Hace exactamente una semana que he empezado las clases de nuevo, otro año más en 2º de bachillerato. Nuevos profesores y otros que se repiten. Horas libres y otras más duras. Nu y eevos compañeros y otra vez con algunos de otros años.
El curso se vuelve a presentar duro, con apenas tiempo libre, muchos exámenes y trabajos. Por ello, posiblemente, deje de publicar tanto como en las vacaciones, pero eso no me quita de hacer algo que me gusta.
Los ánimos, bueno, como los de cada años, con miedo del curso y el terror de volver a fastidiarla.
Aún así, espero pasar bien este nuevo curso y disfrutar de mis vacaciones y volver a retomar mis publicaciones con mayor constancia.
Así que, perdón si pasan días, o incluso semanas, sin que publique nada.
Un saludo,
Samy Night
Mi pequeño lugar seguro en donde dejo volar mi imaginación con diferentes historias y en el que escribo lo que siento.
martes, 23 de septiembre de 2014
lunes, 8 de septiembre de 2014
f) Iris, la belleza exótica
Tardara sobre 3 días en llegar al palacio indio en el que vivía Iris, la hechicera. Durante el viaje había oído diversas historias sobre su presa. Algunos decían que era una vieja, gorda y fea, que mataba niños para comérselos. Otros que era una joven hermosa que se dedicaba a sanar a ancianos y niños enfermos. Sabía que lo primero no era cierto, porque en la foto del informe al menos salía una chica joven, aunque con algunos pocos años más que él.
No tardó en encontrarla. La chica se encontraba en medio de un lago cristalino, dándose un baño. Hermi se escondió detrás de un árbol, lo suficientemente alejado como para que, si Iris se daba la vuelta, no pudiera verlo.
El chico se quedó allí plantado, esperando a que la hechicera saliera del agua. Su primer trabajo para poder realizar bien esa misión era espiar a la chica durante unas cuantas horas y, si era necesario, durante un día entero. Debía averiguar cuál era su punto más fuerte y cuál es más débil. Lo malo de aquella misión era que la directora de la academia no lo había informado del motivo para que la quería.
No pasaron muchos minutos más cuando Iris salió del agua. Iba totalmente desnuda y su piel morena brillaba por el reflejo que daba el sol sobre el agua de su cuerpo. Hermi se quedó mirándola fijamente, era la primera vez que miraba a una chica desnuda. Tragó saliva, tenía miedo a ser descubierto, pero no era capaz de apartar la vista de aquella mujer. Era hermosa, una auténtica belleza india. Delgada, de piel morena y pelo y ojos oscuros. Su pecho, perfecto, apenas estaba tapado por sus brazos. El mago siguió mirándola, a pesar de lo atraído que se sintió por ella, no podía apartar de su mente el recuerdo de Sam, la mujer a la que el amaba, Estaba seguro de que ella sería mucho más hermosa desnuda que esa hechicera.
Iris se tapó con una toalla y se dirigió al interior del castillo. Hermi la siguió, pero, al estar tan embobado con el cuerpo desnudo de aquella chica, pisó una rama, partiéndola y delatando su posición. La chica se dio la vuelta, mirando al lugar del que había surgido aquel ruido.
-¿Quién anda ahí?
Hermi intentó esconderse, pero, Iris se acercaba rápidamente a él. No tenía escapatoria, lo habían descubierto. En menos de cinco minutos había estropeado su propio plan de captura.
No tardó en encontrarla. La chica se encontraba en medio de un lago cristalino, dándose un baño. Hermi se escondió detrás de un árbol, lo suficientemente alejado como para que, si Iris se daba la vuelta, no pudiera verlo.
El chico se quedó allí plantado, esperando a que la hechicera saliera del agua. Su primer trabajo para poder realizar bien esa misión era espiar a la chica durante unas cuantas horas y, si era necesario, durante un día entero. Debía averiguar cuál era su punto más fuerte y cuál es más débil. Lo malo de aquella misión era que la directora de la academia no lo había informado del motivo para que la quería.
No pasaron muchos minutos más cuando Iris salió del agua. Iba totalmente desnuda y su piel morena brillaba por el reflejo que daba el sol sobre el agua de su cuerpo. Hermi se quedó mirándola fijamente, era la primera vez que miraba a una chica desnuda. Tragó saliva, tenía miedo a ser descubierto, pero no era capaz de apartar la vista de aquella mujer. Era hermosa, una auténtica belleza india. Delgada, de piel morena y pelo y ojos oscuros. Su pecho, perfecto, apenas estaba tapado por sus brazos. El mago siguió mirándola, a pesar de lo atraído que se sintió por ella, no podía apartar de su mente el recuerdo de Sam, la mujer a la que el amaba, Estaba seguro de que ella sería mucho más hermosa desnuda que esa hechicera.
Iris se tapó con una toalla y se dirigió al interior del castillo. Hermi la siguió, pero, al estar tan embobado con el cuerpo desnudo de aquella chica, pisó una rama, partiéndola y delatando su posición. La chica se dio la vuelta, mirando al lugar del que había surgido aquel ruido.
-¿Quién anda ahí?
Hermi intentó esconderse, pero, Iris se acercaba rápidamente a él. No tenía escapatoria, lo habían descubierto. En menos de cinco minutos había estropeado su propio plan de captura.
5: ¿Enserio crees que puedes conmigo, capullo?
Taku caminaba, cogiendo a Sam por la cintura, cerca de las pistas de entrenamiento, dirigiéndose hacia su habitación. La chica se encontraba completamente calla, el chico la miraba, con cara de preocupación.
-Sam, amor, ¿qué te pasa?
-Nada...
-Sam, no me mientas. Dime. ¿qué te preocupa?
-Que tu madre quiere expulsarme de la academia, ¿qué sino?
-Tranquila. No será capaz. Creo que le ha quedado claro que si te expulsa, yo me iré contigo y se que eso es algo que no va a permitir. Le encanta temernos aquí a mi hermana y a mi.
Sam no tuvo tiempo a responder, porque un chico les gritó.
-¡Vosotros! ¡No os vais a ir así sin más! ¡Lograré que os expulsen!
-¿Y a eso lo llamas amenaza?- Taku comenzó a reírse mirando al chico, que resultó ser un miembro del consejo escolar.
Sin hacerle caso, el chico intentó agredir a Sam, pero antes de que este llegará a tocarlo, Taku ya le diera una patada.
-Nadie toca a mi novia. Y menos un puto siervo de mi madre- los ojos del chico estaban totalmente rojos.
-Amor, tranquilo- Sam lo miraba, intentando calmarlo. Sabía que no era bueno que el vampiro se cabreara.
-Sam, aléjate, no quiero hacerte daño por error.
La chica se alejó, dejando a los dos alumnos enfrentarse entre si.
El miembro del consejo estudiantil volvió a intentar un ataque, pero, de nuevo, Taku lo paró, golpeándole la espalda.
-Que penoso... ¿Y tú eres una de las manos derecha de mi madre? Me haces gracia, ¿sabes?
-Cállate, capullo.
Taku sonrió de lado y el lugar empezó a quedar cubierto por una niebla densa, haciendo que al otro chico le costara respirar y moverse. Aprovechando eso, Taku lo agarró del cuello y lo lanzó lejos. Cuando se recompuso, el vampiro le dio una patada, derribando de nuevo a su adversario. El joven lo miró, con odio y le lanzó un hechizo a Taku, pero este no llegó a causarle ningún daño. Atónito y sin comprender nada, el miembro del consejo de estudiantes, consiguió ponerse en pie y golpear al vampiro en la mandíbula, cosa que lo cabreó aún más.
La pelea siguió durante una par de minutos, hasta que el joven estaba tirando en el suelo, jadenate y sangrando por el labio. Cuando Taku iba a acabar con él, una voz, gritando, se lo impidió.
-Sam, amor, ¿qué te pasa?
-Nada...
-Sam, no me mientas. Dime. ¿qué te preocupa?
-Que tu madre quiere expulsarme de la academia, ¿qué sino?
-Tranquila. No será capaz. Creo que le ha quedado claro que si te expulsa, yo me iré contigo y se que eso es algo que no va a permitir. Le encanta temernos aquí a mi hermana y a mi.
Sam no tuvo tiempo a responder, porque un chico les gritó.
-¡Vosotros! ¡No os vais a ir así sin más! ¡Lograré que os expulsen!
-¿Y a eso lo llamas amenaza?- Taku comenzó a reírse mirando al chico, que resultó ser un miembro del consejo escolar.
Sin hacerle caso, el chico intentó agredir a Sam, pero antes de que este llegará a tocarlo, Taku ya le diera una patada.
-Nadie toca a mi novia. Y menos un puto siervo de mi madre- los ojos del chico estaban totalmente rojos.
-Amor, tranquilo- Sam lo miraba, intentando calmarlo. Sabía que no era bueno que el vampiro se cabreara.
-Sam, aléjate, no quiero hacerte daño por error.
La chica se alejó, dejando a los dos alumnos enfrentarse entre si.
El miembro del consejo estudiantil volvió a intentar un ataque, pero, de nuevo, Taku lo paró, golpeándole la espalda.
-Que penoso... ¿Y tú eres una de las manos derecha de mi madre? Me haces gracia, ¿sabes?
-Cállate, capullo.
Taku sonrió de lado y el lugar empezó a quedar cubierto por una niebla densa, haciendo que al otro chico le costara respirar y moverse. Aprovechando eso, Taku lo agarró del cuello y lo lanzó lejos. Cuando se recompuso, el vampiro le dio una patada, derribando de nuevo a su adversario. El joven lo miró, con odio y le lanzó un hechizo a Taku, pero este no llegó a causarle ningún daño. Atónito y sin comprender nada, el miembro del consejo de estudiantes, consiguió ponerse en pie y golpear al vampiro en la mandíbula, cosa que lo cabreó aún más.
La pelea siguió durante una par de minutos, hasta que el joven estaba tirando en el suelo, jadenate y sangrando por el labio. Cuando Taku iba a acabar con él, una voz, gritando, se lo impidió.
Visiones de futuro #6
Marc miraba a Erica, ella le sonreía con ternura, esperando una respuesta del chico o un simple gesto que le indicara qué le pasaba por la cabeza al nuevo vampiro.
-Entiendo- fue lo único que fue capaz de decir.
-No estoy diciendo que piense matarte, ni mucho menos- hablaba de forma calmada y sonriéndole-. Sólo que, si mueres, seguirás existiendo y que serás un auténtico vampiro.
-¿Y qué diferencia hay entre ahora y serlo de forma completa?
-A parte de la inmortalidad, tendrás más fuerza y serás más rápido. Ya no necesitarás comer ni dormir.
-¿Y qué tengo ahora de vampiro?
-Que necesitas sangre para poder sobrevivir, aunque no tanta como yo, por supuesto. Que tus heridas se curan mucho más rápido. El sol de molesta y tus sentidos están mucho más agudizados.
-Erica... Me gustaría estar solo. Necesito tiempo para asimilar todo esto.
-Claro.
Marc acompañó a la vampiresa a la puerta y cuando esta salió por la puerta, subió hasta su cuarto.
Una vez allí se tiró sobre la cama deshecha, ni siquiera había abierto la persiana, todo estaba a oscuras. Se notaba que hoy estaba completamente solo en casa.
Suspiró. El día se le había ido al garete. Su plan para hoy era pasarse el día jugando a la play, comer pizza y verse algunas pelis. Pero la visita de Erica había cambiado todo eso. Bueno, realmente, la llegada de esa chica había provocado que su viera cambiara por completo. ¿Qué sería ahora de su vida? ¿Y de su familia y amigos? ¿Ahora se iría con aquella chica a acabar con todos esos cazavampiros?
Le empezaba a doler la cabeza, necesitaba descansar, aunque sabía que le iba a ser totalmente imposible. Cerró los ojos e intentó dormir.
Se despertó pasadas dos horas, sudando y más cansado de lo que se había acostado. Se dirigió al baño para mojarse la cara y al verse al espejo, comprobó que sus ojos estaban rojos. Tenía hambre y, precisamente, no era comida lo que quería.
-Entiendo- fue lo único que fue capaz de decir.
-No estoy diciendo que piense matarte, ni mucho menos- hablaba de forma calmada y sonriéndole-. Sólo que, si mueres, seguirás existiendo y que serás un auténtico vampiro.
-¿Y qué diferencia hay entre ahora y serlo de forma completa?
-A parte de la inmortalidad, tendrás más fuerza y serás más rápido. Ya no necesitarás comer ni dormir.
-¿Y qué tengo ahora de vampiro?
-Que necesitas sangre para poder sobrevivir, aunque no tanta como yo, por supuesto. Que tus heridas se curan mucho más rápido. El sol de molesta y tus sentidos están mucho más agudizados.
-Erica... Me gustaría estar solo. Necesito tiempo para asimilar todo esto.
-Claro.
Marc acompañó a la vampiresa a la puerta y cuando esta salió por la puerta, subió hasta su cuarto.
Una vez allí se tiró sobre la cama deshecha, ni siquiera había abierto la persiana, todo estaba a oscuras. Se notaba que hoy estaba completamente solo en casa.
Suspiró. El día se le había ido al garete. Su plan para hoy era pasarse el día jugando a la play, comer pizza y verse algunas pelis. Pero la visita de Erica había cambiado todo eso. Bueno, realmente, la llegada de esa chica había provocado que su viera cambiara por completo. ¿Qué sería ahora de su vida? ¿Y de su familia y amigos? ¿Ahora se iría con aquella chica a acabar con todos esos cazavampiros?
Le empezaba a doler la cabeza, necesitaba descansar, aunque sabía que le iba a ser totalmente imposible. Cerró los ojos e intentó dormir.
Se despertó pasadas dos horas, sudando y más cansado de lo que se había acostado. Se dirigió al baño para mojarse la cara y al verse al espejo, comprobó que sus ojos estaban rojos. Tenía hambre y, precisamente, no era comida lo que quería.
domingo, 7 de septiembre de 2014
4: Cada día la odio más
Cuando llegaron al despacho de la directora, antes de entrar, Taku saltó al suelo tomando su aspecto humano. Entraron sin llamar y el chico miró a su madre, un tanto malhumorado.
-¿Qué quieres?
-¿Esa es forma de hablarle a tu madre?
-Sí. Y ahora, contesta.
-¿No es obvio por lo qué te he hecho llamar?
-Pues no. Déjate de rodeos, que tengo mejores cosas que hacer que verte la cara, vieja.
-Takumu, paso por alto tu comportamiento, que no vayas a clases y todo lo que haces. Lo que si que no voy a tolerar es que salgas con esta maldita demonio.
- Esa maldita demonio, como tú la llamas, es mi novia y la quiero. Y me importa una mierda que no te parezca bien que salgamos. Como si infringiéramos alguna norma con ello.
-Bien sabes que os pasáis el día incumpliendo normas, ¿acaso crees que soy estúpida?
-Hombre, ahora que sacas el tema...- Se rió un poco mientras que Sam sólo esbozó una leve sonrisa, quería mantenerse al margen en todo aquello,
-Tú y tu maldita..., "novia" os pasáis el día infringiendo normas.
-Eso no es cierto- Sam miró a la directora, aunque quisiera mantenerse al margen, no podía, era un tema que tenía que ver con ella de forma directa.
-¿Cómo que no? Os escapáis de la academia y, por si fuera poco, dormís siempre juntos, cuando está estrictamente prohibido que, tanto chicas como chicos, estén en los dormitorios del sexo opuesto por la noche.
-Tengo permiso para ausentarme, por motivos de alimentación- la chica sonrió, divertida.
-Eso no es excusa para escapar todos los días.
-Pero está conmigo. Y yo puedo salir cuando quiero, así que, Sam no incumple nada- Taku mira a su madre, sonriendo de lado.
-¿Y no niegas que duermas cada día con ella?
-Sam duerme con un gato. Eso no incumple norma alguna.
-Los animales están prohibidos.
-No los familiares. Puede que el familiar sea un gato.
-No intentes tomarme el pelo, Takumu. Tengo motivos más que suficientes para echarla de aquí. Además, no te permito que salgas con un demonio y mucho menos de la familia enemiga.
-Si odiabas tanto a mi familia, ¿por qué me has aceptado en la academia?- Le preguntó Sam, algo enfadada.
-Un error. Quién preparó las cartas de admisión y las matrículas fue mi hija. Pero no dudes en que te expulsaré.
-Si ella se va, yo me iré con ella. Sam, mi madre no tiene nada importante que decirme, vayámonos a la cama, estoy cansado.
Sin dejar que ninguna de las dos pudiera decir algo al respeto, tiró de Sam hacia el exterior.
-Amor...- Su voz sonaba apagada.
-¿Qué pasa?
-Yo no quiero irme de aquí...
-Tranquila, no lo permitiré. Y sino, me iré contigo.
La chica le sonrió y el la abrazó y la besó.
-¿Qué quieres?
-¿Esa es forma de hablarle a tu madre?
-Sí. Y ahora, contesta.
-¿No es obvio por lo qué te he hecho llamar?
-Pues no. Déjate de rodeos, que tengo mejores cosas que hacer que verte la cara, vieja.
-Takumu, paso por alto tu comportamiento, que no vayas a clases y todo lo que haces. Lo que si que no voy a tolerar es que salgas con esta maldita demonio.
- Esa maldita demonio, como tú la llamas, es mi novia y la quiero. Y me importa una mierda que no te parezca bien que salgamos. Como si infringiéramos alguna norma con ello.
-Bien sabes que os pasáis el día incumpliendo normas, ¿acaso crees que soy estúpida?
-Hombre, ahora que sacas el tema...- Se rió un poco mientras que Sam sólo esbozó una leve sonrisa, quería mantenerse al margen en todo aquello,
-Tú y tu maldita..., "novia" os pasáis el día infringiendo normas.
-Eso no es cierto- Sam miró a la directora, aunque quisiera mantenerse al margen, no podía, era un tema que tenía que ver con ella de forma directa.
-¿Cómo que no? Os escapáis de la academia y, por si fuera poco, dormís siempre juntos, cuando está estrictamente prohibido que, tanto chicas como chicos, estén en los dormitorios del sexo opuesto por la noche.
-Tengo permiso para ausentarme, por motivos de alimentación- la chica sonrió, divertida.
-Eso no es excusa para escapar todos los días.
-Pero está conmigo. Y yo puedo salir cuando quiero, así que, Sam no incumple nada- Taku mira a su madre, sonriendo de lado.
-¿Y no niegas que duermas cada día con ella?
-Sam duerme con un gato. Eso no incumple norma alguna.
-Los animales están prohibidos.
-No los familiares. Puede que el familiar sea un gato.
-No intentes tomarme el pelo, Takumu. Tengo motivos más que suficientes para echarla de aquí. Además, no te permito que salgas con un demonio y mucho menos de la familia enemiga.
-Si odiabas tanto a mi familia, ¿por qué me has aceptado en la academia?- Le preguntó Sam, algo enfadada.
-Un error. Quién preparó las cartas de admisión y las matrículas fue mi hija. Pero no dudes en que te expulsaré.
-Si ella se va, yo me iré con ella. Sam, mi madre no tiene nada importante que decirme, vayámonos a la cama, estoy cansado.
Sin dejar que ninguna de las dos pudiera decir algo al respeto, tiró de Sam hacia el exterior.
-Amor...- Su voz sonaba apagada.
-¿Qué pasa?
-Yo no quiero irme de aquí...
-Tranquila, no lo permitiré. Y sino, me iré contigo.
La chica le sonrió y el la abrazó y la besó.
e) Ya se me olvidaba que tenía que contarle algo
Suspira, ya había pasado un año desde que entrara en la academia y desde que se encargaba de informar a la directora del desarrollo en la relación entre el hijo de esta y la chica a la que él amaba. Durante todos eses meses había observado y soportado como aquel vampiro se la arrebataba, sin darla una oportunidad a conquistarla. A pesar de eso, durante aquel tiempo, Sam y Taku no habían hecho más que mejorar su amistad, nunca los había visto besarse... Hasta hoy. Aquel simple beso lo había destrozado.
Para intentar sacarse eso de la cabeza, comenzó a preparar su mochila. Sabía que mucho no iba a necesitar para cumplir aquella misión, esperaba que fuera como el resto que hacía para las clases. Nunca le llevaban más de uno o dos días cumplirlas, sin contar con el tiempo de viaje.
Cuando terminó de preparar la mochila, cogió su bastón de mago y salió fuera de la academia. Le daba pena no poder despedirse de Sam, aunque como ahora estaba con su novio era mejor no alejarse. Seguro que a la directora no le haría gracia saber que su hijo salía con la demonio. Hermi se paró en seco al darse cuenta de que no la había informado. Con las prisa de ir a hacer la misión que le había mandado, no le contara las nuevas de la pareja. Volvió corriendo hacia el interior de la academia y se dirigió al despacho de la directora. Una vez allí llamó a la puerta y esperó la respuesta de la directora.
-Pase.
Hermi entró y se quedó mirándola.
-¿No le acabo de dar una orden y una información exacta de lo que debe hacer? ¿No he sido suficientemente clara, señor Owen?
-Sí, sí. No es por eso por lo que he venido. Verá, tengo información nueva acerca de su hijo.
-¿Si? Cuénteme que es.
-En la academia, desde hace una semana, hay rumores de que Samantha y Takumu son pareja.
-¿Y no me has informado de ello?- Lo interrumpe antes de que Hermi siguiera informándola de lo que sabía.
-Creía que sólo eran rumores sin fundamento, como los de la última vez.
-¿Y bien? ¿Son sólo eso?
-No, señora. Hoy he podido comprobar con mis propios ojos que es cierto, Samantha y Takumu son pareja.
-Excelente, gracias por la información, Hermida. Mandaré a algún miembro del consejo escolar a por ellos. Siga con la misión que le he encargado- hizo un movimiento con la mano, indicando que ya se podía ir.
-Si, señora.
Hermi volvió a salir de la academia. Seguro que con la ayuda de la directora conseguía que Sam fuera sólo para él, porque era obvio que no iba a permitir que su hijo siguiera saliendo con la chica que ella odiaba.
Para intentar sacarse eso de la cabeza, comenzó a preparar su mochila. Sabía que mucho no iba a necesitar para cumplir aquella misión, esperaba que fuera como el resto que hacía para las clases. Nunca le llevaban más de uno o dos días cumplirlas, sin contar con el tiempo de viaje.
Cuando terminó de preparar la mochila, cogió su bastón de mago y salió fuera de la academia. Le daba pena no poder despedirse de Sam, aunque como ahora estaba con su novio era mejor no alejarse. Seguro que a la directora no le haría gracia saber que su hijo salía con la demonio. Hermi se paró en seco al darse cuenta de que no la había informado. Con las prisa de ir a hacer la misión que le había mandado, no le contara las nuevas de la pareja. Volvió corriendo hacia el interior de la academia y se dirigió al despacho de la directora. Una vez allí llamó a la puerta y esperó la respuesta de la directora.
-Pase.
Hermi entró y se quedó mirándola.
-¿No le acabo de dar una orden y una información exacta de lo que debe hacer? ¿No he sido suficientemente clara, señor Owen?
-Sí, sí. No es por eso por lo que he venido. Verá, tengo información nueva acerca de su hijo.
-¿Si? Cuénteme que es.
-En la academia, desde hace una semana, hay rumores de que Samantha y Takumu son pareja.
-¿Y no me has informado de ello?- Lo interrumpe antes de que Hermi siguiera informándola de lo que sabía.
-Creía que sólo eran rumores sin fundamento, como los de la última vez.
-¿Y bien? ¿Son sólo eso?
-No, señora. Hoy he podido comprobar con mis propios ojos que es cierto, Samantha y Takumu son pareja.
-Excelente, gracias por la información, Hermida. Mandaré a algún miembro del consejo escolar a por ellos. Siga con la misión que le he encargado- hizo un movimiento con la mano, indicando que ya se podía ir.
-Si, señora.
Hermi volvió a salir de la academia. Seguro que con la ayuda de la directora conseguía que Sam fuera sólo para él, porque era obvio que no iba a permitir que su hijo siguiera saliendo con la chica que ella odiaba.
viernes, 5 de septiembre de 2014
Porque los sueños, sueños son
Desde hace algunos años, uno de mis sueños es llegar a ser criminóloga. Quizás no es un deseo corriente, como el típico de "quiero llegar a ser famosa" o "mi mayor sueño es cantar junto a Madonna". Pero, yo no soy como el resto.
Sin embargo, sí que soy igual que todos en que, a la hora de que lo que quiero se haga realidad, eso no va a pasar, porque los sueños, sueños son.
En mi caso, jamás lograré si quiera entrar en una universidad que tenga dicha carrera... Lo sé porque ni siquiera he conseguido acabar el simple bachillerato científico. Poco a poco, día a día. durante los dos años que lo he intentado, me he dado cuenta de que ese sueño, no está al alcance de mi mano, que es una meta demasiado difícil para mi poco intelecto.
Otro sueño, un poco más común, es que siempre me ha ilusionado que me publicasen un libro. Pero, siendo sinceros, como el otro, también se aleja de mi camino. Mi forma de escribir no es demasiado buena, más bien es de lo más común, como la de cualquier otro joven con un poco de imaginación. Por ello, he decidido que me limitaré a escribir como hasta hora, como un mero entretenimiento y vía de escape de la vida real, sin ninguna ambición, simples letras y palabras que, con el tiempo, se perderán por la red.
Con esto no quiero decir que vuestros sueños no lleguen a realizarse, realmente eso no lo pienso, lo único que sé con certeza, es que los míos son imposibles de alcanzar.
Después de haber estragado dos años, bueno, contando primero de bachillerato, tres años de mi vida, me toca pensar qué es aquello para lo que realmente valgo. Dejaré de intentar de ser Sherlock Holmes, aunque más bien me interesaba la parte científica del procedimiento, la de ser la forense; y buscaré para lo que he nacido.
Día a día, veo que realmente no destaco en nada. Hay gente que adora el trabajo con niños, yo no podría; otros, cuidan de personas mayores, tampoco; trabajos cara el público, no soy demasiado sociable, soy más bien borde cuando me cabrean; y en una oficina. no soporto estar encerrada en un despacho. ¿Qué me queda? Yo creo que ya no hay nada.
Para mi, tanto criminología como publicar algo, se me ha espado de las manos, ya no podré alcanzarlo ni aunque me estire completamente. Así pues, repitiendo lo de antes: mis sueños, sueños son.
Vosotros, no seguir mi ejemplo y luchar por lo que queréis. Pero yo, ya me he cansado de luchar...
Sin embargo, sí que soy igual que todos en que, a la hora de que lo que quiero se haga realidad, eso no va a pasar, porque los sueños, sueños son.
En mi caso, jamás lograré si quiera entrar en una universidad que tenga dicha carrera... Lo sé porque ni siquiera he conseguido acabar el simple bachillerato científico. Poco a poco, día a día. durante los dos años que lo he intentado, me he dado cuenta de que ese sueño, no está al alcance de mi mano, que es una meta demasiado difícil para mi poco intelecto.
Otro sueño, un poco más común, es que siempre me ha ilusionado que me publicasen un libro. Pero, siendo sinceros, como el otro, también se aleja de mi camino. Mi forma de escribir no es demasiado buena, más bien es de lo más común, como la de cualquier otro joven con un poco de imaginación. Por ello, he decidido que me limitaré a escribir como hasta hora, como un mero entretenimiento y vía de escape de la vida real, sin ninguna ambición, simples letras y palabras que, con el tiempo, se perderán por la red.
Con esto no quiero decir que vuestros sueños no lleguen a realizarse, realmente eso no lo pienso, lo único que sé con certeza, es que los míos son imposibles de alcanzar.
Después de haber estragado dos años, bueno, contando primero de bachillerato, tres años de mi vida, me toca pensar qué es aquello para lo que realmente valgo. Dejaré de intentar de ser Sherlock Holmes, aunque más bien me interesaba la parte científica del procedimiento, la de ser la forense; y buscaré para lo que he nacido.
Día a día, veo que realmente no destaco en nada. Hay gente que adora el trabajo con niños, yo no podría; otros, cuidan de personas mayores, tampoco; trabajos cara el público, no soy demasiado sociable, soy más bien borde cuando me cabrean; y en una oficina. no soporto estar encerrada en un despacho. ¿Qué me queda? Yo creo que ya no hay nada.
Para mi, tanto criminología como publicar algo, se me ha espado de las manos, ya no podré alcanzarlo ni aunque me estire completamente. Así pues, repitiendo lo de antes: mis sueños, sueños son.
Vosotros, no seguir mi ejemplo y luchar por lo que queréis. Pero yo, ya me he cansado de luchar...
jueves, 4 de septiembre de 2014
d) El motivo por el cual entré en la academia #3
El chico estaba sentado, cabizbajo, esperando a que la directora empezara a hablar.
-¡¿Se puede saber por qué no la has matado?! ¡Era una orden sencilla! ¡Maldito inútil!- los gritos de la señora Arai retumbaron por todo el despacho- Ya sabía yo que no me podía fiar de un maldito mago de pacotilla.
- Es que...- Hermi empezó a hablar, de forma tímida, bastante sonrojado.
-¡¿Es que, qué?!- clavó su fría mirada en el chico.
-Que... No puedo matar a la mujer que amo...
-¿A la mujer que amas? ¡¿Cómo vas a amar a esa asquerosa demonio?!
-¡No es asquerosa!- Se ruborizó al darse cuenta que había gritado y volvió a bajar el tono de su voz- Es la chica más hermosa que he visto jamás y su voz... Tan dulce y suave que hipnotiza... Además... Esa forma en que se mueve... ¡Volvería loco a cualquiera!- sonríe tontamente- Por no hablar de su mirada... Eses ojos marrones color chocolate... Son únicos...
-¿Pero de qué cojones estás hablando, imbécil? ¿Cómo coño te ibas a enamorar de una chica a la que acabas de ver por primera vez?
Antes de que el chico pudiera contestar, una sombra blanca empezó a materializarse. Hermi se puso de pie, su cuerpo se puso en tensión, le avisaba de que eso no era algo bueno. Miró extrañado a la directora, pero ella tenía su misma expresión. Aún cuando aquella sombra era algo borrosa, empezó a hablar.
-Yo sé lo que le ha pasado al chico- su voz sonaba distante, como si no estuviera allí.
-¿Quién eres?- la señora Arai se alejó lo máximo posible de aquella sombra. A pesar de lo asustada que estaba no lo dejaba ver.
-Soy el señor Blake Night, el abuelo de Samantha.
-¡Pero usted está muerto!
-Así es, mas me he aparecido. Precisaba hablar con vos- poco a poco, la sombra tomó el cuerpo de un señor de mediana edad, aunque se notaba que no era corpóreo.
Hermi mira la escena sin entender lo que pasaba. ¿Ese ser espectral era el abuelo de su amada?
-¡Yo no quiero nada con un asqueroso demonio! ¡Y mucho menos si es de la familia Night!
-Cálmese, querida. Es necesario que cooperemos.
-¿Cooperar? ¡Ja! Y no me llame querida.
-Señora Arai. Conozco el desprecio que le tiene a mi nieta, y yo mismo empiezo a tenerlo, sobretodo después de que ella me haya matado- la mira-. Pero, una unión entre mi nieta y su hijo puede beneficiarnos a ambos.
-¡No dejaré que esa demonio siga relacionándose con mi hijo!
-Cálmese, querida. Y présteme atención.
>>Verá, mi intención con mi nieta era convertirla en una auténtica máquina de matar. Desgraciadamente, el cariño de su familiar, hizo que no perdiera del todo su humanidad y, finalmente, mi propia creación se volviera en mi contra. Por ello, mi intención de ahora es arrebatarle su hijo. Hijo que sé que tendrá con Takumu. Una perfecta mezcla de vampirismo y diablismo. Con él lograré lo que no pude con Samantha. Y sin el contacto de sus padres, sin un amor que lo mantenga con su humanidad, llegará a ser el mejor asesino de todos y conseguirá devolverme la vida.
-¡No pienso ayudarle en nada!- La madre de Taku comenzó a reírse.
-Ese niño puede beneficiarnos a ambos. Con él, podrá conseguir el pleno control de su Clan y del resto de vampiros.
La directora se quedó mirando al espectro, dudando en qué hacer. Suspiró antes de responder.
-Está bien... Robaré a mi nieto... Y le ayudaré, sólo porque quiero llegar a gobernarlos a todos.
-Perfecto. En cuanto a ti...- miró a Hermi- Cada demonio tiene un poder diferente. Mi nieta, al parecer, tiene el poder de seducir a los hombres con su voz y mirada, como una sirena. Por eso ahora la amas y no has sido capaz de matarla. Pero, señora Arai, que este chico esté enamorado de ella nos puede beneficiar. Siempre es necesario un topo que nos informe del avance en la relación de los chicos.
-¡No pienso espiar a mi amada!- gritó el chico, acercándose al señor Night.
Riéndose, éste desapareció. La directora clavó su fría mirada en el chico.
-Sí lo harás si quieres seguir vivo o cerca de esa imbécil.
-Está... Está bien- tragando saliva, agachó su cabeza.
-Y ahora salga de mi despacho.
Hermida obedeció y salió de allí. No le gustaba eso de tener que chivarse de la chica a la que amaba y mucho menos sobre si mejoraba o empeoraba su relación con aquel puto vampiro.
-¡¿Se puede saber por qué no la has matado?! ¡Era una orden sencilla! ¡Maldito inútil!- los gritos de la señora Arai retumbaron por todo el despacho- Ya sabía yo que no me podía fiar de un maldito mago de pacotilla.
- Es que...- Hermi empezó a hablar, de forma tímida, bastante sonrojado.
-¡¿Es que, qué?!- clavó su fría mirada en el chico.
-Que... No puedo matar a la mujer que amo...
-¿A la mujer que amas? ¡¿Cómo vas a amar a esa asquerosa demonio?!
-¡No es asquerosa!- Se ruborizó al darse cuenta que había gritado y volvió a bajar el tono de su voz- Es la chica más hermosa que he visto jamás y su voz... Tan dulce y suave que hipnotiza... Además... Esa forma en que se mueve... ¡Volvería loco a cualquiera!- sonríe tontamente- Por no hablar de su mirada... Eses ojos marrones color chocolate... Son únicos...
-¿Pero de qué cojones estás hablando, imbécil? ¿Cómo coño te ibas a enamorar de una chica a la que acabas de ver por primera vez?
Antes de que el chico pudiera contestar, una sombra blanca empezó a materializarse. Hermi se puso de pie, su cuerpo se puso en tensión, le avisaba de que eso no era algo bueno. Miró extrañado a la directora, pero ella tenía su misma expresión. Aún cuando aquella sombra era algo borrosa, empezó a hablar.
-Yo sé lo que le ha pasado al chico- su voz sonaba distante, como si no estuviera allí.
-¿Quién eres?- la señora Arai se alejó lo máximo posible de aquella sombra. A pesar de lo asustada que estaba no lo dejaba ver.
-Soy el señor Blake Night, el abuelo de Samantha.
-¡Pero usted está muerto!
-Así es, mas me he aparecido. Precisaba hablar con vos- poco a poco, la sombra tomó el cuerpo de un señor de mediana edad, aunque se notaba que no era corpóreo.
Hermi mira la escena sin entender lo que pasaba. ¿Ese ser espectral era el abuelo de su amada?
-¡Yo no quiero nada con un asqueroso demonio! ¡Y mucho menos si es de la familia Night!
-Cálmese, querida. Es necesario que cooperemos.
-¿Cooperar? ¡Ja! Y no me llame querida.
-Señora Arai. Conozco el desprecio que le tiene a mi nieta, y yo mismo empiezo a tenerlo, sobretodo después de que ella me haya matado- la mira-. Pero, una unión entre mi nieta y su hijo puede beneficiarnos a ambos.
-¡No dejaré que esa demonio siga relacionándose con mi hijo!
-Cálmese, querida. Y présteme atención.
>>Verá, mi intención con mi nieta era convertirla en una auténtica máquina de matar. Desgraciadamente, el cariño de su familiar, hizo que no perdiera del todo su humanidad y, finalmente, mi propia creación se volviera en mi contra. Por ello, mi intención de ahora es arrebatarle su hijo. Hijo que sé que tendrá con Takumu. Una perfecta mezcla de vampirismo y diablismo. Con él lograré lo que no pude con Samantha. Y sin el contacto de sus padres, sin un amor que lo mantenga con su humanidad, llegará a ser el mejor asesino de todos y conseguirá devolverme la vida.
-¡No pienso ayudarle en nada!- La madre de Taku comenzó a reírse.
-Ese niño puede beneficiarnos a ambos. Con él, podrá conseguir el pleno control de su Clan y del resto de vampiros.
La directora se quedó mirando al espectro, dudando en qué hacer. Suspiró antes de responder.
-Está bien... Robaré a mi nieto... Y le ayudaré, sólo porque quiero llegar a gobernarlos a todos.
-Perfecto. En cuanto a ti...- miró a Hermi- Cada demonio tiene un poder diferente. Mi nieta, al parecer, tiene el poder de seducir a los hombres con su voz y mirada, como una sirena. Por eso ahora la amas y no has sido capaz de matarla. Pero, señora Arai, que este chico esté enamorado de ella nos puede beneficiar. Siempre es necesario un topo que nos informe del avance en la relación de los chicos.
-¡No pienso espiar a mi amada!- gritó el chico, acercándose al señor Night.
Riéndose, éste desapareció. La directora clavó su fría mirada en el chico.
-Sí lo harás si quieres seguir vivo o cerca de esa imbécil.
-Está... Está bien- tragando saliva, agachó su cabeza.
-Y ahora salga de mi despacho.
Hermida obedeció y salió de allí. No le gustaba eso de tener que chivarse de la chica a la que amaba y mucho menos sobre si mejoraba o empeoraba su relación con aquel puto vampiro.
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