Sam entra en el edificio con su novio en brazos y se dirige a su sitio, al sentarse, mira al resto de líderes de los otros cuatro clanes y al Trío de Ancianos.
-¿Qué es lo que sucede?- Les pregunta.
-Es hora de que se dea a conocer como líder del clan, Samantha- le respondió uno de los líderes.
-Y a solucionar unos problemas...- añadió otro.
-Yo, Samantha Mina Night, hija del demonio Alan Night y la hechicera Mina Smith, he decidido tomar el cargo de líder del Clan Night, siendo mío por derecho de sangre y por haber acabado con la vida del anterior líder- se presenta mientras acaricia a Taku que no paraba de lamerle las manos y pedirle mimos, dándole pequeños golpecitos en las manos con su cabeza.
-Eres demasiado joven como para liderar un clan.
-Es mi deber, mi padre ya ha ocupado mi cargo durante demasiados años.
-¿Y traes a tu gato aquí?
-Sí- responde abrazando a Taku, mientras este movía la cola contento,
-Samantha, su relación con Takumu Arai está afectando a nuestra raza...- dijo mirándola el padre de Nana.
-¿Por qué?
-El ataque de los vampiros ha aumentado.
-¿Por?
-Eso queremos saber, pero también van a por ustedes- le informó.
-Lo sabemos bien. Pero jamás entenderé esa rivalidad entre especies. Es hora de apartar esas diferencias- los mira a todos y acaricia a Taku-. Si él y yo pudimos, ¿por qué ustedes no?- Los volvió a mirar antes de proseguir hablando- Sinceramente, esto pasa porque lo permitís. Ya empiezo a estar harta de vuestra hipocresía, no sois mejores que los vampiros o los licántropos, Pero más cansada estoy de que me exijan cortar la relación con mi pareja a causa de vuestra rivalidad. Dejadnos estar bien. Si en un futuro decidimos odiarnos e iniciar una guerra, eso ya es cosa nuestra.
-Mas no podemos permitir que eso ocurra- respondió el padre de Nana.
-Si me disculpáis, no sé a que viene tanto empeño en la pureza de sangre. Por algo existen los mestizos.
-¡Pero eso son criaturas que jamás debieron ser creadas! ¡Así lo deseaba Lucifer!- Vociferó otro de los líderes.
-Os equivocáis y os lo demostraré- respondió la joven demonio.
Sam escribió en un papel el título de un libro y le pidió a Taku, de forma mental, que fuer a por él a la biblioteca de su casa. Se quedó mirando al resto de demonios que había en la sala mientras esperaba a que el vampiro regresara con el libro.
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