jueves, 31 de julio de 2014

9: Perdida

Pasaron aún varias horas hasta que Sam volvió en sí. Cuando abrió los ojos estes estaban teñidos de rojo. Había perdido la cordura, su mirada estaba vacía, ya no reflejaba nada.
-Al fin despiertas, pequeña zorra- el hombre la miraba, con una sonrisa dibujada en sus finos labios. Parecía que no percibiera el cambio en la chica-. ¿Ahora vas a responderme?
La diablilla no respondió, el único sonido que salió de su garganta fue un fuerte gruñido. Estaba cabreada y él era el culpable.
-¿Estás enfadada pequeña? Pobrecita- empezó a reírse, cosa que aumentaba el cabreo de la joven.
Movía de forma brusca sus brazos, intentando romper las cadenas que las mantenían prisionera. Cuando perdía la cordura, su poder aumentaba de una forma inimaginable e incluso era capaz de usar su magia en donde, con sus capacidades normales, no podía realizar. Esperaba que en aquella celda pudiera, aunque fuera, transformarse en demonio, así lograría salir de allí.
-¿Esperas escaparte? Como si pudieras hacerlo. Llevas semanas sin comer y apenas duermes. No tienes las suficiente fuerza como para romper las cadenas que rodean tu cuerpo. Además, aquí no hay magia. No existe nada que te pueda ayudar.
Con sus manos agarró de las cadenas y empezó a tirar de ellas, intentando arrancarlas de ese modo, pero, con su aspecto humano jamás lo lograría.
Reuniendo toda la fuerza de la que disponía, recurriendo a su magia y gritando en el proceso, finalmente logró tomar su aspecto de demonio. Una cola apareció a su espalda, en su cuerpo se le acentuaron más sus músculos, los rasgos de la cara parecían ahora felinos. Ya no parecía una chica buena.
-¡¿Cómo cojones has sido capaz de transformarte?! ¡Es imposible!- por primera vez su voz sonaba algo apagaba y su tono reflejaba el terror que sentía.
Tiró de las cadenas hasta arrancarlas del techo y las paredes. Usando su magia logró derretir el metal que las formaba y así deshacerse de ellas sin el menor esfuerzo. Cuando estaba totalmente liberada, miró a su torturador y se empezó a reír de una forma sádica.
-¿Ahora qué, cabrón? ¿Tienes miedo de está pequeña zorra?- Seguía riéndose mientras se acercaba a él y este se iba pegando más y más a la pared.
Con un movimiento rápido Sam lo agarró del cuello y lo estampó contra la pared, golpeándole de esa forma la cabeza. El hombre golpeó el pecho de la chica con la barra metálica, pero ella ni se inmutó, ya no sentía nada. Le agarró el brazo y empezó a retorcérselo hasta que sintió como el hueso de éste se partía. El torturador empezó a gritar de dolor, el hueso atravesara su piel, saliendo al exterior seguido de sangre. La demonio ya no respondía a nada, sólo lo quería ver muerto, al igual que al resto. Presionando su mano sobre los pectorales de él, acabó por destrozarle el tórax y arrancarle el corazón. Lo tiró lejos mientras observaba como el que la había hecho sufrir durante esos días moría de una forma dolorosa.
Intentó abrir la puerta, pero desde dentro era imposible, ni usando su magia lograba moverla. En el exterior se oían más gritos, alguien se acercaba corriendo. Daba igual quien fuera, ella lo mataría, ya era demasiado tarde, estaba perdida.

martes, 29 de julio de 2014

8: Encaminado

Ya había registrado todas y cada una de las propiedades de su madre. Y como no, en ninguna había encontrado el menor rastro de Sam o de que hubiera estado allí alguna vez. No sentía su presencia, ni notaba su olor o la atracción que le producía su sangre. Era todo demasiado extraño. Era imposible que su chica no diera señales de vida. Y tampoco podía comunicarse con ella de forma telepática. Empezaba a estar harto de esa situación.
Se apoyó en el muro del edificio del que acababa de salir, pensativo y agotado, tanto física como mentalmente. Se le habían acabado las ideas de donde podía encontrarse su pequeña. Sólo cabía la posibilidad de que su madre la tuviera encerrada en algún lugar nuevo.
Se separó del muro. ¡Eso era! Seguro que su madre habría comprado algún almacén o algo así para tenerla controlada y encerrada. Y sabía muy bien quien podría ayudarlo.
Se hizo aparecer en la academia de su madre. Se dirigió al aula donde se impartía "Historia de la magia", si no recordaba mal, eso era lo que le tocaba en ese momento a su hermana pequeña. Ella era quien llevaba los temas de contabilidad y demás del internado.
Irrumpió en el aula sin llamar y se dirigió a su hermana.
-¡Shana! ¡Levántate y ayúdame a buscar a Sam!- empezó a tirar de ella hacia el exterior de la clase.
-Señor Arai. No puede llegar e interrumpir así mi clase. Y menos llevarse de ese modo a una de mis alumnas- el profesor hablaba sin levantar la voz, pero intentaba imponer autoridad con su tono.
El chico lo fulminó con la mirada, sus ojos estaban rojos. No tenía ganas de discutir, pues, no tenía tiempo que perder. Ignorando lo que el profesor decía se llevó a su hermana hacia el despacho de su madre, el cual se encontraba vacío. Shana lo miraba entre intrigada y preocupada.
-Taku, ¿qué pasa? ¿Por qué me sacas de esa forma de clase?
-¿Que qué pasa?- empezó a reírse de una forma nerviosa- Joder... ¡Lo que pasa es que nuestra madre ha secuestrado a mi novia!
-¿Que qué? ¿Sabes dónde la tiene?- el tono de su voz reflejaba su preocupación y el miedo que sentía por lo que pudiera estar pasándole a Sam. Sabía muy bien de lo que sería capaz de hacer su madre.
-Si lo supiera no estaría aquí, Shana... Necesito tu ayuda
-Te ayudaré en lo que pueda.
-Bien. ¿Nuestra madre ha comprado algo últimamente? Me refiero a un edificio o algo así.
-Espera que lo miro- su hermana encendió el ordenador del despacho de su madre. Manejaba el ratón y tecleaba de vez en cuando. Pasaron unos minutos hasta que sonríe y le ofrece una respuesta a su hermano-. Pues si. Nuestra madre ha comprado un almacén abandonado a las afueras de la ciudad. No muy lejos de aquí.
-¡Shana eres un genio! ¿Puedes escribirme la dirección?
Ella asintió y le escribió en un papel la dirección del almacén. Taku salió de allí corriendo, dirigiéndose a aquel lugar tras leer la dirección que le había proporcionado su hermana. Después de 20 días al fin estaba encaminado.

sábado, 26 de julio de 2014

7: Torturada

-¿Qué? ¿Ya no eres capaz de alejar tu mente de tu cuerpo para no volverte loca?- se reía de una forma escandalosa que hacía que el cabreo de Sam fuera en aumento.
La piel de la chica semejaba la de un muerto, las ojeras cubrían ya sus ojos marrones y su cuerpo estaba más delgado que nunca y con marcas de golpes y cortes. Las heridas le había dejado de currar al ritmo de antes.
Había pasado un mes desde que se había despertado en aquella celda y empezaba a pensar que Taku jamás llegaría para rescatarla. Sam ya había probado todo lo que estaba en su mano para lograr escapar, pero, desgraciadamente no había servido de nada, pues las cadenas que la mantenían presa le absorbían su magia y sin ella, era imposible cualquier intento de fuga.
Una vara metálica golpeó el abdomen de Sam. Un intenso dolor empezó a cubrir y recorrer el cuerpo de la demonio. Escupió sangre, posiblemente ese golpe le hubiera causado una hemorragia.
-¿Qué te traes con el Takumu? ¿Es sólo por conseguir beneficio académico? ¿Crees que por tirarte al hijo de la directora conseguirás algo?- su mirada era dura, Sam sabía que si no le respondía la golpearía hasta dejarla inconsciente, sabía que no iba a matarla, por alguna razón la quería con vida.
Lentamente, la joven demonio levantó la cabeza y fulminó a su torturador con la mirada, clavándola sobre la de él. Volvió a escupir sangre antes de responderle.
-Takumu Arai... -sonríe al pronunciar el nombre de su novio-. Vampiro, hijo de la directora de mi academia. Mi mejor amigo y actualmente mi cabeza.
El hombre golpeó la cara de la chica, partiéndole así el labio. La ropa de la chica ya estaba casi en su totalidad teñida de rojo.
-A ver, pequeña zorra.. Te he preguntado tus intenciones o que me cuentes que coño es Takumu para ti. ¿Está claro?- a pesar de que no elevara la voz, sonaba con firmeza y dureza, marcando que él era quien tenía el control de la situación.
Los ojos de la chica se tornaron del color de la sangre. No faltaba demasiado para que perdiera la cordura.
-Samantha Night.. Híbrido. Antigua mestiza. Demonio y hechicera- mira su torturador-. Salgo con Taku porque me enamoré de él. Su madre me odia y más por "robarle" a su hijo. Saliendo con él mis problemas aumenta, no soluciona nada.
-¡Mientes!- tras ello la golpeó dejándola inconsciente.
Llevaba más de 20 días siendo torturada.

jueves, 24 de julio de 2014

Visiones de futuro #4

Erica le dejó tiempo a Marc para que pudiera asimilar todo lo que ella le acaba de contar. Lo miraba, tranquila, pero en cambio, a él se lo veía confuso, algo que era normal, pues no era fácil creerse lo que ella le había contado. 
Pasaron varios minutos hasta que se rompió el silencio.
-Así que ahora soy un chupasangre... Y todo por cosa de lo que dijo un oráculo...- tras decir eso empezó a reírse, como si estuviera loco. 
Ella esperó a que se calmara, la reacción del chico le parecía de lo más normal. Otros reaccionaban peor. 
Marc se desplomó en el sofá, hundiéndose en él. Erica se acercó a él, sonriéndole de forma tierna.
-Ya sé que es difícil de creer. Pero, no todo es como creéis vosotros, los humanos- su voz era cálida y calmada, como si pretendiera calmarlo con su voz-. Existen criaturas a las que tacháis de fabulas, mitológicas o cuentos infantiles. En este mundo hay mucho más de lo que vosotros queréis ver. Y más ahí fuera. 
-¿Ahí fuera? ¿Me estás diciendo que existen extraterrestres?- el chico empezó a reírse de una forma escandalosa. Pero la mirada seria de Erica le hizo entender que tampoco estaba bromeando-. Joder. ¿Y por qué no nos enteramos de eso?
-Vamos, ¿crees que al gobierno le interesa que unos simples humanos conozca la existencia de otros seres? 

-Bueno... Supongo que no- resopla, todo eso sonaba a cuento chino, a una locura de la chica, pero, ¿y si era verdad?- Erica... ¿Por qué precisamente yo? ¿Acaso el oráculo te dio mi nombre y dirección?
-No. Los oráculos nunca dan la información exacta. Ella me dijo que te encontraría y que sabría que eras tú. Sólo me contó como eras. Desconozco los motivos por los que ella te marcó como el elegido, supongo que estaba escrito, sería el destino.
Él la miró. Sabía que necesitaría tiempo para asimilarlo todo. 

miércoles, 23 de julio de 2014

Un año

Ya ha pasado un año desde que escribí mi primer post y creé este Blog junto a mi amigo Ghost. Durante todos este meses hemos escrito historias conjuntamente y por separado. Cada uno siguiendo su estilo.
No todas las publicaciones han sido iguales, variaban según nuestros estados de ánimo. Había meses en los que apenas publicábamos un par de post, por motivos escolares o personales. 
Durante todo este año me han pasado muchas cosas. Todas ellas se han visto reflejadas en cada linea que he escrito. Algunas han sido buenas, como el regreso de un buen amigo mío del que llevaba ya demasiado tiempo sin saber nada, y otras han sido malas, alguna depresión que me causó un bloqueo a la hora de escribir. Incluso ha habido momentos que sentí que no debía seguir escribiendo en el Blog, apartarlo de mi vida y dedicarme a otra cosa. Pero, por suerte, al final siempre decidía volver.
Con cada publicación siento que voy mejorando mi forma de expresarme, quizás no sea cierto, pero intento que así sea. No es mi intención que me lea todo el mundo, pero me emociona ver que lo que escribo se lee, incluso fuera de España. Para mi, poder seguir escribiendo, es un pequeño deseo hecho realidad.
Sólo quería agradecer a todas esas personas que han logrado que ese sueño pueda seguir creciendo día a día y que valga la pena dedicar unas horas de mi vida a escribir y publicarlo.
Gracias por leernos a lo largo de este año.
Espero seguir aquí durante mucho más tiempo.
Un saludo,
                                                                                                                                                       Samy.

sábado, 19 de julio de 2014

6: Cansado

Los días seguían pasando y no encontraba a Samy por ninguna parte que recordase que soliera frecuentar su chica. Tampoco había rastro de su olor o su presencia. Su madre sabía como hacer desaparecer a la gente y que ésta sólo pudiera ser encontrada si ella lo deseaba. Había registrado cada rincón de la casa familiar, pero el resultado era el mismo.
Empezaba a estar harto de que nadie supiera darle una respuesta acerca del paradero de la joven demonio. ¿Cómo podía ser que nadie la hubiera visto en estes últimos días? Eso era algo imposible, aunque al parecer, eso no era así.
El problema de estar sin ella, a parte de esa soledad que sentía, era que tenía que alimentarse de otras chicas. Y, para su desgracia, la cantidad de sangre que tenía que tomar para alimentarse era mayor de la que tomaría si fuera la de Sam. Esto era debido a que el poder que le daba la sangre de la diablilla era mayor que el del resto de ellas y, después de llevar meses mordiéndola sólo a ella, su cuerpo se había acostumbrado a recibir una mínima cantidad de energía.
Tras unas cuantas horas de búsqueda sin éxito, se sienta en un banco de un parque. Cierra los ojos, mientras un recuerdo le viene a la cabeza.

Taku estaba tranquilo por uno de los jardines de la academia de su madre, mirando a una chica, sonriendo, se acerca a ella y la besa.
-Sam, te amo.
- Y yo a ti también, amor- dijo ella tras responderle al beso.
Sam lo abrazó y le sonrió, mientras, Taku comenzó a darle varios besos en el cuello y morderle el lóbulo de la oreja, de una forma juguetona.
-Amor... No me muerdas la oreja...- le dijo, sonrojada, tras reírse de forma divertida.
-¿Por?
-Ya sabes porqué.
Vuelven a besarse durante un rato.  Seguían abrazados en medio del jardín de su academia, felices por tenerse mutuamente, sin importarles el resto.

Suspira. Echaba de menos no tener con él a su novia. Pero más echaba de menos poder besarla y morderle la oreja como a ella tanto le gustaba. Empezaba a estar cansado...

miércoles, 16 de julio de 2014

Visiones de futuro #3

-Perdona... Me ha parecido escuchar que soy un vampiro- Marc sonríe a Erica mientras dice esto, intentando no perder la compostura.
-Sí, así es. Me alegro de que te lo estés tomando tan bien. No esperaba una reacción como esta. Más bien que me tomaras por loca y no me creyeras. 
-¡¿Pero tú que coño te has fumado?! ¡¿Cómo cojones vamos a ser vampiros?!- se pone en pie y la mira.
-Si... Me esperaba una reacción como esa.
-¡Es que no puedes llegar a una casa de un desconocido y decirle que es un vampiro! ¡Eso no hay quien se lo crea!
-Calmate, Marc- lo mira, con una sonrisa y sin perder la compostura.
-¡¿Qué me calme?!- su voz sonaba por toda la habitación.
-Sí- clava sus ojos en los de Marc y le obliga a callarse usando su autoridad-.  No podrás volver a hablar hasta que yo no quiera que lo hagas. Y así mejor, porque esta historia que tengo que contarte es bastante  larga y es importante que aceptes ser mi aprendiz. No es por presionarte pero, tú eres quien salvará al mundo de la destrucción de los Cazadores.
>>Mira. Los vampiros existimos desde hace siglos, menos que los humanos, por supuesto, pero no tardamos demasiado en aparecer, al igual que otras criaturas como demonios o hombres lobos. Para que te hagas a una idea, al principio, sólo existía bondad en el mundo, ya sabes, ángeles, magos blancos y humanos. Pero como siempre, aparecen algunos que ansiaban con hacerse con todo el poder y llegar a gobernar sobre la tierra- para para tomar aire y lo mira-. Tampoco te voy a contar todo tal cual fue. Te lo resumiré bastante.
>>Un día. algunos ángeles, humanos y magos, decidieron intentar ese, digamos golpe de estado. Obviamente fracasaron y fueron castigados, siendo convertidos en las criaturas que somos ahora o en muchas otras. Aparecieron los demonios, los vampiros, sirenas y demás. Los magos se dividieron, había aparecido la magia negra. Como todo, también aparecieron los primeros humanos que intentaban acabar con esas bestias, ellos eran los conocidos como Los Cazadores, sene entrenaban para darnos caza y matar, sin excepciones.
>>El por qué de que te convirtiera a traición en vampiros, es porque el Oráculo indicó que tú eres el Elegido, aquel que acabaría con esa lucha ancestral. Ya que, como es obvio, no todos somos bestias ni merecemos la muerte. No todos tuvimos elección, algunos nacimos así y otros fueron creados.
Marc la mira, perplejo, no sabía que pensar acerca de lo que acaba de escuchar. Aún le quedaban muchas preguntas que hacerle.

lunes, 14 de julio de 2014

5: Nostálgica

Seguían pasando los días y ella seguía encerrada en aquella maldita y mugrienta celda. Ahora incluso le había puesto cadenas rodeando su cuello y cintura. Todo aquello empezaba a consumir su energía. Se encontraba más débil y cansada que nunca.
Lo único que le permitía conservar su cordura eran los momentos vividos con Taku. Cerraba los ojos y enviaba su mente al lugar donde esos recuerdos se encontraban, un lugar muy alejado de allí...

Se encontraba acostada boca abajo en su cama, tapada únicamente por una fina sábana, que ni siquiera le cubría todo su cuerpo. Al poco nota como unas manos pasan lentamente por su espalda, como intentando no despertarla, pero ella ya lo estaba, con lo que se gira y le sonríe. Él le devuelve una sonrisa y la besa con ternura.
-Buenos días, princesa- su novio hablaba en voz baja y tranquila, sin dejar de sonreír.
-Buenos días, amor- ella, aún dormida, le contesta con la voz algo ronca y lo abraza con ternura.
Taku la aprieta a él y le besa su cabeza, Sam apoya la cabeza en los pectorales de él y sonríe. Le encantaba poder estar así con alguien como él. 
-Sam, tengo hambre... ¿Puedo?- dice mientras le aparta el pelo del cuello.
Ella asiente. Había pasado de odiar que le mordiera a gustarle e incluso excitarle. Taku acerca la boca a su cuello y empieza a lamérselo, tras ello la muerde débilmente, mientras sus colmillos iban perforando la piel de la chica y poco a poco de su cuello empieza a emerger sangre y él empieza a chupársela lentamente, disfrutando de su sabor. Sam tenía los ojos cerrados, mientras pega a Taku más a ella y le acaricia la espalda. Notaba como su sangre salía con calma por las dos pequeñas marcas de su cuello. No le preocupaba alimentarlo, total se recuperaría en cuestión de segundos, aunque ella no había empezado a hacerlo por gusto, sino porque, a pesar de que ahora ya no era así, su chico era bastante sanguinario y no soportaba ver como él hacía sufrir a otras chicas para poder alimentarse.
Pasan aún un par de minutos hasta que él despega los labios del cuello de la chica y le lame las pequeñas gotitas que quedaban en el mordisco. Tras ello, besa a su novia con ternura. Sam, a pesar de no ser un vampiro, había acabado por acostumbrarse a besar a su novio cuando sus labios aún tenían aquel regusto a sangre.
-Sabes que no es necesario que me alimentes, amor- le acaricia la mejilla.
-Lo sé, y sabes que me da igual.
-Te quiero, Sam.

Una bofetada demasiado fuerte la trae de vuelta, aquel estúpido la había sacado de sus recuerdos.
-No dejaré que tu mente se aleje y puedas conservar la cordura, zorra.
Ella lo mira, desafiante. Pero, realmente estaba cansada y se sentía nostálgica...

jueves, 10 de julio de 2014

¿Por qué mis gustos se tiene que considerar sólo de chicos?

Desde que entré en preescolar he estado siempre rodeada de chicos. En primaria es cuando llegaron otras dos chicas a mi clase, pero aún así, sus gustos no eran "femeninos". 
Puede que por ello prefiera la compañía de chicos que de chicas, pero eso no implica que sólo tenga amigas, tan sólo que me siento más cómoda rodeada de gente del sexo opuesto. También, el hecho de crecer rodeada de niños, influyera en que mis gustos musicales, estilo de vestir o de videojuegos, pelis y libros se parezca al suyo. Pero... ¿Por qué etiquetar las cosas por géneros?
Nunca entenderé porqué mis gustos no están bien por ser una chica. ¿Por qué está mal que prefiera el Metal que la música Pop? No me gustan cantantes como Enrique Iglesias o Pablo Alborán. ¿Por ser una chica estoy obligada a escuchar esa música? No me parece justo...
También prefiero ver una peli de acción que una romántica, sinceramente estas me aborrecen notablemente. 
Prefiero pasarme la tarde con mis amigos hablando del nuevo juego que ha salido a la venta que estar con mis amigas hablando sobre lo bueno que está aquel chico de la esquina. Me llena más una tarde jugando y haciendo tonterías que pasarme todo el día en un centro comercial yendo de compras. ¿Qué tiene eso de divertido? 
Estoy cansada de que me critiquen por no tener los gustos que debería esperar de mi. ¿No se supone que pertenecemos a una sociedad moderna en la que hombres y mujeres somos iguales? Para eso aún falta demasiado...
Tampoco me gusta ir a las modas ni pasarme el día en tacones y minifalda. Las deportivas son mucho más cómodas.
Por mis gustos no me considero menos femenina, sólo que no me apasiona lo mismo que a la mayoría.

domingo, 6 de julio de 2014

4: Enfadado

-¡¿Qué le has hecho a Sam?!- agarrando a su madre del cuello la pegó contra la pared- Dime donde está, vieja bruja o...
-¿O qué?- le interrumpió su madre- ¿Vas a matarme? Si me matas, jamás sabrás donde está la estúpida de tu novia. Puede estar en la academia o en casa, o quizás en otro lugar- empezó a reírse malvadamente y, de un manotazo, apartó a su hijo.
Taku la miró con odio, sabía que no podía matar a su madre, o jamás encontraría a su novia. La risa de la Directora no hacía más que aumentar el odio y cabreo que sentía hacia ella. Necesitaba que le dijera dónde estaba Sam.
-¿Dónde está?
-¿Crees que soy tan idiota como para decírtelo?- volvió a reírse de la misma forma- No pienso contártelo nunca. Y yo soy la única que sabe donde se encuentra tu... "amiguita".
-¿Por qué me haces esto?- clava su mirada en la Directora- Prefiero que me tortures a mi a que la tengas a ella encerrada y torturándola.
-¿No es obvio, hijo mío? No la soporto. Y menos soporto que estés con ella. Además, al parecer, en esta época os beneficias mutuamente. ¿Qué mejor día para raptarla que cuando sangra?
-¡¿Cómo puedes ser tan zorra, madre?!- rugiendo golpea a su madre, partiéndole el labio- ¿Acaso te ha hecho algo malo?
-¡Es un demonio! ¡No puedes salir con una de ellos! ¡Jamás te lo permitiré, niño estúpido!- decía esto mientras escupía la sangre que le caía del labio y le entraba en la boca.
-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no puedo estar con la única chica por la que alguna vez he sentido algo más que deseos de beber de ella?!
-Porque demonios y vampiros somos enemigos y jamás nos debemos juntar con ellos. Y menos nuestra familia con la de ella.
-Me da igual lo que pienses. Iré a por ella. Y te demostraré lo equivocada que estás, vieja- sale del despacho de su madre dando un golpe a la puerta.
Cierra los ojos y cuando los abre éstes ya había tomando de nuevo su tono normal. Esta cabreado con su madre y eso impulsaba sus deseos de encontrar a su pequeña. No pararía hasta encontrarla. Mataría por ello si fuera necesario.

Visiones de futuro #2

Habían pasado ya varias horas, pero, con el mismo resultado. El chico aún no se había fijado en las marcas de su cuello y al ser un día oscuro y tener la casa totalmente cerrada, tampoco sabía que el sol le molestaba. Empezaba a desesperarle lo estúpido que aquel chico parecía. No le quedaba otra que decírselo ella mismo, porque, a ese paso, pasarían siglos y él seguiría sin darse cuenta.
Se alisó la camisa y llamó al timbre, esperando a que Marc abriera. Escuchó una como alguien gritaba algún insulto dentro de la casa y la puerta no tardó en abrirse y aparecer por ella el chico al que acababa de transformar.
-¡Hola, Marc!- lo saludó con una cálida sonrisa dibujada en su rostro. Él se quedó mirándola, confuso.
-Perdona..., ¿nos conocemos?- Marc tenía los ojos casi cerrados, el sol le dañaba la vista y le molestaba en la piel.
-Tú a mi no, pero yo a ti sí. ¿Puedo pasar?
-Claro... -se hizo a un lado invitándola a pasar, aunque su cara aun reflejaba lo perplejo que se encontraba. Esa chica no le sonaba de nada.
Erica se dirigió al salón y allí se sentó en el sofá cruzando sus piernas. En el televisor había una partida del GTA V en pausa. Eso era lo que había estado haciendo Marc todo el día. Él se sentó a su lado y cerró el juego, tenía la sensación de que aquella visita le iba a arruinar su día.
-Mi nombre es Erica- empezó a hablar en un tono tranquilo, que confortaba al chico-. Soy un vampiro y te trasformé esta misma noche.
Marc la miró perplejo. ¿Qué era qué? Esa había sido la presentación más extraña de su vida. ¿Cómo iba a ser él un vampiro? Era imposible. Aunque, no sabía lo equivocado que estaba al respeto. 

viernes, 4 de julio de 2014

3: Asustada

Al fin alguien la sacaría de allí. ¿Cuánto llevaría encerrada? Seguro que no había pasado más que un par de días, porque sino Taku ya habría ido en su busca.
El pomo de la puerta empezó a descender, lentamente, ésta se fue abriendo. Al no haber demasiada claridad no era capaz de saber a quién pertenecía esa sombra que se podía apreciar a través del hueco de la puerta. No pasaron muchos segundos hasta que quedó totalmente abierta y finalmente pudo ver quién era el que estaba al otro lado.
-¿Decepcionada, pequeña? ¿Esperaba que fuera el asqueroso de tu novio?- mientras hacía estas preguntas retóricas cerraba la puerta para que ella no pudiera lograr adivinar en dónde se encontraba encerrada.
Ella lo miró, ni se inmutó en contestarle, el único ruido que salió de su garganta fue el de un rugido, que expresaba todo el odio y la ira que sentía.
-Vamos, vamos, señorita Night, te haré pasarlo bien el tiempo que estés aquí encerrada, ¿o es que prefieres seguir jugando con ese asqueroso cuchillo?- la mira, con una sonrisa falsa, y le arrebata de sus manos ensangrentadas el cuchillo que había utilizado para eliminar aquellos excesos de sangre de su organismo- Yo mismo me encargaré de que sangres, tanto como quieras. ¿O preferías que fuera tu asqueroso novio quien lo hiciera, mientras mordía y chupaba la sangre de tu cuello?
Cabreada ya, la joven diablilla intenta romper las cadenas que cubrían sus manos. El hombre que había entrado a la celda se reía de ella, de una forma escandalosa y que la cabreaba aún más.
-No podrás romperlas, están hechas para poder soportar la ira de gente mucho más fuerte que tú, además, como ya te habrás dado cuenta, aquí tu magia no sirve, es una prisión mágica, para gente de tu calaña-escupía estas palabras con odio y en su cara ya no había ni rastro de aquella fría sonrisa-. Asquerosos mestizos, abominaciones que jamás deberían haber nacido.
Se tiró hacia él, pero las cadenas no le permitieron acercarse lo suficiente, estaba a apenas unos centímetros de su cuello, dispuesta a estrangularlo. Como respuesta a este impulso, aquel extraño la abofeteó con fuerza, de forma que de su labio comenzó a emanar sangre.
-¿Intentabas matarme, zorra?-sus ojos se nublaron y empezó a reírse de forma sádica.
Ella empezaba a estar asustada.