Marc conducía el 4x4 de Erica a gran velocidad, evitaban las carreteras principales, no podían ser detectados por nadie ni nada, tenían que llegar a la frontera cuanto antes. Necesitaban como fuera lograr ponerse en contacto con otros rebeldes. La frontera aún estaba a varios kilómetros de distancia, el tiempo se les venía encima, querían estar fuera en menos de un día. La conducción del chico era bastante temeraria, cosa que parecía no molestar a su compañera.
Pasaron varias horas sin dejar de conducir hasta que Marc pidió hacer un descanso, estaba hambriento.
-Bueno, vale, una parada rápida en esa tienda de ahí para coger comida. No te doy más de 10 minutos- le dijo Erica, permitiéndole parar a descansar- yo no voy a salir del coche, así que, aquí te espero.
-¿No necesitas nada?- Le preguntó él.
-De comer ya sabes que no. Pero... Puedes traer alguna revista o así.
El chico asintió y se dirigió a la tienda.
No habían pasado apenas unos minutos cuando terminó de comprar. Al salir de la tienda, una bala rozó su hombro. Se giró y miró acercarse un coche a gran velocidad. Corrió hacia el todoterreno de Erica mientras esta arrancaba.
-¡Mierda, Marc! Ya sabía yo que no podíamos parar, joder...- La chica gruñó mientras conducía.
-Lo siento Eri...
Una bala dio de lleno en el retrovisor derecho, les disparaban sin parar.
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