Hay días en los que aprendes a apreciar a aquellas personas que realmente vale la pena conserva en la vida y, por el contrario, también se aprende a ver quiénes son aquellas que es mejor tener lejos. Hay algunos que hacen lo que esté en su mano, incluso más de lo que pudieron hacer, para intentar animar y alegrar el día o lograr animarte e impedir que te caigas.
En mi vida, como en la de la gran mayoría, esas personas se cuentan con los dedos de una mano y, seguramente, me sobren dedos. Pero uno, especialmente, es el que más valores y recuerdos positivos me ha aportado a lo largo de estos años, aunque realmente no han sido demasiados años y es mejor contar ese tiempo en meses. Esa persona es, a día de hoy, la persona más importante de mi vida y con la que quiero pasar el resto de ella.
Hoy él está de cumpleaños. Ha pasado otro año desde que nos conocemos y desde que empezamos a contárnoslo todo, a ser inseparables a pesar de toda la distancia que hay entre ambos, porque eso no nos ha impedido ser todo lo que ya somos.
Desgraciadamente, por esa distancia, el único regalo que le puedo hacer es dedicarle unas cuantas líneas, a pesar de que eso ya es algo que hago a menudo pero que jamás me canso de hacer.
Para mi, conocerlo, ha supuesto un gran cambio en mi vida. Sé que sigo siendo una persona bastante solitaria y bastante depresiva y que, como muchos me han dicho, que soy clava a Tristeza de Inside Out (vale si, es cierto). Lo cierto es que, leyendo mis viejos post, me he dado cuenta de lo mucho que me ha hecho cambiar una única persona en apenas unos meses. Esto me ha hecho entender que todo llega en el momento oportuno.
Como he dicho tantas y tantas veces, él es la mejor persona que he tenido el placer de conocer. Es el optimismo en persona, deja que su corazón encamine lo que hace en lugar de, en ciertos momentos, dejar que sea su cerebro quién le diga por qué lugar ha de ir. Es de esa gente que estando mal deja sus problemas de lado por intentar calmar a otro que quiere. Conmigo, al menos, es la persona más dulce, cariñosa, amable, tierna y protectora que conozco, haría lo imposible por impedir que algo malo me ocurra, sintiéndose mal cuando la causa de mi mal no está en su mano para ser resuelta. Él es de esas personas que es imposible no querer. A pesar de la distancia ha sido capaz de demostrarme la maravillosa persona que es. Me ha mostrado lo dulce que puede llegar a ser un amigo, aunque él ya no sea solo mi amigo. Me ha enseñado que existen las personas buenas y que cuidan a otras sin esperar nada a cambio. En él he visto como con un par de palabras puede calmar a la fiera que algunas veces surge en mi. Con él me he llegado a dar cuenta de que no todo el mundo es hipócrita, que existen las personas solidarias. Él me ha enseñado a confiar en alguien.
Da igual el tiempo que pase, sé que siempre lo tendré a mi lado. Sé que si lloro, él secará mis lágrimas. Sé que si tengo frío, él me abrazará. Sé que si me caigo, él me levantará.
Por mucho que lo intente, y lo cierto es que ni si quiera intento dedicar ninguna de mis neuronas para ellos, es imposible encontrar algo malo de él. Incluso sus pequeñas manías o defectos, como prefiráis llamarle, ha hecho que lo quiera. Nadie es perfecto y nadie está libre de manías.
Aunque... Sinceramente, él bien sabe que lo que más me enamora son sus ojos y su sonrisa, porque no existen una mejor ni unos ojos más bonitos.
Me seguiré preguntando siempre como un chico tan maravilloso como él ha decidido pasar su tiempo a mi lado. Como alguien así quiere proteger a alguien tan antisocial como yo.
Así que, acabando de desvariar con mis cosas, solo quiero desearle un feliz cumpleaños a la persona más importante y que más quiero en este mundo. Quiero que disfrute de un gran día porque se lo merece.
Simplemente quiero decirte que te quiero.
Con amor,
Samy.
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