sea tiquismiquis de la ortografía, es más, tampoco es que sea mi fuerte; sino porque ver algo mal me quita del mundo en el que me había sumergido. Lo hago para vivir mejor esa aventura, por amor a escritura. 

   Tampoco soy de las que deja capítulos a medias. No puedo. Es superior a mí. Necesito acabarlo. Por eso a veces pauso una lectura si veo que el siguiente capítulo es muy largo y ya es tarde. Sin embargo, si es corto y el siguiente a ese también, me los acabo leyendo, aunque acaben siendo en conjunto más largos que uno solo.

    No soy de releer libros. Tengo demasiados pendientes. Releo cuando han pasados muchos años entre partes de una saga y necesito recordar la historia. 

    No obstante, sí que tengo uno que me he releído en varias ocasiones "The Giver: El dador de recuerdos". Cada vez que lo leo encuentro cosas nuevas y me sigue encantando como cuando hice esa primera lectura, nacen nuevos sentimientos. Creo que todos tenemos ese libro que podemos leer mil veces sin cansarnos. Y este es el mío.

    También soy una lectora de formato más clásico. Y eso que tengo un Kindle. Pero prefiero mil veces más el papel, leo más rápido así. Mi e-reader queda para momentos en los que estoy fuera de casa, para cuando tengo que viajar. No me gusta llevar libros encima, soy torpe y enseguida se me estropearían. Ahí leo sagas viejas que no logro encontrar o aquellos que me da miedo leer en físico porque son de mi pareja y son ediciones coleccionistas caras (como fue el caso de El Hobbit). De este modo, llevo un año para acabarme "Legado". Empecé a comprar libros de nuevo y dejando de lado el lector electrónico, quedando casi olvidado para esos momentos en los que lo necesito.

    Recientemente aprendí el nombre de lo que le ocurre a mi mente cuando leo. Recuerdo perfectamente casi todos los detalles de un libro que tengo inacabado, pero, en cambio, no recuerdo casi nada de otro que ya me haya acabado y hecho su respectiva reseña. Esto es el efecto Zeigarnik. Es maravillo el poder de la mente, cómo esta considera "tarea no finalizada" un libro que tengo pausado, sea desde hace meses o años (como una saga que en breve tengo que retomar), conservando todos los recuerdos de este ; y "tarea finalizada" aquellos terminados, olvidando cosas de los mismos, pues mi mente ya no necesita almacenar esa información en primer plano.

    Finalmente, mi TBR. La tengo tanto física como digital. En el caso de la parte de la digital, uso Storygraph. En esta app puedo ver si los libros que tengo son autoconclusivos, las partes de las sagas y controlar la lista de pendientes, así como ver cuánto estoy leyendo. Además, también voy poniendo la lista de los que leeré a continuación.

    En la parte física, tengo 3 libretas y una agenda literaria. 

1. Libreta con mi TBR ordenado por autores, incluyo libros que están por salir, no solo los que tengo.

2. Libreta donde hago la lista de los libros leídos por año, así voy comparando cómo varía mi nivel de lectura año a año.

3. Cuaderno de lectura propio. Añado una imagen de la portada del libro, el autor, traductor, los años de publicaciones, título original, número de páginas y fechas de lectura, además del resumen y los datos que veo necesarios para hacer una reseña.

4. Agenda literaria. En ella voy anotando las lecturas que voy haciendo, así como mis propósitos de lectura mes a mes.

    Y así soy yo: no marco libros, corrijo lo que veo. Recuerdo todo hasta que finalizo ese libro y las frases que me han marcado no las olvido. Tengo mil libretas para mis lecturas, soy bastante metódica.

    Cada lector es único. Y así soy yo.

    ¿Vosotros cómo sois?


miércoles, 1 de enero de 2025

2025

     ¡Feliz 2025!

    Este año ha sido un año diferente. Donde he conocido a personas maravillosas a las que ya considero buenas amistadas, con las que poder llorar, sonreír y soñar. Y todo por las casualidades de que una de ellas quisiera un grupito con el que leer.

    Este año no he escrito apenas por aquí, ha sido un año de recuperación lectora y en el que me decidí a abrir Tiktok para subir vídeo de los libros que voy consiguiendo y leyendo. Cada año mis actividades varían con mis gustos principales: jugar, leer, escribir o ver series y películas.

    No voy a decir que vaya a cerrar este Blog ni mucho menos. Estos post son una parte de avance en mi vida, que me han ayudado a cerrar heridas cuando lo único que me calmaba era plasmar en letras lo que sentía. Aunque no escriba mucho más estos próximos meses, quiero conservar mis recuerdos, mis miedos, mis sueños y ver cómo he cambiando.

    Ha sido un año donde me he sentido sumamente utilizada y poco valorada en mi trabajo, donde me han quemado hasta el punto de dejarme las manos tan doloridas que me han obligado a parar médicamente. Escribir esto me está llevando más tiempo del normal, porque el dolor me hace parar y hacer breves pausas... Este año me ha servido para darme cuenta de lo poco que le podemos llegar a importar a los jefes, que somos un número más... Solo deseo poder escapar de este empleo que me deja dolorida...

    A diferencia de otros años, este sí tengo un propósito, quizás algo egocéntrico o egoísta: me gustaría llegar a tener 100 seguidores en Tiktok, puede que no sea un gran número, pues ya tengo casi la mitad, pero es un pequeño propósito donde ver el alcance que puede llegar a tener hacer algo que me gusta.

    Con todo esto, también me gustaría superar mi logro de lecturas de este año, que llegaron a las 35. Recuperar un hobby es lo mejor que hay.

    Así pues, gracias por seguir leyendo, año tras año, a pesar de que mis publicaciones hayan ido a menos. Desgraciadamente, siempre he necesito sentirme mal para poder escribir. Igual que mis post hayan ido a menos es un buen indicativo.

    Feliz y próspero 2025, con amor:

                                   

                                                 Samy Night.

viernes, 26 de abril de 2024

Bragas menstruales

    Desde hace muchos años no estaba muy conforme con las compresas tradicionales, muchas veces se doblaban o pegaban al cuerpo, resultando incómodas y, por desgracia, nunca logré acostumbrarme a los tampones. A parte de lo incómodas que podían llegar a resultar, otro motivo por el cual no estaba muy contenta con su uso, era por lo altamente contaminantes que son, es un producto que se usa en grandes cantidades a lo largo del año, desechando varias por día. 

    Cuando empezó el tema con la copa menstrual, no me sentía muy segura, ya que nunca logré adaptarme a los tampones. También, con las compresas reutilizables, no lo sentía cómodo, me daba cosa que se me moviesen o cualquier cosa, o sentirlas muy gruesas. Entonces, tras un tiempo, empezaron salirme anuncios de las bragas menstruales. 

  Como era de suponer, el tema me interesó enseguida y empecé a investigarlas. Por desgracia para mi, no había tiendas online que, por ese entonces, las enviasen adonde residía, lo que me dio rabia. Con el tiempo, esta ropa interior empezó a aparecer en tiendas de la zona, pero con un coste muy elevado en comparación con las de las tiendas online especializadas. Esto me dio rabia, pues mi economía no me permitía acceder a ellas.

  Cuando empezaron a estar más de moda, empezaron a bajar su precio y ahí ya si puede, al fin, hacerme con las bragas menstruales. Y, tras probarlas, me siento sumamente encantada con ellas.

  A diferencia de la compresa tradicional, no se nota que lleves algo extra, pues la tela absorbente no es muy ancha (varía según para el flujo que sea). Incluso hay algunas con protección extra para la noche, llegando esa tela hasta la parte superior trasera. Mi mayor miedo con ellas era el tema del olor, pero no obstante, no desprenden ninguno. También son cómodas, ya que es, literalmente, como llevar la ropa interior de diario, no se mueve del sitio ni se dobla hasta llegar a  meterse por mal sitio. En mi caso, por tener poco fluido con los pastillas anticonceptivas, no necesito más que una por día, ya que equivalen a 3-4 tampones/compresas y no necesito ponerme la nocturna porque no sangro tanto por la noche. Además, son de fácil limpieza, en el caso de las mías, solo se enjuagan antes de meterse a la lavadora.

  En definitiva, con las bragas menstruales al fin encontré algo con lo que sustituir la compresa menstrual y dejar de usar algo desechable durante tantos años y que genera un residuo constante innecesario para el planeta. 


lunes, 1 de enero de 2024

2024

   ¡Feliz 2024!

 Un año más vuelvo para felicitar el año. Un año más de poca creatividad. Un año más que no me olvido de este viejo Blog que tanto cariño le tengo. Un año más que sigo queriendo escribir sin ser capaz. 

 Este último año mi vida no ha cambiado mucho. Sigo con un trabajo que no me apasiona, que no me ocupa demasiadas horas y sin conseguir ninguno que me dé más libertad económica. Otro año en el que he perdido algún familiar, donde no he podido volver a mi tierra tanto como quisiese...

 Sin embargo, también ha tenido su parte positiva. No he tenido problemas graves de salud y ha sido un año más sin caer con COVID. Sigo con la persona a la que amo, con la que seguir forjando un futuro juntos. Sigo con buenos amigos, a los que añoro y a los que puedo ver más a menudo.

 Como los últimos años, no tengo propósitos, nunca sirven de nada, no obstante, sí tengo metas que sigo queriendo alcanzar. Quiero un trabajo de tiempo completo y, si se pudiese, de lo que me gusta, quiero ser capaz de dormir mejor y deshacerme de las migrañas constantes.

 A todos, os deseo un bello año y que logréis las metas.

 Un beso,


                  Samy Night.