Desde hace muchos años no estaba muy conforme con las compresas tradicionales, muchas veces se doblaban o pegaban al cuerpo, resultando incómodas y, por desgracia, nunca logré acostumbrarme a los tampones. A parte de lo incómodas que podían llegar a resultar, otro motivo por el cual no estaba muy contenta con su uso, era por lo altamente contaminantes que son, es un producto que se usa en grandes cantidades a lo largo del año, desechando varias por día.
Cuando empezó el tema con la copa menstrual, no me sentía muy segura, ya que nunca logré adaptarme a los tampones. También, con las compresas reutilizables, no lo sentía cómodo, me daba cosa que se me moviesen o cualquier cosa, o sentirlas muy gruesas. Entonces, tras un tiempo, empezaron salirme anuncios de las bragas menstruales.
Como era de suponer, el tema me interesó enseguida y empecé a investigarlas. Por desgracia para mi, no había tiendas online que, por ese entonces, las enviasen adonde residía, lo que me dio rabia. Con el tiempo, esta ropa interior empezó a aparecer en tiendas de la zona, pero con un coste muy elevado en comparación con las de las tiendas online especializadas. Esto me dio rabia, pues mi economía no me permitía acceder a ellas.
Cuando empezaron a estar más de moda, empezaron a bajar su precio y ahí ya si puede, al fin, hacerme con las bragas menstruales. Y, tras probarlas, me siento sumamente encantada con ellas.
A diferencia de la compresa tradicional, no se nota que lleves algo extra, pues la tela absorbente no es muy ancha (varía según para el flujo que sea). Incluso hay algunas con protección extra para la noche, llegando esa tela hasta la parte superior trasera. Mi mayor miedo con ellas era el tema del olor, pero no obstante, no desprenden ninguno. También son cómodas, ya que es, literalmente, como llevar la ropa interior de diario, no se mueve del sitio ni se dobla hasta llegar a meterse por mal sitio. En mi caso, por tener poco fluido con los pastillas anticonceptivas, no necesito más que una por día, ya que equivalen a 3-4 tampones/compresas y no necesito ponerme la nocturna porque no sangro tanto por la noche. Además, son de fácil limpieza, en el caso de las mías, solo se enjuagan antes de meterse a la lavadora.
En definitiva, con las bragas menstruales al fin encontré algo con lo que sustituir la compresa menstrual y dejar de usar algo desechable durante tantos años y que genera un residuo constante innecesario para el planeta.
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