Hace tiempo que no soy el mismo, que sé que no soy yo. Ya no sé quién soy. Me miro en el espejo y no me reconozco. Creo que, este asqueroso viaje que tanto me ilusionaba me ha hecho cambiar. No, No ha sido el viaje. Ha sido él. Sí, él. Ese capullo de ojos negros y su sonrisa perfecta, con esos labios que me llaman. El muy cabrón ha conseguido que mi mundo se vuelva patas arriba.
¿Queréis saber mi historia? Bueno. Para ello os he de contar cómo llegué a donde estoy ahora mismo y bueno, presentarme como es debido.
Mi nombre es Nicolás, aunque todos me llaman Nico y tengo 27 años. Nací en un pequeño pueblo de la costa cantábrica. Desde pequeño siempre he amado los deportes, sobre todo aquellos que pudiera hacer sobre una tabla, fuera sobre tierra, nieve o mi preferido, sobre agua. Por eso, desde siempre, he querido ser entrenador o monitor deportivo.
Siempre he sido un chico afortunado, por lo que nunca he tenido problema para encontrar algún trabajo de lo mío y he podido viajar por varios países para surcar las mejores olas en mi tabla. Siempre me ha apasionado trabajar en diferentes partes, aunque no voy a mentir, siempre he preferido trabajar en mi querida Cantabria, para conocer nuevos lugares y aprender todavía más sobre técnicas o formas de realizar cualquier tipo de deporte, nutrirme de los conocimientos del lugar y enseñarles yo mismo todos los trucos que conozco.
Por ello, cuando hace año y medio me llamaron para ofrecerme un trabajo en la costa malagueña no dudé en aceptarlo, pues justo había unas cuantas semanas que se había terminado mi contrato de verano como monitor de surf. Tardé solo tres días en mudarme a Málaga, que era allí donde iba a comenzar mi nuevo trabajo, como era propio de mi, preferí buscar un piso barato antes que compartir piso, siempre he sido un chico solitario y bueno, tampoco es que me costase demasiado poder pagarlo.
Al día siguiente tras la mudanza me dirigí a mi nuevo trabajo. Era una empresa dedicada al deporte y a organizar eventos como cumpleaños, reuniones de amigos y así. Mi nuevo trabajo ofrecía actividades deportivas y diversas actividades para niños, como magos, que les pinten la cara y esas cosas que a ellos les gusta. Por lo que me habían contado, al principio solo era una pequeña empresa de deporte al aire libre, pero que poco a poco había crecido para ser un negocio de animación deportiva y de ocio. Yo iba a ser uno de sus nuevos monitores y no estaba muy seguro aun de que me tocaría hacer, pero el cambio me había llamado.
Al entrar por la puerta principal pude leer el letrero de enormes letras que indicaba el nombre del lugar Sport Now. Ese era el nombre de mi nuevo lugar de trabajo y, lo que no sabía, es que al pasar aquellas puertas, mi vida fuese a cambiar tanto.
oh, zi :33
ResponderEliminarYa me dirás cómo lo ves :3
Eliminar