Apenas queda un mes para que acabe el curso, pero aun así parece demasiado tiempo.
El cansancio recorre mi cuerpo y se hace notar en mi rostro y en mi humor. No solo yo me siento agotada sino también el resto de mis compañeros de clase. Nos reímos, a causa del estrés y los nervios, por prácticamente cualquier cosa, aunque la gracia sea más bien mala y normalmente no nos produciría risa alguna.
Como muchos otros, estoy deseando acabar este curso tan odioso. Guardar los libros, aunque otros los quemen, tirar apuntes inservibles y organizar al fin el cuarto, pues con tanto estudio nunca da tiempo a una buena limpieza a fondo.
En un mes abré acabado las clases, ya no tendré que madrugar y destrozar mi vista entre libros y apuntos tomados a correr. Al gin tendré tiempo a descansar y a dedicarle más tiempo a mis aficciones: leer, dibujar y describir. Se acercan las vacaciones, al fin podré quedar con mis amig@s tanto como quiera, sin tener que preocuparme de la hora de regreso a casa, pues ya no tendré que madrugar o ponerme a estudiar.
Tengo demasiadas ganas de tener el mejor verano de mi vida. Ver a mis amug@s tanto como quiera, hacer maratones interminables de películas o series, disfrutar de la playa o la montaña, leer montañas de libros, escribir hasta quee sangren los dedos, irme por ahí con alguien especial...
Con esta ilusión de disfrutar de unas merecidas vacaciones... ¡Ya solo queda la recta final de mi camino!
Y así como a mis compañeros, os deseo a todos ánimo y fuerza para este último trimestre.
¡Venga que ya queda menos!
Mi pequeño lugar seguro en donde dejo volar mi imaginación con diferentes historias y en el que escribo lo que siento.
martes, 21 de abril de 2015
sábado, 11 de abril de 2015
Solo tú lo consigues
Hay días en los que te despiertas sin ganas de nada. Piensas que lo mejor es encerrarte en el cuarto, con la música a toda e ignorando los gritos desesperados de aquellos que te quieren animar.
Sin embargo, por más que lo intentes, hay una voz que no puedes ahogar, que si es necesario incluso entrará por tu ventana. Pero sabes que realmente no te importa que esa persona se cuele en tu guarida, porque realmente prefieres estar junto a ella.
Dejas que su voz te tranquilice, que sus caricias y besos te calmen y que sus bromas te saquen una pequeña sonrisa y no consigues evitar reír.
Yo no hace mucho que encontré a esa persona, a ese buen amigo, aunque, más bien AMIGO, que consigue animarme cuando estoy mal, da igual lo que me pase, él siempre consigue delvolver la sonrisa a mi rostro.
Encontrar alguien así no es fácil, muchos otros pueden animarte, pero siempre tardarán más. Esa persona es única en tu vida y es imposible de encontrar otra. Para ti puede ser tu pareja, tu amigo, tu mascota o incluso un familiar. Para mi, ese alguien es mi mejor AMIGO.
Ese alguien sabe como te sientes aunque intentes fingir estar bien. Lo sabe por la forma en que le hablas, le escribes o simplemente por como lo miras. No importa por lo que sea, siempre sabrá como te sientes realmente.
Para mí, él, por todo lo que hace, por como es y por como me cuida, se ha convertido en la persona más importante de mi vida. No por ello otras personas en mi vida son menos importantes o los vaya a querer menos, simplemente es que él es diferente. Por todo ello, nunca seré capaz de agradecerle todo lo que hace.
Y tú, ¿has encontrado a ese alguien?
Sin embargo, por más que lo intentes, hay una voz que no puedes ahogar, que si es necesario incluso entrará por tu ventana. Pero sabes que realmente no te importa que esa persona se cuele en tu guarida, porque realmente prefieres estar junto a ella.
Dejas que su voz te tranquilice, que sus caricias y besos te calmen y que sus bromas te saquen una pequeña sonrisa y no consigues evitar reír.
Yo no hace mucho que encontré a esa persona, a ese buen amigo, aunque, más bien AMIGO, que consigue animarme cuando estoy mal, da igual lo que me pase, él siempre consigue delvolver la sonrisa a mi rostro.
Encontrar alguien así no es fácil, muchos otros pueden animarte, pero siempre tardarán más. Esa persona es única en tu vida y es imposible de encontrar otra. Para ti puede ser tu pareja, tu amigo, tu mascota o incluso un familiar. Para mi, ese alguien es mi mejor AMIGO.
Ese alguien sabe como te sientes aunque intentes fingir estar bien. Lo sabe por la forma en que le hablas, le escribes o simplemente por como lo miras. No importa por lo que sea, siempre sabrá como te sientes realmente.
Para mí, él, por todo lo que hace, por como es y por como me cuida, se ha convertido en la persona más importante de mi vida. No por ello otras personas en mi vida son menos importantes o los vaya a querer menos, simplemente es que él es diferente. Por todo ello, nunca seré capaz de agradecerle todo lo que hace.
Y tú, ¿has encontrado a ese alguien?
viernes, 10 de abril de 2015
9. Un nuevo lugar al que ir
Taku ya estaba en la entrada de la academia mucho antes de que Sam llegara seguida de su familiar transformado en perro, un enorme malamute de pelaje bastante oscuro. Taku tenía en su hombro a su familiar transformada en gata blanca. Este al ver a su novia le sonrió y la besó. Al separarse se fijó que su chica no llevaba maleta alguna, ni siquiera una pequeña caja en la que guardar sus cosas para llevárselas de la academia.
-¿Amor, no llevas nada?
-¿Para qué llevarlo en la mano pudiendo utilizar mi magia?
-Cierto...- Taku se rió.
-¿Y tú, amor? ¿No te llevas nada?
-Solo tengo ropa, nada que quiera conservar.
-Pues vamos a tener que ir de compras. Cosa que no me gusta nada.
-Bueno... Si no queda otra...- se volvió a reír y abrazó a su novia besándole la frente-. ¿Y adónde podemos ir?
Ambos se quedaron pensando un momento.
-La casa que heredé de mi madre no está muy lejos de aquí, podemos instalarnos en ella. Allí mi padre nunca va, ¿qué te parece?
-Una muy buena idea- abrazó y besó la frente de su novia-. Así podremos estar tranquilos.
-Si..- la chica sonrió y miró a su perro- Gaziel, ¿por qué no vais yendo ya Nana y tú hacia allí?
El perro asintió y esperó a que la gata blanca se le subiera al lomo para poder ir hacia su nuevo hogar.
-¿Y ahora qué hacemos tú y yo, amor?
-¿No es obvio? Y a por ropa nueva para ti.
La chica se rió y cogiendo la mano de su chico salieron de la academia de la que habían sido expulsados.
Tras varias horas la joven pareja llegó a una vieja mansión del siglo XIV, perfectamente conservada y cuidada, en la que se percibía que volvía a haber vida en ella. Los familiares de ambos los esperaban en el alto de la escalera, con su aspecto humano, y sonriéndoles.
-¡Sam! ¡Me pido mi viejo cuarto!- le gritó Gaziel desde el piso superior.
-Claro. A mi mientras me dejes el mío, me da igual cual elijas- le sonrió y miró a Nana-. ¿Te quedas a vivir con nosotros?
-No quiero ser una molestia Sam...- le contestó ella tímidamente.
-No lo serás. Tengo una mansión enorme, quiero más vida en ella.
-Está bien. Les diré a mis padres que me mudo.
Sam le sonrió y subió por las escaleras para guardar la ropa recién comprada en el armario de su habitación.
-Oye Sam...- la llamó Gaziel.
-¿Qué pasa?
-Los Ancianos y los otros líderes de los clanes quieren verte.
Sam miró a su novio. Sabía que ese día se produciría, pero no esperaba que fuera tan pronto.
-¿Amor, no llevas nada?
-¿Para qué llevarlo en la mano pudiendo utilizar mi magia?
-Cierto...- Taku se rió.
-¿Y tú, amor? ¿No te llevas nada?
-Solo tengo ropa, nada que quiera conservar.
-Pues vamos a tener que ir de compras. Cosa que no me gusta nada.
-Bueno... Si no queda otra...- se volvió a reír y abrazó a su novia besándole la frente-. ¿Y adónde podemos ir?
Ambos se quedaron pensando un momento.
-La casa que heredé de mi madre no está muy lejos de aquí, podemos instalarnos en ella. Allí mi padre nunca va, ¿qué te parece?
-Una muy buena idea- abrazó y besó la frente de su novia-. Así podremos estar tranquilos.
-Si..- la chica sonrió y miró a su perro- Gaziel, ¿por qué no vais yendo ya Nana y tú hacia allí?
El perro asintió y esperó a que la gata blanca se le subiera al lomo para poder ir hacia su nuevo hogar.
-¿Y ahora qué hacemos tú y yo, amor?
-¿No es obvio? Y a por ropa nueva para ti.
La chica se rió y cogiendo la mano de su chico salieron de la academia de la que habían sido expulsados.
Tras varias horas la joven pareja llegó a una vieja mansión del siglo XIV, perfectamente conservada y cuidada, en la que se percibía que volvía a haber vida en ella. Los familiares de ambos los esperaban en el alto de la escalera, con su aspecto humano, y sonriéndoles.
-¡Sam! ¡Me pido mi viejo cuarto!- le gritó Gaziel desde el piso superior.
-Claro. A mi mientras me dejes el mío, me da igual cual elijas- le sonrió y miró a Nana-. ¿Te quedas a vivir con nosotros?
-No quiero ser una molestia Sam...- le contestó ella tímidamente.
-No lo serás. Tengo una mansión enorme, quiero más vida en ella.
-Está bien. Les diré a mis padres que me mudo.
Sam le sonrió y subió por las escaleras para guardar la ropa recién comprada en el armario de su habitación.
-Oye Sam...- la llamó Gaziel.
-¿Qué pasa?
-Los Ancianos y los otros líderes de los clanes quieren verte.
Sam miró a su novio. Sabía que ese día se produciría, pero no esperaba que fuera tan pronto.
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