El tiempo pasa, la gente cambia, se enamora, se une a otra persona, que, con suerte, será su compañero de por vida. Yo los veo, sin entender qué hacen o cómo se sienten.
Algunos me miran, me dicen que tengo que conseguir pareja, se ofrecen a buscármela, yo les digo que no, tal vez, de una forma brusca.
Yo no los entiendo y ellos a mi tampoco.
No quiero pareja, no me gusta, me asusta. Me he acostumbrado a estar sola. Ya no soporto las preguntas de; "¿Y tu novio? ¿Qué, para cuando te buscas uno? ¿Quieres que te presente a alguien?"
Ellos no quieren comprender que me siento desprotegida si tengo a alguien cerca, no quieren comprender el miedo que corre por mis venas al pensar que puedo hacer daño a esa persona que dice quererme. Por ello, necesito estar sola.
Dicen que estoy triste, sin ánimos, pero, ¿qué puedo hacer yo si esta es mi cara? Animarme es fácil, sonrío cuando lo veo necesario. Atribuyen esto a que me siento sola. Quizás lo esté, y cada día un poco más. Amigos con pareja, gente que se distancia, otros que se van para no volver...
No quiero novio, ni lo necesito. No es algo que vaya conmigo. Me fijo en las parejas y no siento la necesidad de tener algo parecido, todo lo contrario, me quitan las ínfimas ganas de ser como ellos. Soy una persona creada para permanecer sin pareja, acabar siendo como la loca de los gatos de Los Simpson. No soy cariñosa, ni amable, tengo mal humor y es fácil enfadarme, grito y soy violenta.... No soy alguien que otro quiera a su lado. Estoy hecha para ser la amiga confidente, no para ser la pareja de nadie.
No quiero novio, quiero un gato.
Uhm... No sé como tomarme este texto... He de decir que al leer el final no pude evitar reírme, aún que está bien, los gatos son buenos. Creo.
ResponderEliminarPues mi intención con ese final no era más que intentar sacar una leve sonrisa.
ResponderEliminarAsí que me alegra mucho que te hiciera reír.
Y gracias por leernos :)