jueves, 18 de junio de 2015

j) Momento de confesar

A la mañana siguiente Hermi acariciaba el desnudo cuerpo de Iris mientras ella se despertaba lentamente, cuando ya lo estaba del todo, miró a su chico a los ojos y, sonriéndole, le regaló un pequeño beso de buenos días. El correspondió, mas no lo hizo con su alegría de siempre, sino que parecía más triste y ausente de lo normal.
-Cielo...- dijo ella en un tono bajo mientras le acariciaba la mejilla- ¿Tan grave es eso que me quieres decir?
-Sí... Me temo que si...
-Está bien, te escucho- le animó ella.
-Verás... Iris... Mi llegada a este lugar, a junto tuya, no fue tan casual como tu crees- comenzó a explicar él.
-¿A qué te refieres?
-A que tenía una orden de captura. Tenía que llevarte a la academia a la que estudio- suspiró y agacho la cabeza antes de seguir con su relato-. No conozco lo motivos por los que tengo, bueno, tenía que llevarte allí. Fue una orden. Yo simplemente la cumplía.
-¿Por qué no cumpliste con tu misión, Hermi?- Quiso saber ella, su tono de voz seguía siendo el mismo, suave y dulce, muy tranquilizador. Ese tono animaba al chico a seguir hablando.
-Porque... Aquí me sentía y me siento tan bien. Me aceptaste, sin importante quien era o de donde procedía, no hiciste preguntas. Y con el tiempo... Ya lo sabes,.. Me enamoré de ti... Incluso hiciste que me olvidara de ella.
-¿Ella? ¿Tu novia?
-No- se rió él-. La chica que me gustaba. Una joven demonio guapísima, pero mucho menos que tú. ¿Sabes lo gracioso? Yo entré en esa academia para acabar con ella. Es más, la directora de la academia me buscó personalmente para encargarme de matar a esa chica. Quería matarla porque no le gustaba que estuviera con su hijo.
-Esa directora parece una persona horrible...
-Lo es. Por suerte, el día que tenía que acabar con ella, durante un entrenamiento, no lo hice.
-¿Por qué?
-No lo sé... Simplemente me enamoré...
-¿Te enamoraste nada más verla?
-No, al rato. Cuando estaba a punto de matarla. Fue después de oír su preciosa voz y ver sus ojos...
-Te embrujó- se empezó a reír Iris-. No era amor real, solo era un hechizo para poder salvarse.
-¿En serio?
-Sí. Y eso solo se rompe con tu muerte, si ella lo desea o... -Iris miró al chico a los ojos mientras se sonrojaba- Si se encuentra el verdadero amor...
Él, con una sonrisa tímida, también se sonrojó. ¿El verdadero amor? Eso parecía más bien historias de un cuento de hadas.
-Bueno, ¿y qué pasó con la chica?
-Pues que unos años después empezó a salir con el hijo de la directora- ambos se rieron-. Si, justo lo que ella no quería que pasara. Lo malo...
-¿Lo malo..?- Lo animó a seguir ella.
-Es que, como condición para quedarme en la academia, ya sabes que mis padres están muertos y que no tengo ningún lugar al que ir, era espiar cómo avanzaba la relación entre su hijo y la chica. Creo que los echaron a ambos de la academia.
-¿Por qué?
-Porque yo informé de que habían empezado a salir...

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