Este año parecía que había superado esa mala racha de no ser capaz de escribir, eso parecía, al menos los primeros meses del año. Creía que al final había recuperado mi buen ritmo de escritura, pero como siempre, cuando me siento más alegre y feliz, mi creatividad desaparece.
Sigo sin entender porqué escribo mejor cuanto peor me siento, cuando más ola y triste estoy. Supongo que mi creatividad va de la mano de mis sentimientos negativos, o simplemente es que cuando estoy más alegre mi mente no tiene tanto tiempo para pensar en escribir y me siento más distraída.
Sin embargo, quiero seguir escribiendo, quizás no a tan buen ritmo como a principios de año, pero sí como mínimo una publicación por mes. No quiero perder el buen hábito que estaba cogiendo de nuevo.
Odio los bloqueos. Odio cuando me dejan sin hacer algo que me encanta. Odio sentarme frente a mi libreto (u ordenador) y no ser capaz de construir ni una sola frase con sentido. Odio que no se me ocurra ni un solo tema sobre el que escribir.
Los bloqueos son algo que dicen que se pierden cuanto más tiempo le dedicas a algo, que solo son una excusa para no seguir trabajando en ello. Sin embargo, para mi no son una excusa, es algo que realmente me deja sin saber qué hacer, sin poder teclear a gusto.
Supongo que debería encontrar un modo de superar esos bloqueos, pero..., sigo sin saber cómo. No tengo ningún modo de ser capaz de volver a escribir, solo dejo que el tiempo decida por mí cuando volver a hacerlo.
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