viernes, 27 de septiembre de 2013

Ya es demasiado tarde para olvidarlo

En ocasiones me gustaría no saber interpretar sueños, pues, sus malos presagios se cumplen y me atemorizan aún estando despierta. Al igual que la lectura de cartas o, digamos, visión de espíritus.
Hace unos años, ingenua de mí, decidí comprarme un pequeño libro sobre la interpretación y el significado de los sueños, realmente no creía que sirviera para nada, sólo lo compré y empecé a su traducción por diversión. Pero, con el paso del tiempo, me fui dando que los presagios, fueran buenos o malos, se cumplían y llegué a saber interpretarlos a la perfección sin necesidad de tener un manual cerca para guiarme.Mismo eso con la lectura de cartas y señales del más allá. Pero esto lo seguía por páginas web, más, aprendí que no se equivocaban. Mismo me pedían que les interpretase sus mejores sueños, querían saber lo que significaba.
Poco después, decidí dejar de interpretarlos, forzándome a olvidar lo aprendido, y funcionó, pues me empezaba a sentir completamente atemorizada.
No hace mucho una amiga me pidió que le mostrase el significado oculto de algo que había soñado, yo, que normalmente no me niego a ofrecer mi ayuda, lo hice encantado. Volví a abrir mi viejo manual y exponer lo que significaba e incluso hice la traducción de algún que otro sueño mío. Ahora, vuelvo a tener miedo de que lo soñado se cumpla...
Pero, quizás, sea mi destino entender lo que se oculta en cada sueño y lo que nos deparará el futuro, y, desde hace tiempo. no considero que es una broma la presencia de entes del más allá.
En ocasiones, desearía no conocer nada de este mundo, pero para mí, ya es demasiado tarde...

lunes, 16 de septiembre de 2013

Vamos a calentar la silla #11

Cómo describir semejante horror. Había sangre en los muros de ladrillo de aquel estrecho callejón. Rápidamente intenté ver lo que había hecho aquella masacre, pero sólo alcancé ver como un hombre (bastante fuerte, por cierto) corría y desaparecía como si nunca hubiese existido. En la escena del crimen encontré una pluma de cuervo. Este hecho no me supuso una alegría, más bien todo lo contrario. Ya había coincidido con el extraño "fantasma", y siempre dejaba su firma, la pluma negra como la noche.

Aquella vez había algo nuevo en la escena. No había cuerpos, armas... sólo estaba la pluma y la inmensa cantidad de sangre por las paredes. Visto por primera vez, supone un horror. Yo, que llevo tras el "fantasma" unos meses, sé perfectamente que con eso quiere decir algo. Quiere que lo encuentre...

En la pared se podía ver dibujada una flecha, apuntando a la izquierda. Justo donde yo estaba apuntaba al este. Supongo que allí es a donde quiere que me dirija. Siempre actúa igual. Una flecha, una dirección. Sólo tengo que buscar. Pero esta vez... esta vez estaba muy cerca de donde vivo. Empiezo a tener miedo de mi amigo "fantasma". [...]

domingo, 15 de septiembre de 2013

Vamos a calentar la silla #10

El recuerdo que más me atormentaba era el del secuestro, eso que mis padres ignoraban, para ellos yo estaba con una amiga pasando el fin de semana.
Hacía ya tiempo que no tocaba el talismán, y muchas ganas de rozarlo no tenía, pero si quería descubrir su historia.
Me levanté lentamente y caminé hacia la ducha, necesitaba darme un largo baño. Había tenido una mala noche, llena de recuerdos oscuros y apenas había dormido y necesitaba un minuto de relax antes de comenzar mi día.
Poco después de salir y vestirme escuché un grito que procedía de la calle, salí rápidamente a observar de dónde procedía ese ruido y para saber si podría ayudar en algo. Me pareció ver algo por un callejón cercano a donde yo vivía y corrí hacia allí, pero lo que en ese lugar se encontraba, no me gustaba nada.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Vamos a calentar la silla #9

"Con mis padres, en mi casa..."

Esas palas sonaron graves en mi mente. Sonaban tan extrañas... Hacía tiempo que no veía a mi familia. Me había vuelto a quedar dormida frente al fuego. Los recuerdos de aquel día aun rondan por mi subconsciente. Cuando pierdo las riendas de mi cerebro este vuelve una y otra vez a aquel día. 
Ahora, 10 años más tarde, en otro lugar del mundo, vivo para poder encontrar algo relacionado con el talismán. Encontré ciertas historias pero tengo que poder decidir por mi misma si son leyendas o reales.
Me llamo Diana, y mi historia empieza aquí.

lunes, 2 de septiembre de 2013

No quiero novio

El tiempo pasa, la gente cambia, se enamora, se une a otra persona, que, con suerte, será su compañero de por vida. Yo los veo, sin entender qué hacen o cómo se sienten.  
Algunos me miran, me dicen que tengo que conseguir pareja, se ofrecen a buscármela, yo les digo que no, tal vez, de una forma brusca.
Yo no los entiendo y ellos a mi tampoco.
No quiero pareja, no me gusta, me asusta. Me he acostumbrado a estar sola. Ya no soporto las preguntas de; "¿Y tu novio? ¿Qué, para cuando te buscas uno? ¿Quieres que te presente a alguien?"
Ellos no quieren comprender que me siento desprotegida si tengo a alguien cerca, no quieren comprender el miedo que corre por mis venas al pensar que puedo hacer daño a esa persona que dice quererme. Por ello, necesito estar sola.
Dicen que estoy triste, sin ánimos, pero, ¿qué puedo hacer yo si esta es mi cara? Animarme es fácil, sonrío cuando lo veo necesario. Atribuyen esto a que me siento sola. Quizás lo esté, y cada día un poco más. Amigos con pareja, gente que se distancia, otros que se van para no volver...
No quiero novio, ni lo necesito. No es algo que vaya conmigo. Me fijo en las parejas y no siento la necesidad de tener algo parecido, todo lo contrario, me quitan las ínfimas ganas de ser como ellos. Soy una persona creada para permanecer sin pareja, acabar siendo como la loca de los gatos de Los Simpson. No soy cariñosa, ni amable, tengo mal humor y es fácil enfadarme, grito y soy violenta....  No soy alguien que otro quiera a su lado. Estoy hecha para ser la amiga confidente, no para ser la pareja de nadie.
No quiero novio, quiero un gato.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Vamos a calentar la silla #8

[...]
¿Mi pasado? ¿A qué se refería exactamente? Que yo recordara siempre he tenido una familia normal, que hacía las cosas habituales y cotidianas, nada que se pudiese considerar extravagante, mágico o raro. Lo más extraño que me había pasado en toda mi vida había sido la aparición de extraño collar que ahora estaba guardado en mi bolsillo y que apretaba con fuerza en mi puño cerrado.
Todas las cosas extrañas de mi vida habían empezado con la aparición del hijo adoptivo de mi tío... Y cada vez, ese chico me gustaba menos, pero... No sé, sentía como una rara atracción por él, no del tipo "ooh, como te amo, vivamos juntos para siempre": una atracción que no sabría explicar.
-¿Mi... Mi pasado?- me atreví a preguntar titubeando.
-Chica, las explicaciones te las dará nuestro jefe, en un rato llegaremos- el copiloto me respondió con una sonrisa con una sonrisa burlona en sus labios, y eso no me gustaba.
Quería salir de ese coche y correr hasta casa y meterme bajo mis sábanas, bajo la protección de mi techo y las paredes de mi hogar, junto a mis padres.
[...]