Nunca he sido una persona que confiase demasiado en la gente, y menos aún una persona a la que le agradase que alguien que no conoce bromee conmigo como si fuésemos amigos de hace años. Hay muchas cosas que no me gustan, pero esta es una de las que menos soporto.
Con un amigo mío puedo bromear, meternos el uno con el otro, bacilarnos o llamarnos tonto el uno al otro, pero con alguien que no conozco y el que ya no me gustaba demasiado antes, me haga algo así, tomándose confianzas conmigo cuando yo no se las he dado, es que no me gusta y me cabrea, haciendo que incluso lo deteste.
Soy una persona bastante rencorosa y a la que le cuesta perdonar (bueno, depende lo qué y a quién) y más antes estas cosas. Me cuesta confiar en la gente y que algunos sean así hace que tenga aún menos ganas de conocer gente nueva y confiar en ellos.
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