martes, 2 de junio de 2015

Visiones de futuro #8

Erica y Marc se encontraban en el claro del bosque. El chico tenía los ojos cerrados y parecía nervioso mientras que, la chica, en cambio estaba tranquila mientras caminaba a su alrededor sin hacer ruido. La chica comenzó a hablar entre susurros, acercando su boca a una de las orejas del chico.
-Bien, chico guapo, sigue con los ojos cerrados, concéntrate.
-¿Concentrarme en qué?
-En todo lo que te rodea- le respondió Erica con una sonrisa dibujada en el rostro-. En los olores, los sonidos, las sensaciones... En todo, Marc. Concéntrate y deja que tus sentidos se encarguen de darte la información que necesitas.
El chico asintió y dejó que sus sentidos se intensificaran. Al rato, percibía el más mínimo sonido, incluso notaba la respiración y el pulso de Erica. Los más lejanos olores llenaban sus fosas nasales, acercándole todos los aromas que había en aquel claro. El chico sonrió al sentir a todos los animales que allí había, escondidos y alejados de él, incluso era capaz de notar la tranquilidad que desprendía aquel lugar.
-Creo, creo que ya lo noto Erica...- le dijo él.
-Perfecto, reten todo eso y deja que tu parte más animal se libere, poco a poco y de forma lenta.
El chico obedeció, dejaba que el instinto animal ocupase su cuerpo, que lo recorriera por completo. Abrió los ojos y estos, aún rojos, tenían un brillo nuevo.
-Perfecto chico guapo. Ahora, corre y caza.
Marc salió disparado hacia el interior del bosque, corriendo entre los árboles. Su vista había mejorado notablemente, podía ver en la oscuridad y ver donde estaban los animales. Notaba el pulso de los mismos e incluso creía escuchar como la sangre corría dentro de sus venas. 
Siguió corriendo hasta encontrar la presa que más le interesaba. Dejó que su sed y su instinto animal lo guiase para cazar. Corrió detrás de ella y saltó sobre el animal, agarrándola con fuerza y clavando sus colmillos sobre la yugular del animal. La sangre llenó su boca y mojó sus labios. El chico comenzó a beber intentando saciar su sed. Al rato dejó el cuerpo inerte del animal y miró a su alrededor. 
Erica se acercó a él con una sonrisa de los labios y limpió la boca de Marc con sus dedos.
-No ha estado mal, chico guapo. Te vas a convertir en un gran vampiro, Elegido...

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