Marc besaba la piel desnuda de Erica mientras esta dormía un poco, la huida había sido agotadora. Esperaba que al haber huido por carreteras secundarias los perseguidores no los encontrasen con facilidad.
Erica no tardó en despertarse y nada más hacerlo lo besó con suavidad. Al separarse se quedó pegada a él, calla y sin que se notase su respiración, no tenía ganas de hablar y mucho menos de pensar en qué hacer, sólo quería quedarse acostada en aquella cama pegada a Marc.
Pasaron el fin de semana en la casa rural que habían alquilado, sin que nadie los molestase y sin hablar de lo ocurrido en la vieja casa de la familia de Erica. Por desgracia, sabían que aquella tranquilidad no iba a durar enternamente y que no les quedaba otra que decir qué hacer a partir de ahora.
-Marc...- Comenzó a hablar Erica-, tenemos que pensar a dónde ir y qué hacer.
-Ya- se limitó a responder él.
-No podemos quedarnos aquí ni un día más o acabarán por encontrarnos.
-¿Ir a dónde? ¿O acaso hay más gente que lucha contra el nuevo rey y que nos pueda ayudar?
-Sí, la hay. Pero ninguna en este país.
-Pues vayámonos- dijo él.
-No es tan fácil Marc, no podemos viajar en transporte público, nos encontraran por el registro.
-Hagamos el viaje en coche, amor.
-Ay, chico guapo, están las aduanas y...- Marc no la dejó proseguir.
-No necesitamos ir por los caminos convencionales, ¿cómo, sino, lo hacían los antiguos grandes contrabandistas? Con el pedazo coche que tienes, podemos ir incluso por el medio del bosque.
-Puede que tengas razón, Elegido- le sonrió ella.
-Siempre la tengo, preciosa- y riéndose comenzaron a preparar sus maletas para proseguir con su viaje.
Mi pequeño lugar seguro en donde dejo volar mi imaginación con diferentes historias y en el que escribo lo que siento.
domingo, 27 de diciembre de 2015
miércoles, 16 de diciembre de 2015
Querer escribir y no poder
Hay días en que, a pesar de tener una idea clara en la cabeza y saber perfectamente lo que quiero escribir, mi mente es incapaz de mandar esa información a mis dedos y dejar que ellos sean el instrumento que expresen lo que ella quiere. Esos días, lo que siento, es desesperación. Para mi no hay nada peor que querer escribir y no poder. Me duele más eso que todos los errores léxicos, gramaticales o de poner una letra equivocada en el teclado.
Esos días no hay nada que me haga ser capaz de redactar de la forma en la que quiero hacerlo. No consigo transmitir lo que mi mente crea, el pensamiento, la idea, se me queda bloqueado. Es una sensación de desesperación, sentir que ya no sirvo para esto, aunque puede que realmente nunca haya servido.
Para solucionarlo intento relajarme, respirar hondo e intentar pensar con claridad. Para seguir poso mis dedos sobre el teclado y muevo los dedos despacio y con lentitud, sin llegar a escribir nada. Vuelvo a respirar y esta vez si que tecleo de verdad pero, lo que escribo, no me convence y lo borro todo. Intento repetirlo, pero cada vez me acabo desesperando más, con lo cual cierro el ordenador y, frustrada, me quedo mirando hacia ninguna parte.
Puede pasar minutos, horas o incluso días sin que sea capaz de escribir lo que quería desde un principio, aunque, normalmente, tarde o temprano siempre lo acabo consiguiendo.
Aún así, querer escribir y no poder es lo peor que puede pasar.
Esos días no hay nada que me haga ser capaz de redactar de la forma en la que quiero hacerlo. No consigo transmitir lo que mi mente crea, el pensamiento, la idea, se me queda bloqueado. Es una sensación de desesperación, sentir que ya no sirvo para esto, aunque puede que realmente nunca haya servido.
Para solucionarlo intento relajarme, respirar hondo e intentar pensar con claridad. Para seguir poso mis dedos sobre el teclado y muevo los dedos despacio y con lentitud, sin llegar a escribir nada. Vuelvo a respirar y esta vez si que tecleo de verdad pero, lo que escribo, no me convence y lo borro todo. Intento repetirlo, pero cada vez me acabo desesperando más, con lo cual cierro el ordenador y, frustrada, me quedo mirando hacia ninguna parte.
Puede pasar minutos, horas o incluso días sin que sea capaz de escribir lo que quería desde un principio, aunque, normalmente, tarde o temprano siempre lo acabo consiguiendo.
Aún así, querer escribir y no poder es lo peor que puede pasar.
domingo, 13 de diciembre de 2015
Cuenta atrás
¡Hola!
Ya solo quedan dos días para que terminen mis exámenes. Ya solo quedan cinco días para que empiecen mis vacaciones. Ya quefse menos de una semana para que pueda volver a sumergirme de nuevo en mi mundo de escritura.
Siempre lo digo y lo repetiré mil veces más... ¡No me olvido de esto y mucho menos dejaré de escribir! Mi Blog sigue siendo mi forma de evadirme de mi mundo. Me sigue encantando perderme entre las líneas que yo misma creo, aunque estas han cambiado mucho su temática en apenas dos años. Pero es normal, yo ya no soy la misma chica triste y sola que creó este Blog y publicaba unos post bastante tristes, ahora, por el contrario, tengo a alguien que está a mi lado y me hace feliz, aunque eso no significa que no pueda escribir algo oscuro de vez en cuanto.
Con esto solo quería decir que en menos de una semana retomaré mis dos historias e intentaré publicar algún que otro post.
¡Nos vemos pronto!
Un saludo,
Ssmy.
Ya solo quedan dos días para que terminen mis exámenes. Ya solo quedan cinco días para que empiecen mis vacaciones. Ya quefse menos de una semana para que pueda volver a sumergirme de nuevo en mi mundo de escritura.
Siempre lo digo y lo repetiré mil veces más... ¡No me olvido de esto y mucho menos dejaré de escribir! Mi Blog sigue siendo mi forma de evadirme de mi mundo. Me sigue encantando perderme entre las líneas que yo misma creo, aunque estas han cambiado mucho su temática en apenas dos años. Pero es normal, yo ya no soy la misma chica triste y sola que creó este Blog y publicaba unos post bastante tristes, ahora, por el contrario, tengo a alguien que está a mi lado y me hace feliz, aunque eso no significa que no pueda escribir algo oscuro de vez en cuanto.
Con esto solo quería decir que en menos de una semana retomaré mis dos historias e intentaré publicar algún que otro post.
¡Nos vemos pronto!
Un saludo,
Ssmy.
viernes, 27 de noviembre de 2015
Uno más
Hay días en los que aprendes a apreciar a aquellas personas que realmente vale la pena conserva en la vida y, por el contrario, también se aprende a ver quiénes son aquellas que es mejor tener lejos. Hay algunos que hacen lo que esté en su mano, incluso más de lo que pudieron hacer, para intentar animar y alegrar el día o lograr animarte e impedir que te caigas.
En mi vida, como en la de la gran mayoría, esas personas se cuentan con los dedos de una mano y, seguramente, me sobren dedos. Pero uno, especialmente, es el que más valores y recuerdos positivos me ha aportado a lo largo de estos años, aunque realmente no han sido demasiados años y es mejor contar ese tiempo en meses. Esa persona es, a día de hoy, la persona más importante de mi vida y con la que quiero pasar el resto de ella.
Hoy él está de cumpleaños. Ha pasado otro año desde que nos conocemos y desde que empezamos a contárnoslo todo, a ser inseparables a pesar de toda la distancia que hay entre ambos, porque eso no nos ha impedido ser todo lo que ya somos.
Desgraciadamente, por esa distancia, el único regalo que le puedo hacer es dedicarle unas cuantas líneas, a pesar de que eso ya es algo que hago a menudo pero que jamás me canso de hacer.
Para mi, conocerlo, ha supuesto un gran cambio en mi vida. Sé que sigo siendo una persona bastante solitaria y bastante depresiva y que, como muchos me han dicho, que soy clava a Tristeza de Inside Out (vale si, es cierto). Lo cierto es que, leyendo mis viejos post, me he dado cuenta de lo mucho que me ha hecho cambiar una única persona en apenas unos meses. Esto me ha hecho entender que todo llega en el momento oportuno.
Como he dicho tantas y tantas veces, él es la mejor persona que he tenido el placer de conocer. Es el optimismo en persona, deja que su corazón encamine lo que hace en lugar de, en ciertos momentos, dejar que sea su cerebro quién le diga por qué lugar ha de ir. Es de esa gente que estando mal deja sus problemas de lado por intentar calmar a otro que quiere. Conmigo, al menos, es la persona más dulce, cariñosa, amable, tierna y protectora que conozco, haría lo imposible por impedir que algo malo me ocurra, sintiéndose mal cuando la causa de mi mal no está en su mano para ser resuelta. Él es de esas personas que es imposible no querer. A pesar de la distancia ha sido capaz de demostrarme la maravillosa persona que es. Me ha mostrado lo dulce que puede llegar a ser un amigo, aunque él ya no sea solo mi amigo. Me ha enseñado que existen las personas buenas y que cuidan a otras sin esperar nada a cambio. En él he visto como con un par de palabras puede calmar a la fiera que algunas veces surge en mi. Con él me he llegado a dar cuenta de que no todo el mundo es hipócrita, que existen las personas solidarias. Él me ha enseñado a confiar en alguien.
Da igual el tiempo que pase, sé que siempre lo tendré a mi lado. Sé que si lloro, él secará mis lágrimas. Sé que si tengo frío, él me abrazará. Sé que si me caigo, él me levantará.
Por mucho que lo intente, y lo cierto es que ni si quiera intento dedicar ninguna de mis neuronas para ellos, es imposible encontrar algo malo de él. Incluso sus pequeñas manías o defectos, como prefiráis llamarle, ha hecho que lo quiera. Nadie es perfecto y nadie está libre de manías.
Aunque... Sinceramente, él bien sabe que lo que más me enamora son sus ojos y su sonrisa, porque no existen una mejor ni unos ojos más bonitos.
Me seguiré preguntando siempre como un chico tan maravilloso como él ha decidido pasar su tiempo a mi lado. Como alguien así quiere proteger a alguien tan antisocial como yo.
Así que, acabando de desvariar con mis cosas, solo quiero desearle un feliz cumpleaños a la persona más importante y que más quiero en este mundo. Quiero que disfrute de un gran día porque se lo merece.
Simplemente quiero decirte que te quiero.
Con amor,
Samy.
En mi vida, como en la de la gran mayoría, esas personas se cuentan con los dedos de una mano y, seguramente, me sobren dedos. Pero uno, especialmente, es el que más valores y recuerdos positivos me ha aportado a lo largo de estos años, aunque realmente no han sido demasiados años y es mejor contar ese tiempo en meses. Esa persona es, a día de hoy, la persona más importante de mi vida y con la que quiero pasar el resto de ella.
Hoy él está de cumpleaños. Ha pasado otro año desde que nos conocemos y desde que empezamos a contárnoslo todo, a ser inseparables a pesar de toda la distancia que hay entre ambos, porque eso no nos ha impedido ser todo lo que ya somos.
Desgraciadamente, por esa distancia, el único regalo que le puedo hacer es dedicarle unas cuantas líneas, a pesar de que eso ya es algo que hago a menudo pero que jamás me canso de hacer.
Para mi, conocerlo, ha supuesto un gran cambio en mi vida. Sé que sigo siendo una persona bastante solitaria y bastante depresiva y que, como muchos me han dicho, que soy clava a Tristeza de Inside Out (vale si, es cierto). Lo cierto es que, leyendo mis viejos post, me he dado cuenta de lo mucho que me ha hecho cambiar una única persona en apenas unos meses. Esto me ha hecho entender que todo llega en el momento oportuno.
Como he dicho tantas y tantas veces, él es la mejor persona que he tenido el placer de conocer. Es el optimismo en persona, deja que su corazón encamine lo que hace en lugar de, en ciertos momentos, dejar que sea su cerebro quién le diga por qué lugar ha de ir. Es de esa gente que estando mal deja sus problemas de lado por intentar calmar a otro que quiere. Conmigo, al menos, es la persona más dulce, cariñosa, amable, tierna y protectora que conozco, haría lo imposible por impedir que algo malo me ocurra, sintiéndose mal cuando la causa de mi mal no está en su mano para ser resuelta. Él es de esas personas que es imposible no querer. A pesar de la distancia ha sido capaz de demostrarme la maravillosa persona que es. Me ha mostrado lo dulce que puede llegar a ser un amigo, aunque él ya no sea solo mi amigo. Me ha enseñado que existen las personas buenas y que cuidan a otras sin esperar nada a cambio. En él he visto como con un par de palabras puede calmar a la fiera que algunas veces surge en mi. Con él me he llegado a dar cuenta de que no todo el mundo es hipócrita, que existen las personas solidarias. Él me ha enseñado a confiar en alguien.
Da igual el tiempo que pase, sé que siempre lo tendré a mi lado. Sé que si lloro, él secará mis lágrimas. Sé que si tengo frío, él me abrazará. Sé que si me caigo, él me levantará.
Por mucho que lo intente, y lo cierto es que ni si quiera intento dedicar ninguna de mis neuronas para ellos, es imposible encontrar algo malo de él. Incluso sus pequeñas manías o defectos, como prefiráis llamarle, ha hecho que lo quiera. Nadie es perfecto y nadie está libre de manías.
Aunque... Sinceramente, él bien sabe que lo que más me enamora son sus ojos y su sonrisa, porque no existen una mejor ni unos ojos más bonitos.
Me seguiré preguntando siempre como un chico tan maravilloso como él ha decidido pasar su tiempo a mi lado. Como alguien así quiere proteger a alguien tan antisocial como yo.
Así que, acabando de desvariar con mis cosas, solo quiero desearle un feliz cumpleaños a la persona más importante y que más quiero en este mundo. Quiero que disfrute de un gran día porque se lo merece.
Simplemente quiero decirte que te quiero.
Con amor,
Samy.
sábado, 21 de noviembre de 2015
19. El ataque
Al principio del camino una enorme silueta negra les impedía el paso a los chicos. Se trataba de un demonio de gran estatura y cuerpo musculado con una larga y fina cola que movía de forma intimidatoria.
La mirada de Sam estaba clavada en el enorme demonio que les impedía el paso. Ella sabía perfectamente quién era aquel ser ya que, cuando la demonio era más joven, éste la había intentado matar.
-Sam, deja que yo me encargue de eso- dijo Taku mientras se empezaba a adelantar, pero no puedo hacerlo mucho más porque su novia lo detuvo.
-No amor. Es cosa mía. Está aquí por mi.
-No te pienso dejar luchar a ese demonio, ¡es enorme!
-Ya... Pero no me queda más remedio que hacerlo. Es un ataque claro de los Ancianos.
Sin darle tiempo a replicar, Sam salió corriendo hacia el demonio mientras invocaba a su vieja espada.
-¡Inútil!- Gritó la espalda- ¿Ahora te acuerdas de mi? ¿Ya te ha cansado de tenerme encerrado en ese armario?
-¡Cállate Slayer!- Le gritó Sam.
Al llegar a la altura de aquel ser, este se empezó a reír al ver el pequeño tamaño de su oponente, a su vista no era más que una simple niña. La chica, cabreada ante aquel gesto, gruñó.
El demonio intentó agarrar a Sam pero esta esquivó el lento movimiento del gigante con un leve movimiento hacia su izquierda. La joven examinaba a su enemigo mientras se defendía de los ataques. Riéndose, decidió cortarle la cola al demonio y girando sobre este para quedar a la espalda del mismo, movió de forma rápida a Slayer y, de un solo corte, consiguió separar la cola del cuerpo de su enemigo y sonrió satisfecha, pues creía que así lograría que su enemigo perdiera el equilibrio y le costaría atacarla. Desgraciadamente, lo único que ocurrió fue que el enorme brazo del demonio la lanzó lejos mientras se reía.
-¿Qué pretendías con eso? ¿Que perdiera el equilibrio? ¡Qué patética!- Se rió este mientras agarra a Sam y la tiraba de nuevo, pero esta vez hacia el suelo y con gran fuerza.
Gruñendo, la joven se empezó a incorporar poco a poco, estaba vez sus ojos eran de un intenso color morado oscuro y en su cuerpo había surgido una fina cola negra, pues había tomado su aspecto de demonio completo. Se empezó a reír fuertemente y empezó a atacar a su enemigo de forma constante y mortífera. Sus ataques eran parados por el enorme demonio.
La pelea prosiguió durante varios minutos más. Sam no se cansaba y sus ataques eran cada vez más fuertes, en cambio, los del enemigo eran cada vez más torpes y, finalmente, apenas se dedicaba a defenderse de los constantes ataques de la espada de Sam. Con un último movimiento, rápido, fuerte y preciso, Sam decapitó al demonio y se dejó caer al lado de este.
-¡Joder Sam! ¡Ha sido increíble!- La felicitó Taku una vez llegó a la altura de la chica- No peleabas así en la academia ni contra mi.
- Porque en aquellos casos no estaba mi vida en peligro, amor.
Él, sonriendo, la abrazó y le besó la cabeza.
-¿Quién lo ha mandado?
-Es obvio que han sido los Ancianos, ya te lo dije. Lo peor... Es que es un demonio muy peligroso que se encontraba en el Viejo Infierno. Lo han liberado.
-¿Cómo que Viejo Infierno?- Preguntó confuso Taku.
-Eso, ya sabes que está el Viejo y el Nuevo Infierno.
-Sí, eso lo sé. Pero que yo sepa no se puede salir.
-No, no se puede, para eso están los guardias. Nadie puede entrar ni salir si no es alguien de un alto cargo, como yo. Lo han tenido que invocar.
-Joder... ¿Y ahora qué?
-Ahora... -contestó la chica con una sonrisa traviesa en los labios-. Voy a enviarles un regalito a esos hijos de puta de los Ancianos.
Dicho esto, puso sus manos sobre la cabeza del enemigo muerto y la hizo desaparecer, al igual que el resto del cuerpo.
-¿Qué has hecho?- Quiso saber Taku.
-Enviarles el cuerpo muerte de su querido demonio a la mesa de reuniones de los Ancianos, les va a encantar encontrárselo.
Riéndose, Taku abrazó y besó a su novia.
-Anda, enana, volvamos a casa.
Ella asintió y cogiendo a su novio de la mano, volvieron hacia su casa donde los esperaban sus familiares.
La mirada de Sam estaba clavada en el enorme demonio que les impedía el paso. Ella sabía perfectamente quién era aquel ser ya que, cuando la demonio era más joven, éste la había intentado matar.
-Sam, deja que yo me encargue de eso- dijo Taku mientras se empezaba a adelantar, pero no puedo hacerlo mucho más porque su novia lo detuvo.
-No amor. Es cosa mía. Está aquí por mi.
-No te pienso dejar luchar a ese demonio, ¡es enorme!
-Ya... Pero no me queda más remedio que hacerlo. Es un ataque claro de los Ancianos.
Sin darle tiempo a replicar, Sam salió corriendo hacia el demonio mientras invocaba a su vieja espada.
-¡Inútil!- Gritó la espalda- ¿Ahora te acuerdas de mi? ¿Ya te ha cansado de tenerme encerrado en ese armario?
-¡Cállate Slayer!- Le gritó Sam.
Al llegar a la altura de aquel ser, este se empezó a reír al ver el pequeño tamaño de su oponente, a su vista no era más que una simple niña. La chica, cabreada ante aquel gesto, gruñó.
El demonio intentó agarrar a Sam pero esta esquivó el lento movimiento del gigante con un leve movimiento hacia su izquierda. La joven examinaba a su enemigo mientras se defendía de los ataques. Riéndose, decidió cortarle la cola al demonio y girando sobre este para quedar a la espalda del mismo, movió de forma rápida a Slayer y, de un solo corte, consiguió separar la cola del cuerpo de su enemigo y sonrió satisfecha, pues creía que así lograría que su enemigo perdiera el equilibrio y le costaría atacarla. Desgraciadamente, lo único que ocurrió fue que el enorme brazo del demonio la lanzó lejos mientras se reía.
-¿Qué pretendías con eso? ¿Que perdiera el equilibrio? ¡Qué patética!- Se rió este mientras agarra a Sam y la tiraba de nuevo, pero esta vez hacia el suelo y con gran fuerza.
Gruñendo, la joven se empezó a incorporar poco a poco, estaba vez sus ojos eran de un intenso color morado oscuro y en su cuerpo había surgido una fina cola negra, pues había tomado su aspecto de demonio completo. Se empezó a reír fuertemente y empezó a atacar a su enemigo de forma constante y mortífera. Sus ataques eran parados por el enorme demonio.
La pelea prosiguió durante varios minutos más. Sam no se cansaba y sus ataques eran cada vez más fuertes, en cambio, los del enemigo eran cada vez más torpes y, finalmente, apenas se dedicaba a defenderse de los constantes ataques de la espada de Sam. Con un último movimiento, rápido, fuerte y preciso, Sam decapitó al demonio y se dejó caer al lado de este.
-¡Joder Sam! ¡Ha sido increíble!- La felicitó Taku una vez llegó a la altura de la chica- No peleabas así en la academia ni contra mi.
- Porque en aquellos casos no estaba mi vida en peligro, amor.
Él, sonriendo, la abrazó y le besó la cabeza.
-¿Quién lo ha mandado?
-Es obvio que han sido los Ancianos, ya te lo dije. Lo peor... Es que es un demonio muy peligroso que se encontraba en el Viejo Infierno. Lo han liberado.
-¿Cómo que Viejo Infierno?- Preguntó confuso Taku.
-Eso, ya sabes que está el Viejo y el Nuevo Infierno.
-Sí, eso lo sé. Pero que yo sepa no se puede salir.
-No, no se puede, para eso están los guardias. Nadie puede entrar ni salir si no es alguien de un alto cargo, como yo. Lo han tenido que invocar.
-Joder... ¿Y ahora qué?
-Ahora... -contestó la chica con una sonrisa traviesa en los labios-. Voy a enviarles un regalito a esos hijos de puta de los Ancianos.
Dicho esto, puso sus manos sobre la cabeza del enemigo muerto y la hizo desaparecer, al igual que el resto del cuerpo.
-¿Qué has hecho?- Quiso saber Taku.
-Enviarles el cuerpo muerte de su querido demonio a la mesa de reuniones de los Ancianos, les va a encantar encontrárselo.
Riéndose, Taku abrazó y besó a su novia.
-Anda, enana, volvamos a casa.
Ella asintió y cogiendo a su novio de la mano, volvieron hacia su casa donde los esperaban sus familiares.
lunes, 2 de noviembre de 2015
Dejar atrás tus miedos
Correr, eso era lo único que podía hacer. Correr para poder alejarse de aquello a lo que temía. Intentar ser más rápido que el miedo, intentar superar todo aquello que jamás logró hacer. De una forma rápida iba dejando atrás todo aquello a lo que no se quería afrontar, pero el camino de huida era más difícil de lo que esperaba.
Muchas vueltas sin sentido que lo agotaban poco a poco, se iba quedando sin fuerzas mientras escapaba de sus temores y, estos, inagotables, lo iban alcanzado con rapidez. Él, sin rendirse y persistiendo en su objetivo, seguía huyendo, quería encontrar la salida de aquel laberinto, la salida que le quitaría aquel peso de sus logros inacabados. Quería salir y dejar atrás sus miedos.
Su carrera le llevaba continuamente a un final sin salida, a una gruesa pared que le obligaba a retroceder y buscar un nuevo camino que, cada vez iba siendo más difícil de recorrer. En cambio, su perseguir no tenía ninguna dificultad en seguirlo, cuanto más asustado estaba él por no lograr salir, más rápido era su enemigo.
Cuando ya veía el final de su largo recorrido, una piedra lo hizo caer y rodando por el suelo, su perseguidor acabó por alcanzarlo. El joven gritaba al ver abalanzarse sobre él a todos sus miedos y metes sin alcanzar, el terror invadía su cuerpo. El ente penetró su cuerpo y lo obligó a recrear en su mente todo aquello que temía y no fuera capaz de superar. Los gritos del chico llenaban el silencioso laberinto. Temblando pedía que todo aquello acabase, no quería seguir viendo a sus temores.
Sus gritos acabaron por apagarse, pero su cuerpo seguía temblando por un largo rato.
Tras varios minutos el chico se relajó y se puso en pie. Miró hacia atrás y se dio cuenta de que el laberinto ya no existía sino que, en su lugar, se hallaba un camino recto, sencillo de pasar y bien iluminado. Ahora entendía que su carrera había sido inútil, entendía que si hubiera aceptado sus miedos, si hubiera aprendido a superarlos y no huir de ellos, todo aquel camino le hubiera resultado más sencillo, pues, escapando no había hecho otra cosa que empeorar la solución, no le había dado una oportunidad para aprender. Riéndose siguió avanzando hasta alcanzar el final de aquel camino. Al otro lado le esperaba el fin de sus miedos y un nuevo comienzo para lograr terminar todas aquellas metas que había dejado atrás.
Muchas vueltas sin sentido que lo agotaban poco a poco, se iba quedando sin fuerzas mientras escapaba de sus temores y, estos, inagotables, lo iban alcanzado con rapidez. Él, sin rendirse y persistiendo en su objetivo, seguía huyendo, quería encontrar la salida de aquel laberinto, la salida que le quitaría aquel peso de sus logros inacabados. Quería salir y dejar atrás sus miedos.
Su carrera le llevaba continuamente a un final sin salida, a una gruesa pared que le obligaba a retroceder y buscar un nuevo camino que, cada vez iba siendo más difícil de recorrer. En cambio, su perseguir no tenía ninguna dificultad en seguirlo, cuanto más asustado estaba él por no lograr salir, más rápido era su enemigo.
Cuando ya veía el final de su largo recorrido, una piedra lo hizo caer y rodando por el suelo, su perseguidor acabó por alcanzarlo. El joven gritaba al ver abalanzarse sobre él a todos sus miedos y metes sin alcanzar, el terror invadía su cuerpo. El ente penetró su cuerpo y lo obligó a recrear en su mente todo aquello que temía y no fuera capaz de superar. Los gritos del chico llenaban el silencioso laberinto. Temblando pedía que todo aquello acabase, no quería seguir viendo a sus temores.
Sus gritos acabaron por apagarse, pero su cuerpo seguía temblando por un largo rato.
Tras varios minutos el chico se relajó y se puso en pie. Miró hacia atrás y se dio cuenta de que el laberinto ya no existía sino que, en su lugar, se hallaba un camino recto, sencillo de pasar y bien iluminado. Ahora entendía que su carrera había sido inútil, entendía que si hubiera aceptado sus miedos, si hubiera aprendido a superarlos y no huir de ellos, todo aquel camino le hubiera resultado más sencillo, pues, escapando no había hecho otra cosa que empeorar la solución, no le había dado una oportunidad para aprender. Riéndose siguió avanzando hasta alcanzar el final de aquel camino. Al otro lado le esperaba el fin de sus miedos y un nuevo comienzo para lograr terminar todas aquellas metas que había dejado atrás.
domingo, 11 de octubre de 2015
Tú
Hace ya varios meses que no siento esa amargura, ese dolor que me impedía sonreír o reírme. Hace ya tanto que no tengo motivos para estar mal que ya no sé cómo se sentía, ni tampoco quiero recordarlo. Hace ya varios meses que es me es difícil entristecer y cuando lo hago, en seguida se me pasa. Hace ya varios meses que tengo una razón para sonreír.
Desde hace algún tiempo, tú estás en mi vida. Poco a poco me fui dando cuenta de que te quería en ella para siempre. Esa alegría que ahora siento, ese ánimo para empezar algo nuevo me lo has pegado tú. Me has enseñado que vale la pena luchar por lo que queremos y que todo es más fácil de conseguir de lo que parece. Día a día, noche a noche, he ido aprendiendo lo que tú me enseñabas sin darte cuenta y en poco tiempo conseguiste lo que otros ni soñaron alcanzar.
A todos nos llega ese alguien especial, esa persona que nos ayuda en nuestro día a día y nos hace mejores personas. Para mi, esa persona, eres tú. Sin decir quién eres, ni mencionarte de ninguna manera especial, nada más que llamándote de tú, ya sabes quién eres.
Desde que nos conocemos nos han pasado muchas cosas y no siempre buenas, pero, todas ellas, nos han servido para aprender algo nuevo y hacernos más fuertes y unirnos mucho más.
Lo único que te quiero decir con todo esto es lo mucho que te quiero y todo lo que significas para mi. Eres algo más que un amigo y me has ayudado mucho más de lo que crees. Sin ti, yo no sería la Sam que soy ahora y seguiría siendo la misma de hace dos años. Sin ti yo no hubiera logrado acabar el bachillerato y a día de hoy no estaría estudiando Salud Ambiental... Sin ti, yo ya no sé que hacer.
Asi que tú, quiero que sepas que te has convertido en la persona más importante de mi vida y que quiero estar siempre contigo.
Con cariño,
S.
martes, 29 de septiembre de 2015
Un nuevo camino
Y aquí estoy, después de unas breves vacaciones, que no han dado para mucho, otra vez con las energías cargadas y dispuesta, por una vez, a comerme el mundo. Un nuevo camino se abre a mis pies y es la hora de recorrerlo sin miedo.
El verano ya se ha acabado y un nuevo curso, que creía que para mi no iba a llegar, ha empezado. Me encuentro en un nuevo centro, con nuevos compañero y, espero, con nuevos amigos. El miedo sigue latente en mi, pero no por ello pienso rendirme. Este año pienso dar todo lo mejor de mi y poder llegar a alcanzar mis metas sin bacilar y de la forma más rápida posible.
Este curso sé que no podre escribir mucho pero, como siempre digo, nunca abandonaré mi Blog, mi lugar zen, mi zona de retiro. Tampoco voy a seguir mucho más con las dos historias que me quedan paradas, tengo que lograr acabarlas. ¿No dicen que en la vida hay tres cosas que hacer: plantar un árbol, escribir y libro y tener un hijo? Por lo menos yo quiero cumplir dos de ellas.
Así que, por una vez estoy feliz con este nuevo camino.
El verano ya se ha acabado y un nuevo curso, que creía que para mi no iba a llegar, ha empezado. Me encuentro en un nuevo centro, con nuevos compañero y, espero, con nuevos amigos. El miedo sigue latente en mi, pero no por ello pienso rendirme. Este año pienso dar todo lo mejor de mi y poder llegar a alcanzar mis metas sin bacilar y de la forma más rápida posible.
Este curso sé que no podre escribir mucho pero, como siempre digo, nunca abandonaré mi Blog, mi lugar zen, mi zona de retiro. Tampoco voy a seguir mucho más con las dos historias que me quedan paradas, tengo que lograr acabarlas. ¿No dicen que en la vida hay tres cosas que hacer: plantar un árbol, escribir y libro y tener un hijo? Por lo menos yo quiero cumplir dos de ellas.
Así que, por una vez estoy feliz con este nuevo camino.
martes, 15 de septiembre de 2015
Logro conseguido
Tras tres duros intentos, al fin he conseguido acabar bachillerato.
Para mi, el camino, me ha resultado muy complicado y lleno de altibajos. Por el medio me di de lleno con alguna que otra depresión y diferentes problemas de carácter personal que afectaron a mi estudio e impidieron que el camino fuera recto y acabó siendo totalmente sinuoso.
Sin embargo, sigo sin saber que me deparará el futuro.
Muchos ya han empezado las clases y yo, en cambio, sigo sin saber si me han admitido en algún ciclo. Aunque espero por una vez que sea así, sino... Será un año un tanto aburrido.
Con algo más de ánimo y un logro más conseguido, sigo mi pequeña aventura.
Para mi, el camino, me ha resultado muy complicado y lleno de altibajos. Por el medio me di de lleno con alguna que otra depresión y diferentes problemas de carácter personal que afectaron a mi estudio e impidieron que el camino fuera recto y acabó siendo totalmente sinuoso.
Sin embargo, sigo sin saber que me deparará el futuro.
Muchos ya han empezado las clases y yo, en cambio, sigo sin saber si me han admitido en algún ciclo. Aunque espero por una vez que sea así, sino... Será un año un tanto aburrido.
Con algo más de ánimo y un logro más conseguido, sigo mi pequeña aventura.
martes, 18 de agosto de 2015
Dando tumbos y sin rumbo fijo
¿Qué hacer cuando la tristeza invade mi mente y nubla mi juicio? ¿Qué hacer cuando ya no hay nada que me hag sonreír? ¿Qué hacer cuando mi familia es un refuerzo negativo en lugar de positivo? No funciono con malas palabras, ni con verdades dolientes. Dime que lo hago mejor o voy mejorando, miénteme si es necesario, pero haz algo que funcione.
Queréis que cambie, pero eso no es posible. Cada uno es como es. Me he cansado de gingir ser alguien que no soy. Me he cansado de intentar hablar con la gente que no quiere verme.
Desde siempre he destado a la gente falsa, pero por desgracia, siempre acabo juntándome con ellos. ¿Cómo lo hago? ¿Cómo logro conocer a gente que me utiliza a su antojo y cuando ya no le sirvo o se cansa de mi se larga sin mediar palabra?
Insisten que salga todos los días. Pero eso me agobia... Insisten en que lo haga, pero con a quien ellos les guste. Mi único amigo no es de su agrado y no quieren que siga viéndolo. ¿No era que tenía que salir? ¡Hacéis que no logre entenderos!
Día a día me voy sintiendo más triste, más gorda, más inútil, más tonta, más prescindible... Entonces... ¿Qué pinto yo en este mundo? ¿Cuál es la finalidad de mi existencia? ¿Qué debo hacer para contentar a todos por igual? Demasiadas preguntas y ni una sola respuesta.
Sigo mi camino, dando tumbos y sin rumbo fijo. No sé a dónde debo ir ni cómo llegar allí.
Más tristeza... Toda la alegría conseguida se ha esfumado como si nunca hubiese existido. ¿Por qué les gusta verme así? ¿No tengo derecho a ser feliz?
Estoy cansada de iniciar conversaciones para que al final no lleguen a más que respuesta vagas. Me he cansado de intentar buscar algo que hacer. No quiero ser más la que diga: "hola, ¿te apatece quedar?". Me duele que la única amiga del grupo que siempre lleva la iniciativa, tú bien sabes quién eres, se lleve constante " no" de mi parte y otras. Quiero quedar, pero no siempre puedo. Quiero que alguna de esas personas a las que siempre les pido de quedar, por una única vez, sean ellas las que me lo pidan. Quiero poder responder que claro que puedo a la que siempre lleva la iniciativa.
Me siento sola y derrotada. Mi futuro cierra las puertas ante mi.
Queréis que cambie, pero eso no es posible. Cada uno es como es. Me he cansado de gingir ser alguien que no soy. Me he cansado de intentar hablar con la gente que no quiere verme.
Desde siempre he destado a la gente falsa, pero por desgracia, siempre acabo juntándome con ellos. ¿Cómo lo hago? ¿Cómo logro conocer a gente que me utiliza a su antojo y cuando ya no le sirvo o se cansa de mi se larga sin mediar palabra?
Insisten que salga todos los días. Pero eso me agobia... Insisten en que lo haga, pero con a quien ellos les guste. Mi único amigo no es de su agrado y no quieren que siga viéndolo. ¿No era que tenía que salir? ¡Hacéis que no logre entenderos!
Día a día me voy sintiendo más triste, más gorda, más inútil, más tonta, más prescindible... Entonces... ¿Qué pinto yo en este mundo? ¿Cuál es la finalidad de mi existencia? ¿Qué debo hacer para contentar a todos por igual? Demasiadas preguntas y ni una sola respuesta.
Sigo mi camino, dando tumbos y sin rumbo fijo. No sé a dónde debo ir ni cómo llegar allí.
Más tristeza... Toda la alegría conseguida se ha esfumado como si nunca hubiese existido. ¿Por qué les gusta verme así? ¿No tengo derecho a ser feliz?
Estoy cansada de iniciar conversaciones para que al final no lleguen a más que respuesta vagas. Me he cansado de intentar buscar algo que hacer. No quiero ser más la que diga: "hola, ¿te apatece quedar?". Me duele que la única amiga del grupo que siempre lleva la iniciativa, tú bien sabes quién eres, se lleve constante " no" de mi parte y otras. Quiero quedar, pero no siempre puedo. Quiero que alguna de esas personas a las que siempre les pido de quedar, por una única vez, sean ellas las que me lo pidan. Quiero poder responder que claro que puedo a la que siempre lleva la iniciativa.
Me siento sola y derrotada. Mi futuro cierra las puertas ante mi.
Nota #6
¡Hola a todos!
Quería deciros que por motivos personales no podré seguir escribiendo mis historias hasta la segunda semana de septiembre, como muy pronto, al finales de la primera.
Un saludo y gracias por seguir mis pequeñas historias.
Samy.
Quería deciros que por motivos personales no podré seguir escribiendo mis historias hasta la segunda semana de septiembre, como muy pronto, al finales de la primera.
Un saludo y gracias por seguir mis pequeñas historias.
Samy.
jueves, 6 de agosto de 2015
o) Toda historia, tiene un final
El viaje hacia la mansión de los Arai les llevó más tiempo del esperado, la residencia familiar estaba más lejos de la Academia de lo que pensaban, los caminos estaban en peor estado del esperado y, para colmo, aunque eso ya se lo habían imaginado, el lugar estaba plagado de vampiros.
Tras un par de días de viaje, llegaron al lugar deseado. La mansión, de lejos, tenía un aspecto viejo y descuidado, como si nadie viviese allí desde hace años aunque, gracias a la información de Shana, sabían que eso no era así.
El joven miró a su novia, que volvía a estar con su aspecto animal, un hermoso tigre. Le besó la cabeza y le sonrió.
-Espérame aquí, Iris, sabes que solo hay bebida para uno.
-Está bien, pero ten mucho cuidado. No sabemos cómo reaccionará Taku- le advirtió ella.
-Tendré cuidado, no te preocupes.
Tras darle otro pequeño beso en la cabeza, abrió del pequeño botecito que le había dado Shana. Tras beberlo todo, su cara reflejó el amargo y para nada agradable sabor de aquella poción.
Sonriéndole a su chica, comenzó a dirigirse hacia la vivienda de los Arai, al ir acercándose, su aspecto iba cambiado a uno más cuidado y nuevo, mostrando la realidad del lugar: que en aquella enorme casa vivían gente.
Al llegar a la puerta, llamó golpeándola con los nudillos. Esperó un rato y al no obtener respuesta, volvió a probar. Mientras esperaba a que alguien le abriera, tragó saliva, estaba muy nervioso y bastante asustado. Sintió que unos pasos se acercaban y al poco, la puerta se abrió.
-¿Quién eres?- Preguntó un joven de piel blanca, ojos azules y un cabello negro y despeinado.
-Eh... ¿Está Samantha?- Preguntó Hermi sin levantar la vista del suelo.
-Claro... ¡Sam! ¡Preguntan por ti!
La chica bajó correteando las escaleras. Ella también presentaba el cabello revuelto. Sam se quedó quieta al ver la persona que estaba en la puerta.
-Hermi, pero... ¿Qué haces aquí?- Preguntó ella sorprendida ante la presencia de su antiguo compañero de clase.
-¿Hermi? ¿Quién es Hermi?- Preguntó Taku algo molesto.
-Es un chico que tu madre me había enviado para matarme hace cosa de un año- respondió ella.
-¡¿Cómo?! ¿Cómo es que no me has dijiste nada al respeto?
-Porque sigo viva, no quería preocuparte y quería evitar que te pusieras como estás ahora.
Taku miró al chico con odio. No le gustaba la idea de tener tan cerca a una persona que había intentado hacer daño a su novia.
-¿Y qué cojones haces tú aquí?
-Verás... Yo... Quería...- El chico tragó saliva, le costaba mucho hablar delante de Taku. No sabía cómo es que aún no lo había atacado.
-¿Querías?- Insistió el vampiro con voz dura.
Hermi, sin ser capaz de dar explicaciones, le entregó la carta que había escrito.
-Ahí lo explico todo... Lo que quiere tu madre, Arai.
El joven quería irse, pero era incapaz de moverse, el miedo recorría sus venas. Sam lo miró, su mirada ya no era dulce, sino dura y parecía bastante cabreada.
-Vete- fue lo único que dijo.
Hermi salió corriendo y se reunió con Iris que, al verlo, tomó su aspecto humano y besó a su pareja. Él correspondió, pegándola a él. El beso duró varios segundos más.
-No te ha matado...
-No... Pero es mejor que nos vayamos. Dudo que no quiera venir a por mi.
La chica, sonriente, cogió a Hermi de la mano y juntos, volvieron a la casa de Iris, donde les esperaba un futuro juntos. Un futuro tranquilo y sin tener noticias de la joven pareja a la que habían entregado aquella carta.
FIN
Tras un par de días de viaje, llegaron al lugar deseado. La mansión, de lejos, tenía un aspecto viejo y descuidado, como si nadie viviese allí desde hace años aunque, gracias a la información de Shana, sabían que eso no era así.
El joven miró a su novia, que volvía a estar con su aspecto animal, un hermoso tigre. Le besó la cabeza y le sonrió.
-Espérame aquí, Iris, sabes que solo hay bebida para uno.
-Está bien, pero ten mucho cuidado. No sabemos cómo reaccionará Taku- le advirtió ella.
-Tendré cuidado, no te preocupes.
Tras darle otro pequeño beso en la cabeza, abrió del pequeño botecito que le había dado Shana. Tras beberlo todo, su cara reflejó el amargo y para nada agradable sabor de aquella poción.
Sonriéndole a su chica, comenzó a dirigirse hacia la vivienda de los Arai, al ir acercándose, su aspecto iba cambiado a uno más cuidado y nuevo, mostrando la realidad del lugar: que en aquella enorme casa vivían gente.
Al llegar a la puerta, llamó golpeándola con los nudillos. Esperó un rato y al no obtener respuesta, volvió a probar. Mientras esperaba a que alguien le abriera, tragó saliva, estaba muy nervioso y bastante asustado. Sintió que unos pasos se acercaban y al poco, la puerta se abrió.
-¿Quién eres?- Preguntó un joven de piel blanca, ojos azules y un cabello negro y despeinado.
-Eh... ¿Está Samantha?- Preguntó Hermi sin levantar la vista del suelo.
-Claro... ¡Sam! ¡Preguntan por ti!
La chica bajó correteando las escaleras. Ella también presentaba el cabello revuelto. Sam se quedó quieta al ver la persona que estaba en la puerta.
-Hermi, pero... ¿Qué haces aquí?- Preguntó ella sorprendida ante la presencia de su antiguo compañero de clase.
-¿Hermi? ¿Quién es Hermi?- Preguntó Taku algo molesto.
-Es un chico que tu madre me había enviado para matarme hace cosa de un año- respondió ella.
-¡¿Cómo?! ¿Cómo es que no me has dijiste nada al respeto?
-Porque sigo viva, no quería preocuparte y quería evitar que te pusieras como estás ahora.
Taku miró al chico con odio. No le gustaba la idea de tener tan cerca a una persona que había intentado hacer daño a su novia.
-¿Y qué cojones haces tú aquí?
-Verás... Yo... Quería...- El chico tragó saliva, le costaba mucho hablar delante de Taku. No sabía cómo es que aún no lo había atacado.
-¿Querías?- Insistió el vampiro con voz dura.
Hermi, sin ser capaz de dar explicaciones, le entregó la carta que había escrito.
-Ahí lo explico todo... Lo que quiere tu madre, Arai.
El joven quería irse, pero era incapaz de moverse, el miedo recorría sus venas. Sam lo miró, su mirada ya no era dulce, sino dura y parecía bastante cabreada.
-Vete- fue lo único que dijo.
Hermi salió corriendo y se reunió con Iris que, al verlo, tomó su aspecto humano y besó a su pareja. Él correspondió, pegándola a él. El beso duró varios segundos más.
-No te ha matado...
-No... Pero es mejor que nos vayamos. Dudo que no quiera venir a por mi.
La chica, sonriente, cogió a Hermi de la mano y juntos, volvieron a la casa de Iris, donde les esperaba un futuro juntos. Un futuro tranquilo y sin tener noticias de la joven pareja a la que habían entregado aquella carta.
FIN
miércoles, 29 de julio de 2015
18: Un pequeño descanso
Sam dormía sobre Taku, como cada noche desde que se hicieran buenos amigos y, siguiendo esa rutina, el chico la abrazaba y acariciaba mientras la miraba dormir. Le gustaba pasar las noches así, él rara vez necesitaba dormir y prefería tener a aquella chica entre sus brazos y estar calmado que pasarse la noche en vela en busca de cualquier otra tonta diversión. La chica se movía entre sus brazos, él sabía que su novia no tardaría en despertar y así era, al poco Sam abrió los ojos y besó a su novio. Él correspondió a aquel beso con una sonrisa en sus labios, le encantaba esas mañanas en las que su chica se despertaba a su lado y de aquella forma tan mimosa. Al poco la chica dejó de besar a su novio y saltó al suelo y empezó a vestirse rápido.
-Sam, ¿qué haces?- Quiso saber el chico, extrañado ante ese comportamiento de su novia.
-¿Cómo que qué hago? Joder amor, se hace tarde, voy a llegar tarde a clase- respondió ella, sin dejar de vestirse.
-Amor...- Dijo él entre carcajadas-. Fuimos expulsados, ¿recuerdas?
-Es verdad- respondió ella volviendo a la cama y riéndose-. Se me había olvidado. Entonces... Podemos pasarnos el día en cama, sin hacer nada.
-Así es amor, sin hacer nada más que abrazarnos y besarnos.
Sam, sonriente, se sentó sobre su novio y lo besó con ganas, él, por su porte, la pegó a su cuerpo rodeándola por la cintura y siguió aquel beso.
Los chicos se pasaron en aquel cuarto todo lo que quedaba de mañana, sin hacer otra cosa que abrazarse, besarse y reírse de lo que contaban. Solo decidieron salir de cama una vez que Sam declaró que tenía hambre y decidieron bajar a la cocina para comer algo.
En la cocina estaban sus familiares, comiendo y charlando de forma animada sobre lo bien que se estaba sin tener que verle la cara a la señora Arai.
-Hola chicos- los saludó Sam de forma animada.
-Que contenta se te ve, gatita.
-Pues si, lo estoy. Me gusta esta tranquilidad, sin que nadie nos moleste y poder estar todo el día en cama tirada junto al guapísimo de mi novio- respondió sonriente la chica.
Se sirvió un plato de la comida que habían preparado los chicos y, a pesar de que había muchas sillas libres, prefirió sentarse sobre las piernas de su chico para comer y chalar con sus amigos.
Tras acabar la comida y limpiar lo que habían ensuciado, Sam y Taku salieron de la casa y dieron un pequeño paseo por los alrededores de la casa. Caminaron de la mano, muy pegados el uno al otro, charlando animadamente y parándose para abrazarse o darse algún que otro beso. Llegaron a un parque infantil en donde Sam se sentó en uno de sus columpios y Taku comenzó a columpiar.
-¿Sabes amor? De niña adoraba este sitio... Aunque de aquella esto estaba mucho más lleno- dijo ella con los ojos cerrados mientras se dejaba columpiar.
-Si... Es un sitio bonito y tranquilo.
-Además, hay un lago cerca en donde jugaba también de niña.
-¿Me lo enseñas luego, amor?
-Claro- le sonrió ella.
Poco a poco se fue haciendo de noche y los chicos decidieron ir hacia el lago. Una vez allí, Sam, de forma divertida y con una sonrisa pícara en los labios, se desnudó y se metió en aquella agua cristalina y en calma. Taku, al verla, no puedo evitar sonrojarse, era la primera vez que miraba el cuerpo desnudo de su chica.
-¿Qu-quá heces amor? ¿Estás loca o qué?
-No- dijo ella entre risas-, no lo estoy. Vamos amor, métete, el agua está buenísima.
El chico, sin vacilar, se desnudó rápidamente y se metió en el agua con su chica. Ella, por su parte, rodeó el cuerpo de su novio con las piernas y su cuello con los brazos.
-Así es como debemos estar, pegaditos.
Él sonrió y la besó una vez más.
Pasaron casi una hora dentro del lago. Se mojaron el uno al otro riéndose y sintiéndose completamente felices. A ambos les encantaba aquella tranquilidad, les gustaba estar junto a la persona a la que amaban, sin que nadie los molestase.
Al salir se secaron con unas toallas que Sam había hecho parecer y se sentaron a los pies de un árbol, donde se acostaron y se abrazaron en silencio, sin dejar de sonreírse.
-Amor... Tengo frío, ¿volvemos?- Pidió ella mientras temblaba a causa del frío.
Él asintió y, cogiéndola de la mano, volvieron juntos de hacia su nuevo hogar. Pero, por desgracia, había alguien que les impedía el paso.
-Sam, ¿qué haces?- Quiso saber el chico, extrañado ante ese comportamiento de su novia.
-¿Cómo que qué hago? Joder amor, se hace tarde, voy a llegar tarde a clase- respondió ella, sin dejar de vestirse.
-Amor...- Dijo él entre carcajadas-. Fuimos expulsados, ¿recuerdas?
-Es verdad- respondió ella volviendo a la cama y riéndose-. Se me había olvidado. Entonces... Podemos pasarnos el día en cama, sin hacer nada.
-Así es amor, sin hacer nada más que abrazarnos y besarnos.
Sam, sonriente, se sentó sobre su novio y lo besó con ganas, él, por su porte, la pegó a su cuerpo rodeándola por la cintura y siguió aquel beso.
Los chicos se pasaron en aquel cuarto todo lo que quedaba de mañana, sin hacer otra cosa que abrazarse, besarse y reírse de lo que contaban. Solo decidieron salir de cama una vez que Sam declaró que tenía hambre y decidieron bajar a la cocina para comer algo.
En la cocina estaban sus familiares, comiendo y charlando de forma animada sobre lo bien que se estaba sin tener que verle la cara a la señora Arai.
-Hola chicos- los saludó Sam de forma animada.
-Que contenta se te ve, gatita.
-Pues si, lo estoy. Me gusta esta tranquilidad, sin que nadie nos moleste y poder estar todo el día en cama tirada junto al guapísimo de mi novio- respondió sonriente la chica.
Se sirvió un plato de la comida que habían preparado los chicos y, a pesar de que había muchas sillas libres, prefirió sentarse sobre las piernas de su chico para comer y chalar con sus amigos.
Tras acabar la comida y limpiar lo que habían ensuciado, Sam y Taku salieron de la casa y dieron un pequeño paseo por los alrededores de la casa. Caminaron de la mano, muy pegados el uno al otro, charlando animadamente y parándose para abrazarse o darse algún que otro beso. Llegaron a un parque infantil en donde Sam se sentó en uno de sus columpios y Taku comenzó a columpiar.
-¿Sabes amor? De niña adoraba este sitio... Aunque de aquella esto estaba mucho más lleno- dijo ella con los ojos cerrados mientras se dejaba columpiar.
-Si... Es un sitio bonito y tranquilo.
-Además, hay un lago cerca en donde jugaba también de niña.
-¿Me lo enseñas luego, amor?
-Claro- le sonrió ella.
Poco a poco se fue haciendo de noche y los chicos decidieron ir hacia el lago. Una vez allí, Sam, de forma divertida y con una sonrisa pícara en los labios, se desnudó y se metió en aquella agua cristalina y en calma. Taku, al verla, no puedo evitar sonrojarse, era la primera vez que miraba el cuerpo desnudo de su chica.
-¿Qu-quá heces amor? ¿Estás loca o qué?
-No- dijo ella entre risas-, no lo estoy. Vamos amor, métete, el agua está buenísima.
El chico, sin vacilar, se desnudó rápidamente y se metió en el agua con su chica. Ella, por su parte, rodeó el cuerpo de su novio con las piernas y su cuello con los brazos.
-Así es como debemos estar, pegaditos.
Él sonrió y la besó una vez más.
Pasaron casi una hora dentro del lago. Se mojaron el uno al otro riéndose y sintiéndose completamente felices. A ambos les encantaba aquella tranquilidad, les gustaba estar junto a la persona a la que amaban, sin que nadie los molestase.
Al salir se secaron con unas toallas que Sam había hecho parecer y se sentaron a los pies de un árbol, donde se acostaron y se abrazaron en silencio, sin dejar de sonreírse.
-Amor... Tengo frío, ¿volvemos?- Pidió ella mientras temblaba a causa del frío.
Él asintió y, cogiéndola de la mano, volvieron juntos de hacia su nuevo hogar. Pero, por desgracia, había alguien que les impedía el paso.
Visiones de futuro #16
El coche negro corría a gran velocidad por las desiertas carreteras secundarias ya apenas transitadas, pues estas seguían sin asfaltar, lo que dificultaba la conducción. Marc y Erica se encontraban en silencio y con los sentidos más que agudizados, estaban completamente alerta por si aparecía algún vehículo sospechoso o por si alguien comenzaba a seguirles. Esta vez no tenían ningún lugar seguro al que ir, fueran a donde fueran, sabían que los iban a encontrar.
-Marc, ahora no podremos pasar más de dos días en el mismo sitio.
-Lo sé...- suspiró el chico, echaba de menos la tranquilidad de su vida y la comodidad de su casa.
Condujeron durante un par de días, parando solo para comer o asearse, mientras uno dormía el otro seguía conduciendo, sin detenerse. Durante esos dos días apenas hablaron, no sabían que decir, tenían miedo a que los encontraran antes de poder descansar un poco.
-Erica, amor, despierta- intentó despertarla Marc con la voz suave y moviéndola suavemente.
La chica abrió lentamente los ojos y miró a su alrededor confusa, le llevó un rato recordar que estaban huyendo en su cuatro por cuatro.
-¿Qué pasa?- Quiso saber ella.
-Creo que he encontrado un buen sitio en donde quedarnos esta noche para descansar- le respondió él, sonriendo y alegre a pesar del cansancio que tenía y que sus ojos y ojeras reflejaban.
-¿Dónde?
-En esa casita rural, al parecer, por lo que he visto en los carteles, la alquilan por día. Además, está bastante apartada del pueblo y en esta época del año dudo mucho que esté alquilida.
-Oh, Marc, eres un genio- dicho esto lo besó.
-No es para tanto- empezó a reírse él-. Sigue descansando, vampiresa. Te despierto cuando lleguemos.
La chica asintió y volvió a dormirse mientras Marc conducía hacia aquella casa rural.
Los chicos llegaron allí en menos de media hora y, tras despertar a su compañera, ambos fueron a preguntar a la dueña de la casa si tenía alguna habitación libre, por suerte para ellos, ese día, no había ni una sola habitación alquilada.
Tras firmar con unos nombres falsos, subieron a la habitación que habían alquilado y se acostaron, olvidando por un momento todos sus problemas mientras sus pieles se rozaban.
-Marc, ahora no podremos pasar más de dos días en el mismo sitio.
-Lo sé...- suspiró el chico, echaba de menos la tranquilidad de su vida y la comodidad de su casa.
Condujeron durante un par de días, parando solo para comer o asearse, mientras uno dormía el otro seguía conduciendo, sin detenerse. Durante esos dos días apenas hablaron, no sabían que decir, tenían miedo a que los encontraran antes de poder descansar un poco.
-Erica, amor, despierta- intentó despertarla Marc con la voz suave y moviéndola suavemente.
La chica abrió lentamente los ojos y miró a su alrededor confusa, le llevó un rato recordar que estaban huyendo en su cuatro por cuatro.
-¿Qué pasa?- Quiso saber ella.
-Creo que he encontrado un buen sitio en donde quedarnos esta noche para descansar- le respondió él, sonriendo y alegre a pesar del cansancio que tenía y que sus ojos y ojeras reflejaban.
-¿Dónde?
-En esa casita rural, al parecer, por lo que he visto en los carteles, la alquilan por día. Además, está bastante apartada del pueblo y en esta época del año dudo mucho que esté alquilida.
-Oh, Marc, eres un genio- dicho esto lo besó.
-No es para tanto- empezó a reírse él-. Sigue descansando, vampiresa. Te despierto cuando lleguemos.
La chica asintió y volvió a dormirse mientras Marc conducía hacia aquella casa rural.
Los chicos llegaron allí en menos de media hora y, tras despertar a su compañera, ambos fueron a preguntar a la dueña de la casa si tenía alguna habitación libre, por suerte para ellos, ese día, no había ni una sola habitación alquilada.
Tras firmar con unos nombres falsos, subieron a la habitación que habían alquilado y se acostaron, olvidando por un momento todos sus problemas mientras sus pieles se rozaban.
lunes, 27 de julio de 2015
Uno y uno hacen dos
Hoy hace ya más de dos años que comencé a escribir en un Blog que había creado junto a mi mejor amigo. Empezamos siendo dos y ahora ya solo sigo yo.
Con el tiempo, el contenido de lo que escribía iba cambando, mi forma de escribir fue mejorando muy lentamente, mi forma de expresarme se fue haciendo algo más clara, todo gracias a la dedicación y a lo aprendido de las lecturas o de la asignatura de lengua. Cada día, mis dedos tecleaban más rápido el teclado de mi ordenador, las líneas se escribían en menos tiempo y seguir una historia me costaba menos, mi mente, mi imaginación, volaba a mayor velocidad.
En este último año varias cosas han cambiado, quizás mi visión del mundo sea menos negras y se vaya asemejando un poco a un tono grisáceo. Los post ya no solo se limitaban a lo más escuro de mi alma, sino a lo más luminoso de mi corazón. En cada línea, reflejaba todo aquello que me iba ocurriendo, fuera bueno o malo. Amistades perdidas, gente nueva a la que conocí y una extraña relación que marca mi manera de escribir y pensar.
Sin embargo, sigo con el mismo y principal motivo por el que creé este Blog, para poder desconectar de mi día a día y para divertirme escribiendo. A día de hoy, la escritura online se ha convertido en uno de mis mayores aficiones. Aquí puedo crear historias que nunca se perderán, emocionarme al comprobar que lo que escribo se lee más allá de mi país, que no existen fronteras para una joven e inexperta escritora.
Principalmente hay tres personas que me motivan a escribir, tres personas a las que verdaderamente aprecio y que forman parte de mis historias, ellos saben quiénes son realmente; Sr. X, Iris y Hermi. Ellos son los protagonistas de mis dos historias ligadas. Aunque..., el Sr. X es quien más me inspira siempre en seguir escribiendo, por el que escribo los post de esa forma diferente a la de antes, por el que vale la pena enamorarse de las letras...
Aún así, aparte de ellos, hay otro pequeño grupo de amigas a las que les gusta que escriba, aunque prefieran mis relatos más eróticos. Ellas fueron las primeras que leyeron algo escrito por mi, pero de eso ya hace muchos años, cuando apenas estaba por la mitad de secundaria. Gracias a ellas nunca perdí la ilusión por escribir y eso me llevó, años más tarde, a tomar la alocada decisión de crear un Blog en donde todo lo que se me pasa por la cabeza.
Aparte de mis amigos, como no, si sigo escribiendo es gracias a vosotros, esos desconocidos que entráis en la dirección de mi Blog y perdéis tiempo en leer todo aquello que escribo. Gracias a vosotros, mi ilusión por escribir es cada día mayor.
Espero no perder nunca la ilusión de escribir y que este Blog siga en funcionamiento muchos años más.
Un saludo y un fuerte abrazo,
Samy Night
Con el tiempo, el contenido de lo que escribía iba cambando, mi forma de escribir fue mejorando muy lentamente, mi forma de expresarme se fue haciendo algo más clara, todo gracias a la dedicación y a lo aprendido de las lecturas o de la asignatura de lengua. Cada día, mis dedos tecleaban más rápido el teclado de mi ordenador, las líneas se escribían en menos tiempo y seguir una historia me costaba menos, mi mente, mi imaginación, volaba a mayor velocidad.
En este último año varias cosas han cambiado, quizás mi visión del mundo sea menos negras y se vaya asemejando un poco a un tono grisáceo. Los post ya no solo se limitaban a lo más escuro de mi alma, sino a lo más luminoso de mi corazón. En cada línea, reflejaba todo aquello que me iba ocurriendo, fuera bueno o malo. Amistades perdidas, gente nueva a la que conocí y una extraña relación que marca mi manera de escribir y pensar.
Sin embargo, sigo con el mismo y principal motivo por el que creé este Blog, para poder desconectar de mi día a día y para divertirme escribiendo. A día de hoy, la escritura online se ha convertido en uno de mis mayores aficiones. Aquí puedo crear historias que nunca se perderán, emocionarme al comprobar que lo que escribo se lee más allá de mi país, que no existen fronteras para una joven e inexperta escritora.
Principalmente hay tres personas que me motivan a escribir, tres personas a las que verdaderamente aprecio y que forman parte de mis historias, ellos saben quiénes son realmente; Sr. X, Iris y Hermi. Ellos son los protagonistas de mis dos historias ligadas. Aunque..., el Sr. X es quien más me inspira siempre en seguir escribiendo, por el que escribo los post de esa forma diferente a la de antes, por el que vale la pena enamorarse de las letras...
Aún así, aparte de ellos, hay otro pequeño grupo de amigas a las que les gusta que escriba, aunque prefieran mis relatos más eróticos. Ellas fueron las primeras que leyeron algo escrito por mi, pero de eso ya hace muchos años, cuando apenas estaba por la mitad de secundaria. Gracias a ellas nunca perdí la ilusión por escribir y eso me llevó, años más tarde, a tomar la alocada decisión de crear un Blog en donde todo lo que se me pasa por la cabeza.
Aparte de mis amigos, como no, si sigo escribiendo es gracias a vosotros, esos desconocidos que entráis en la dirección de mi Blog y perdéis tiempo en leer todo aquello que escribo. Gracias a vosotros, mi ilusión por escribir es cada día mayor.
Espero no perder nunca la ilusión de escribir y que este Blog siga en funcionamiento muchos años más.
Un saludo y un fuerte abrazo,
Samy Night
ñ) Hacia los chicos
El chico volvió junto a Iris y le informó dónde y cómo podían encontrar a los chicos y que la información se la había dado la hermana del vampiro.
-¿Y te puedes fiar de ella? ¿No será alguna trampa de la madre del chico?- Preguntó Iris sin ser capaz de confiar demasiado en la información obtenida.
-Sí, estoy talmente seguro de que nos podemos fiar de la información que nos pasó Shana. Al igual que su hermano, no es que le tenga un especial afecto a su madre y estoy seguro de que, sabiendo que lo que le tengo que decir es de vital importancia, nos ayudará a encontrar a su hermano. Por eso estoy seguro de que la dirección es la correcta y que, para poder llegar hasta allí, debo tomarme esa poción.
-Pero...
-No hay peros que valgan- le interrumpió el chico-. Si es un engaño, pues moriré en el intento de intentar arreglar lo que estropeé por mi idiotez.
La chica suspiró y asintió.
-Iré contigo, amor. No quiero que completes esta aventura tú solo.
-Gracias, Iris. Te dejo acompañarme, pero solo yo me acercaré a la mansión Arai, yo si que no permitiré que te pongas en riesgo por algo que debo hacer yo solo.
-Está bien...- Aceptó la chica. Sabía que no iba a conseguir que su chico cambiara de opinión en eso-. Pero amor, ¿qué harás si no eres capaz de hablarles? Porque te conozco y sé lo mucho que te cuesta hablar ante unos desconocidos y más aún en este caso...
El chico pensó un rato en qué podía hacer, en cuál sería su plan B en caso de que no lograra hablar. Caminó por la habitación barajando todas las posibilidades que le pasaban por la mente, pero ninguna le parecía la correcta ni mucho menos la más adecuada. Finalmente y parándose ante el pequeño escritorio que había en aquella habitación de hotel, decidió escribir una carta explicándoles todo lo que había hecho y cuáles eran los planes futuros de la señora Arai. Sabía que una carta demostraba la falta de valentía, pero el vampiro siempre le había causado mucho respeto y sabía que si le contaba todo aquello cara a cara, el resultado podría ser su propia muerte.
-¿Finalmente te has decidido por redactar una carta, amor?
El chico asintió a modo de respuesta mientras metía las hojas escritas en un sobre.
-Me parece lo mejor. Así te arriesgas menos. Bueno, es hora de que partamos hacia el final de esta aventura.
Hermi abrazó a Iris y la besó antes de partir hacia la mansión Arai.
-¿Y te puedes fiar de ella? ¿No será alguna trampa de la madre del chico?- Preguntó Iris sin ser capaz de confiar demasiado en la información obtenida.
-Sí, estoy talmente seguro de que nos podemos fiar de la información que nos pasó Shana. Al igual que su hermano, no es que le tenga un especial afecto a su madre y estoy seguro de que, sabiendo que lo que le tengo que decir es de vital importancia, nos ayudará a encontrar a su hermano. Por eso estoy seguro de que la dirección es la correcta y que, para poder llegar hasta allí, debo tomarme esa poción.
-Pero...
-No hay peros que valgan- le interrumpió el chico-. Si es un engaño, pues moriré en el intento de intentar arreglar lo que estropeé por mi idiotez.
La chica suspiró y asintió.
-Iré contigo, amor. No quiero que completes esta aventura tú solo.
-Gracias, Iris. Te dejo acompañarme, pero solo yo me acercaré a la mansión Arai, yo si que no permitiré que te pongas en riesgo por algo que debo hacer yo solo.
-Está bien...- Aceptó la chica. Sabía que no iba a conseguir que su chico cambiara de opinión en eso-. Pero amor, ¿qué harás si no eres capaz de hablarles? Porque te conozco y sé lo mucho que te cuesta hablar ante unos desconocidos y más aún en este caso...
El chico pensó un rato en qué podía hacer, en cuál sería su plan B en caso de que no lograra hablar. Caminó por la habitación barajando todas las posibilidades que le pasaban por la mente, pero ninguna le parecía la correcta ni mucho menos la más adecuada. Finalmente y parándose ante el pequeño escritorio que había en aquella habitación de hotel, decidió escribir una carta explicándoles todo lo que había hecho y cuáles eran los planes futuros de la señora Arai. Sabía que una carta demostraba la falta de valentía, pero el vampiro siempre le había causado mucho respeto y sabía que si le contaba todo aquello cara a cara, el resultado podría ser su propia muerte.
-¿Finalmente te has decidido por redactar una carta, amor?
El chico asintió a modo de respuesta mientras metía las hojas escritas en un sobre.
-Me parece lo mejor. Así te arriesgas menos. Bueno, es hora de que partamos hacia el final de esta aventura.
Hermi abrazó a Iris y la besó antes de partir hacia la mansión Arai.
miércoles, 22 de julio de 2015
17: Una breve charla con los familiares
Los chicos regresaron en seguido a su nuevo hogar como pareja, donde los esperaban sus familiares, deseosos de saber de qué habían hablado en la primera reunión de Sam como líder del clan Night.
-Venga chicos, contadnos qué pasó- les rogó Nana poniéndoles ojitas.
-Os lo contamos ahora, yo a esa carita no me puedo resistir- dijo Sam tras reírse-. Bueno, lo principal para lo que me querían era para que diera la cara y me presentara como líder del clan Night. A parte de eso...
-Hemos propuesto unos cambios- prosiguió Taku con la explicación.
-¿Cambios?- Preguntó Gaziel.
-Sí.
-Esos cambios, que sé que Taku prefiere que los explique yo, consiste en una mejora en el trato hacia los mestizos y familiares.
-¡¿Cómo?!- Preguntó la pareja a la vez.
-Pues eso, chicos. Hacia los familiares, el cambio se basa en que dejaréis de ser considerados como demonios inferiores y que seréis tratados con unas condiciones óptimas, tal como hago yo contigo, Gaziel.
-Pero eso... Es muy difícil de conseguir, gatita. Siempre se nos ha considerado inferiores y yo he tenido suerte en ser tu familiar...
-Pues eso va a cambiar, al menos en la teoría y espero que igual en la práctica. Y en cuanto a los mestizos, se los tratará mejor, enseñándoles a controlarse y lograr que así se equilibren de una forma correcta y no como lo hice yo.
-Cariño, se te olvida otra cosa que pactamos.
-No amor. Lo otro... Es que ningún vampiro puede atacar a los demonios y viceversa, hemos retomado la paz y convivencia que existía antes entre nuestras especies.
-Joder chicos, eso es increíble. Pero, ¿cómo os vais a asegurar de que los otros demonios y vampiros cumplan con los cambios que propusisteis?- Quiso saber el familiar de Sam.
-Muy sencillo, con esto- le respondió Sas mostrándole el pergamino que habían firmado en la asamblea-. Es un contrato Arai y ambos sabéis como son.
Los chicos asintieron, estaban asombrados por todos los cambios que los otros demonios habían aceptado en tan poco tiempo.
-¿Y ahora qué nos espera?-Preguntó Nana.
-Vivir... O eso espero, no creo que nadie me vaya a atacar.
Los cuatro se rieron con aquella respuesta de Sam, habiendo firmado aquel contrato tan estricto, dudaba que ninguno de los demonios la fuera a atacar.
Siguieron conversando y riendo hasta bien entrada la noche. Los chicos se despidieron, yéndose cada pareja a su habitación.
Visiones de futuro #15
Había pasado ya varias semanas desde que los chicos se encontraban en la vieja casa de campo de la familia de Erica. En aquel tiempo los dos vampiros habían aprovechado el tiempo para entrenar. Marc fuera mejorando día a día y, con el paso del tiempo, ya lograba vencer a Erica, aunque eso rara vez ocurría. A su vez, su cuerpo también había cambiado, pasara de tener un cuerpo delgaducho a uno fuerte y musculado, sus reflejos eran increíbles y había aprendido a encontrar sin dificultad el rastro de la vampiresa, tardando apenas unos segundos en ser capaz de encontrarla.
La relación de ambos había mejorado, el haber pasado tanto tiempo juntos les había permitido conocerse muy bien el uno al otro y se tenían una confianza mutua, convirtiéndose rápidamente en pareja.
Los chicos se encontraban en el jardín a punto de terminar su entrenamiento diario, ese día habían entrenado más que de costumbre. De pronto, la joven se detuvo de golpe, sentía como si algo o alguien los estuviese observando.
-Erica, ¿qué ocurre?- Le preguntó Marc extrañado de que su chica se hubiera para de golpe.
-Calla por favor, creo que alguien nos vigila.
Sin que al chico le diera tiempo a responder, un par de sombras se abalanzaron sobre ellos. Eran un par de vampiros de ojos rojos, con los colmillos muy afilados y entrenados para matar.
Los chicos se defendieron como pudieron, sus atacantes eran difíciles de aplacar, no tenían límite, les daba igual que sus víctimas muriesen con sus golpes. Erica se encargaba del más grande y poderoso de los vampiros enemigos, por como se movía sabía que era uno de los guardaespaldas del nuevo rey de los vampiros y creía saber cuál era su punto débil. Agachándose y con un movimiento rápido, logró zafarse de su adversario y aprovechando su lentitud, se colocó detrás de él y le partió el cuello, tras eso, le arrancó la cabeza y se dirigió hacia Marc para ayudarlo.
El chico se defendía como podía, su contrincante era mucho más poderoso y le daban la mayor parte de los golpes que el viejo demonio daba, él, en cambio, pocas veces acertaba. Aprovechando que el vampiro estaba distraído con Marc. Erica se abalanzó sobre él y le arrancó la cabeza.
-Ve a por nuestras cosas mientras los quemo, ¡rápido!- Le ordenó la joven.
El chico asintió y salió corriendo hacia la casa. Mientras, ella, acercaba los dos cuerpos y les prendió fuego.
En menos de cinco minutos su cuatro por cuatro corría a gran velocidad por la carretara que llevaba a la salida del pueblo.
La relación de ambos había mejorado, el haber pasado tanto tiempo juntos les había permitido conocerse muy bien el uno al otro y se tenían una confianza mutua, convirtiéndose rápidamente en pareja.
Los chicos se encontraban en el jardín a punto de terminar su entrenamiento diario, ese día habían entrenado más que de costumbre. De pronto, la joven se detuvo de golpe, sentía como si algo o alguien los estuviese observando.
-Erica, ¿qué ocurre?- Le preguntó Marc extrañado de que su chica se hubiera para de golpe.
-Calla por favor, creo que alguien nos vigila.
Sin que al chico le diera tiempo a responder, un par de sombras se abalanzaron sobre ellos. Eran un par de vampiros de ojos rojos, con los colmillos muy afilados y entrenados para matar.
Los chicos se defendieron como pudieron, sus atacantes eran difíciles de aplacar, no tenían límite, les daba igual que sus víctimas muriesen con sus golpes. Erica se encargaba del más grande y poderoso de los vampiros enemigos, por como se movía sabía que era uno de los guardaespaldas del nuevo rey de los vampiros y creía saber cuál era su punto débil. Agachándose y con un movimiento rápido, logró zafarse de su adversario y aprovechando su lentitud, se colocó detrás de él y le partió el cuello, tras eso, le arrancó la cabeza y se dirigió hacia Marc para ayudarlo.
El chico se defendía como podía, su contrincante era mucho más poderoso y le daban la mayor parte de los golpes que el viejo demonio daba, él, en cambio, pocas veces acertaba. Aprovechando que el vampiro estaba distraído con Marc. Erica se abalanzó sobre él y le arrancó la cabeza.
-Ve a por nuestras cosas mientras los quemo, ¡rápido!- Le ordenó la joven.
El chico asintió y salió corriendo hacia la casa. Mientras, ella, acercaba los dos cuerpos y les prendió fuego.
En menos de cinco minutos su cuatro por cuatro corría a gran velocidad por la carretara que llevaba a la salida del pueblo.
jueves, 16 de julio de 2015
n) Nueva información
-¿Tú hermano?-Preguntó Hermi algo confuso.
-Sí, Taku, mi hermano mayor. Yo soy Shana, y sé exactamente en dónde puedes encontrarlo. Es raro que alguien quiera buscarlo...
-¿En serio lo sabes? ¿Y puedes decir dónde econtrarlo?
-Sígueme, es mejor no hablar aquí de esto.
El chico asintió y ambos se alejaron de la puerta del despacho de la directora. Recorrieron un par de pasillos hasta encontrar un aula abierta y, como era de esperar, totalmente vacía. Una vez dentro, Shana cerró la puerta y miró al chico.
-Lo primero, ¿por qué buscas a mi hermano?
-Quiero... Quiero.. Contarle unas cosas que pretende... Hacer vuestra madre...- respondió el chico con la cabeza gacha y hablando en voz baja.
-¿Qué quiere hacer mi madre?
-Eso... Solo se lo diré a él y a Sam...
-¿A los dos? Entonces tiene que ser algo que les quiera hacer mi madre- suspiró la chica.
-Sí... Bueno...
Shana le sonrió y escribió en un papel una dirección.
-Llegar a ese lugar no es fácil. Está protegido mágicamente. Hasta hace poco vivían en la vieja casa de Sam, pero hace unos días se han mudado a la vieja residencia Arai.
-¿Protegida mágicamente?
-Así es. Bueno, tenemos un basilisco un tanto especial, no deja que se le acerquen desconocidos- la chica se quedó pensativa-. Pero puedo preparar un pequeño engaño para que deje que te acerques al lugar. Dame unos minutos.
Dicho esto la chica salió de aquel aula, dejando a Hermi solo con un trozo de papel en la mano.
Tras unos cinco minutos, la joven vampiresa regresó al aula con un pequeño frasco en la mano y se lo dio al chico,
-Bébetelo cuando estés cerca del lugar. Con eso será más que suficiente para poder entrar. Para salier no habrá ningún problema.
El chico asintió y se fue junto a Iris.
-Sí, Taku, mi hermano mayor. Yo soy Shana, y sé exactamente en dónde puedes encontrarlo. Es raro que alguien quiera buscarlo...
-¿En serio lo sabes? ¿Y puedes decir dónde econtrarlo?
-Sígueme, es mejor no hablar aquí de esto.
El chico asintió y ambos se alejaron de la puerta del despacho de la directora. Recorrieron un par de pasillos hasta encontrar un aula abierta y, como era de esperar, totalmente vacía. Una vez dentro, Shana cerró la puerta y miró al chico.
-Lo primero, ¿por qué buscas a mi hermano?
-Quiero... Quiero.. Contarle unas cosas que pretende... Hacer vuestra madre...- respondió el chico con la cabeza gacha y hablando en voz baja.
-¿Qué quiere hacer mi madre?
-Eso... Solo se lo diré a él y a Sam...
-¿A los dos? Entonces tiene que ser algo que les quiera hacer mi madre- suspiró la chica.
-Sí... Bueno...
Shana le sonrió y escribió en un papel una dirección.
-Llegar a ese lugar no es fácil. Está protegido mágicamente. Hasta hace poco vivían en la vieja casa de Sam, pero hace unos días se han mudado a la vieja residencia Arai.
-¿Protegida mágicamente?
-Así es. Bueno, tenemos un basilisco un tanto especial, no deja que se le acerquen desconocidos- la chica se quedó pensativa-. Pero puedo preparar un pequeño engaño para que deje que te acerques al lugar. Dame unos minutos.
Dicho esto la chica salió de aquel aula, dejando a Hermi solo con un trozo de papel en la mano.
Tras unos cinco minutos, la joven vampiresa regresó al aula con un pequeño frasco en la mano y se lo dio al chico,
-Bébetelo cuando estés cerca del lugar. Con eso será más que suficiente para poder entrar. Para salier no habrá ningún problema.
El chico asintió y se fue junto a Iris.
miércoles, 15 de julio de 2015
16: ¿En serio te parece bien?
A la salida de la asamblea los esperaba el padre de Sam, sonriente. Al verlos aparecer les indicó que les siguiera y, juntos, fueron de camino hacia la casa familiar. Taku miró confuso a su novia, no entendía por qué quería hablar con ellos.
Al llegar a la vieja mansión los tres se dirigieron hacia el salón de la casa, una vez allí, Sam y su padre se sentaron cada uno en un sillón diferente, Taku seguía en brazos de su novia con su aspecto de gato.
-¿Qué es lo que quiere, señor Night?- Preguntó Taku.
-Por favor, hijo, para hablar contigo me resulta bastante incómodo hacerlo así. Toma tu forma humana.
El chico obedeció y se sentó al lado de su novia.
-Gracias. ¿Cómo os ha ido en la reunión?
-Bueno...- Comenzó Sam-. No nos han matado, y eso ya es un gran paso. Aparte de que ha firmado un trato con la familia Arai.
-¿Cómo?
-Eso- respondió Taku-. Y los contratos con mi familia son inquebrantables. He usado uno de los viejos papeles de mi madre. Si alguien incumple una sola parte de lo especificado en ese tratado, todos lo sabrán y ese traidor será inmediatamente enviado a las mazmorras de mi casa, y de allí no se puede escapar. Bueno... Y entre todos los clanes firmantes se decidirá el castigo pertinente...
-Lo que pactamos fue que ningún vampiro atacará a los demonios y viceversa- empezó a explicar la hija del se3ñor Night las cláusulas del tratado de paz-. También añadimos que se debe tratar a los mestizos como demonios puros, educarlos y ayudarles a controlarse. Aparte de eso, logramos devolverle la dignidad perdida a los familiares, aunque creo, que esa será la parte que más va a costar cumplir.
-¡Eso es increíble, hija!
-Ya...
-Pero... Por favor, ten mucho cuidado. Estoy seguro de que intentaran matarte- miró a Taku a los ojos-. Por favor, cuida mucho de mi hija.
-Eso haré- le juró el chico-. ¿Está de acuerdo con que sea yo quién la cuide? ¿No tiene ella un familiar?
-Sí, lo tiene. Ya lo conoces y es un gran chico que siempre la ha cuidado... Pero, sé que tú, como su novio, la cuidarás aún mejor y que, haga lo que haga, nunca lograré separaros.
-¿Lo dices en serio papá? ¿Puede seguir con Taku?- Preguntó ilusionada la joven demonio.
El viejo demonio asintió y ella, emocionada, abrazó a su padre.
-Pero juro que como le pase algo malo, por mínimo que sea, me encargaré de matarte, sin importarme el castigo posterior por incumplir ese tratado vuestro. Que por cierto.., ¿dónde está?
-Tranquilo, señor Night, cuidaré de su hija. No permitiré que le hagan daño y jamás me perdonaría el hacérselo yo- sonrió el chico-. Y el papelito lo tiene su hija, y ella será quien lo guarde.
Al llegar a la vieja mansión los tres se dirigieron hacia el salón de la casa, una vez allí, Sam y su padre se sentaron cada uno en un sillón diferente, Taku seguía en brazos de su novia con su aspecto de gato.
-¿Qué es lo que quiere, señor Night?- Preguntó Taku.
-Por favor, hijo, para hablar contigo me resulta bastante incómodo hacerlo así. Toma tu forma humana.
El chico obedeció y se sentó al lado de su novia.
-Gracias. ¿Cómo os ha ido en la reunión?
-Bueno...- Comenzó Sam-. No nos han matado, y eso ya es un gran paso. Aparte de que ha firmado un trato con la familia Arai.
-¿Cómo?
-Eso- respondió Taku-. Y los contratos con mi familia son inquebrantables. He usado uno de los viejos papeles de mi madre. Si alguien incumple una sola parte de lo especificado en ese tratado, todos lo sabrán y ese traidor será inmediatamente enviado a las mazmorras de mi casa, y de allí no se puede escapar. Bueno... Y entre todos los clanes firmantes se decidirá el castigo pertinente...
-Lo que pactamos fue que ningún vampiro atacará a los demonios y viceversa- empezó a explicar la hija del se3ñor Night las cláusulas del tratado de paz-. También añadimos que se debe tratar a los mestizos como demonios puros, educarlos y ayudarles a controlarse. Aparte de eso, logramos devolverle la dignidad perdida a los familiares, aunque creo, que esa será la parte que más va a costar cumplir.
-¡Eso es increíble, hija!
-Ya...
-Pero... Por favor, ten mucho cuidado. Estoy seguro de que intentaran matarte- miró a Taku a los ojos-. Por favor, cuida mucho de mi hija.
-Eso haré- le juró el chico-. ¿Está de acuerdo con que sea yo quién la cuide? ¿No tiene ella un familiar?
-Sí, lo tiene. Ya lo conoces y es un gran chico que siempre la ha cuidado... Pero, sé que tú, como su novio, la cuidarás aún mejor y que, haga lo que haga, nunca lograré separaros.
-¿Lo dices en serio papá? ¿Puede seguir con Taku?- Preguntó ilusionada la joven demonio.
El viejo demonio asintió y ella, emocionada, abrazó a su padre.
-Pero juro que como le pase algo malo, por mínimo que sea, me encargaré de matarte, sin importarme el castigo posterior por incumplir ese tratado vuestro. Que por cierto.., ¿dónde está?
-Tranquilo, señor Night, cuidaré de su hija. No permitiré que le hagan daño y jamás me perdonaría el hacérselo yo- sonrió el chico-. Y el papelito lo tiene su hija, y ella será quien lo guarde.
martes, 14 de julio de 2015
Visiones de futuro #14
Los chicos dormían desnudos y abrazados en la misma cama. A aquel beso inesperado le siguieron otros, cada uno de ellos más apasionados que el anterior. Poco a poco, les fue sobrando la ropa, de la cual se iban desprendiendo como podían, tirándola allí donde se la sacaban. Cuando llegaron a la cama de Erica ya a ninguno le quedaba sobre su piel el menor rastro de tela. Él tiró a la vampiresa sobre el duro colchón y, poniéndose sobre ella, le acabó haciendo el amor de una forma lujuriosa mientras, ella en medio de la excitación, mordió al joven repetidas veces, bebiendo de él apenas unas gotas de sangre con cada dentada y eso, en lugar de pararlo o molestarlo, lo encendía aun más en la cama, resultando un juego intenso y agotador.
Siguieron durmiendo hasta que el sol comenzó a molestarles. Marc se levantó de un salto y cerró con rapidez la ventana.
-Joder... ¡Cómo me molesta hay el puto sol!- Gruño molesto y se volvió a acostar abrazando a la vampiresa.
-Sí... Hay días que la luz nos molesta más- le respondió ella sin quitar se cara de debajo de la almohada.
El chico se rió y empezó a besarle la espalda. Hoy no le apetecía entrenar, aunque estaba seguro de que Erica le obligaría a salir de cama y seguir con su entrenamiento. A pesar de lo que el chico se había imaginado. no tenía agujetas ni dolor de ningún tipo pero, estaba seguro de que eso debía a su nueva condición como vampiro, bueno, aunque por lo que le había explicado Erica aquella tarde, no era un vampiro completo, sino que aún era medio humano.
-Venga, chico guapo, deja mi espalda tranquila. Que tenemos mucho que hacer.
Él suspiró y se separó y ella, riéndose por lo bajo, le dio un pequeño beso al chico.
-¿No eras tú el que quería entrenar para poder defenderse solito?- Le preguntó divertida.
-Sí...
-Pues venga, vamos a la cocina, que de seguro que te mueres de hambre.
Los chicos se vistieron ropa deportiva y bajaron a la cocina. Realmente Marc no tenía demasiado apetito, por lo que se preparó una buena taza de café con un par de tostadas.
El entrenamiento de hoy comenzó por una pequeña carrera por el pueblo, lo que les sirvió a ambos de calentamiento. Para seguir prosiguieron por donde lo había dejado ayer, en un combate cuerpo a cuerpo.
Siguieron con el entrenamiento hasta bien entrada la noche, con apenas un par de descansos de media hora para que Marc comiera un poco.
Agotado, el chico se dejó caer de rodillas sobre la hierba del jardín, Erica sonriendo y satisfecha por el trabajo conseguido aquel día, le regaló un pequeño beso en los labios.
-Elegido, creo que es hora de ambos vayamos de caza. Hace dos días que no pruebas la sangre y, con todo este esfuerzo físico, te sed debe de haber aumentado notablemente, a parte de que no es bueno no alimentarse regularmente.
Él se limitó a asentir y a alejarse corriendo a gran velocidad, dejando que sus instintos y sentidos más animalescos lo guiasen. La vampiresa lo seguía de cerca, pues ella también empezaba a tener sed, ya que la poca sangre que había tomado mientras se acostaban no era suficiente como para saciarla.
El chico siguió el rastro de un animal, el cual no tardó en encontrar y se abalanzó sobre él, clavándole los colmillos sobre la yugular y comenzando a beber con ansia. Una vez se hubo saciado, dejó el cadáver del animal a un lado y empezó a buscar a Erica. Seguir el rastro de su compañera era bastante más difícil que seguir el de un animal, ella sabía moverse sin dejar huellas. Marc caminaba despacio, intentando localizarla, pero por más que lo intentaba, no encontraba nada que lo ayudase a guiarse.
Tras un rato y desesperado por no encontrarla, empezó a llamarla a gritos.
-Ay guapo- se rió la chica que aparecía detrás de él-. Vamos a tener que practicar esto de seguir huellas.
Siguieron durmiendo hasta que el sol comenzó a molestarles. Marc se levantó de un salto y cerró con rapidez la ventana.
-Joder... ¡Cómo me molesta hay el puto sol!- Gruño molesto y se volvió a acostar abrazando a la vampiresa.
-Sí... Hay días que la luz nos molesta más- le respondió ella sin quitar se cara de debajo de la almohada.
El chico se rió y empezó a besarle la espalda. Hoy no le apetecía entrenar, aunque estaba seguro de que Erica le obligaría a salir de cama y seguir con su entrenamiento. A pesar de lo que el chico se había imaginado. no tenía agujetas ni dolor de ningún tipo pero, estaba seguro de que eso debía a su nueva condición como vampiro, bueno, aunque por lo que le había explicado Erica aquella tarde, no era un vampiro completo, sino que aún era medio humano.
-Venga, chico guapo, deja mi espalda tranquila. Que tenemos mucho que hacer.
Él suspiró y se separó y ella, riéndose por lo bajo, le dio un pequeño beso al chico.
-¿No eras tú el que quería entrenar para poder defenderse solito?- Le preguntó divertida.
-Sí...
-Pues venga, vamos a la cocina, que de seguro que te mueres de hambre.
Los chicos se vistieron ropa deportiva y bajaron a la cocina. Realmente Marc no tenía demasiado apetito, por lo que se preparó una buena taza de café con un par de tostadas.
El entrenamiento de hoy comenzó por una pequeña carrera por el pueblo, lo que les sirvió a ambos de calentamiento. Para seguir prosiguieron por donde lo había dejado ayer, en un combate cuerpo a cuerpo.
Siguieron con el entrenamiento hasta bien entrada la noche, con apenas un par de descansos de media hora para que Marc comiera un poco.
Agotado, el chico se dejó caer de rodillas sobre la hierba del jardín, Erica sonriendo y satisfecha por el trabajo conseguido aquel día, le regaló un pequeño beso en los labios.
-Elegido, creo que es hora de ambos vayamos de caza. Hace dos días que no pruebas la sangre y, con todo este esfuerzo físico, te sed debe de haber aumentado notablemente, a parte de que no es bueno no alimentarse regularmente.
Él se limitó a asentir y a alejarse corriendo a gran velocidad, dejando que sus instintos y sentidos más animalescos lo guiasen. La vampiresa lo seguía de cerca, pues ella también empezaba a tener sed, ya que la poca sangre que había tomado mientras se acostaban no era suficiente como para saciarla.
El chico siguió el rastro de un animal, el cual no tardó en encontrar y se abalanzó sobre él, clavándole los colmillos sobre la yugular y comenzando a beber con ansia. Una vez se hubo saciado, dejó el cadáver del animal a un lado y empezó a buscar a Erica. Seguir el rastro de su compañera era bastante más difícil que seguir el de un animal, ella sabía moverse sin dejar huellas. Marc caminaba despacio, intentando localizarla, pero por más que lo intentaba, no encontraba nada que lo ayudase a guiarse.
Tras un rato y desesperado por no encontrarla, empezó a llamarla a gritos.
-Ay guapo- se rió la chica que aparecía detrás de él-. Vamos a tener que practicar esto de seguir huellas.
jueves, 9 de julio de 2015
Dejar atrás un lugar llamado IES A Paralaia
Hace ocho años entré, con bastante miedo, en el instituto que me tocaba por pertenecer a un determinado colegio. Ese instituto, tan grande y extraño para mi, era el IES A Paralaia.
Aquel día de septiembre posé por primera vez mies pies sobre las baldosas de una de las aulas de aquel desconocido edificio. Cohibida, miré a las pocas personas que conocía, el resto me asustaba, socializar nunca había sido lo mío. Junto a una vieja amiga busqué un pupitre libre al final del aula, aunque era pequeña y apenas tenía dos filas. Al llegar el tutor nos cambió de sitio, por socializar, y me sentó con una persona que no conocía. Por fortuna, poco a poco fui conociendo a mis nuevos compañeros, algunos de ellos, con le tiempo, serían con los que más me llevaría y en los que más confiaría.
De ese primer día ya han pasado casi diez años. A pesar de un par de malos recuerdos, de burlas recibidas por no ser como los demás, en aquel centro educativo ha sido donde, hasta el momento, he pasado los mejores momentos de mi vida y ahora, con nostalgia, escribo estas líneas.
Han sido varios los profesores que me han educado, no solo intelectualmente sino también moralmente. Ellos me han enseñado a ser más fuerte, a tener mayor confianza en mi misma y a luchar por mis sueños.
Ahora, en esta tarde de verano, a punto de ponerse el sol, dejo vagar mi mente por los pasillos de aquel edificio: miro con nostalgia los rostros de mis compañeros, sonrío a los fantásticos conserjes que tenemos y presto mi atención, aunque en ocasiones no sea fácil, a lo que están diciendo los profesores.
Con el tiempo he aprendido que incluso las asignaturas que más aborrecía me han enseñado algo.
De mi profesora de ética, ciudadanía y filosofía he aprendido a valorar y a apreciar el poder del conocimiento y de que nunca hay que dejar de sorprenderse por las pequeñas cosas. De ella también aprendí a ser mejor persona, a ayudar a los que lo necesiten y a dejar que me ayuden pero, lo siento profe, para eso aún me faltan un par de clases.
Por los profesores de francés me acabé enamorando de un bello país y una hermosa lengua.
Con los profesores de educación física aprendí lo importante que es el deporte, aunque seamos sinceros, sigo siendo muy perezosa.
Gracias a los profesores de mis ambas lenguas maternas, el gallego y el castellano, comprendí el gran poder que se puede mostrar con unas pocas palabras. También, gracias a ellos, me aficioné a la escritura, aunque debo aún mejorarla, y consiguieron que amara aún más la lectura.
Con la profesora de ciencias para el mundo contemporáneo choqué de lleno con la cruda realidad y me hizo comprender lo bien que estoy yo realmente y lo destruido que está el mundo por culpa de unos pocos. Ella me enseñó algunas cosas y formas de mejorar mi entorno y a valorar lo que tenemos y, como no, a odiar a Monsanto.
Los profesores de biología consiguieron que sintiera curiosidad por todo lo que me rodea y que aprendiera como funciona el mundo.
Los profesores de sociales e historia me mostraron cómo era el mundo antes de que yo existiera. Es bueno conocer la historia para poder imaginar cómo será nuestro futuro.
Los profesores de plástica y música cultivaron mi interés por las artes.
Con los profesores de matemáticas descubrí lo difícil que puede llegar a dos.
Los profesores de física y química me mostraron la magia que se puede llegar a crear con un par de sustancias y la forma en que se mueven los objetos.
Con los profesores de tecnología e informática comprendí que lo mío no era estar entre cables.
De los profesores de inglés aprendí que no a todos se le da bien este idioma.
El profesor de religión me enseñó a respetar las otras religiones y culturas.
Y ahora yo, con mis humildes letras, quiero agradecerles a mis profesores y compañeros todo lo que aprendí a su lado en estos ocho años y agradecerles también toda la ayuda y apoyo que me dieron durante todo ese tiempo.
A pesar de que me vaya de ese lugar, sé que su recuerdo permanecerá intacto.
Aquel día de septiembre posé por primera vez mies pies sobre las baldosas de una de las aulas de aquel desconocido edificio. Cohibida, miré a las pocas personas que conocía, el resto me asustaba, socializar nunca había sido lo mío. Junto a una vieja amiga busqué un pupitre libre al final del aula, aunque era pequeña y apenas tenía dos filas. Al llegar el tutor nos cambió de sitio, por socializar, y me sentó con una persona que no conocía. Por fortuna, poco a poco fui conociendo a mis nuevos compañeros, algunos de ellos, con le tiempo, serían con los que más me llevaría y en los que más confiaría.
De ese primer día ya han pasado casi diez años. A pesar de un par de malos recuerdos, de burlas recibidas por no ser como los demás, en aquel centro educativo ha sido donde, hasta el momento, he pasado los mejores momentos de mi vida y ahora, con nostalgia, escribo estas líneas.
Han sido varios los profesores que me han educado, no solo intelectualmente sino también moralmente. Ellos me han enseñado a ser más fuerte, a tener mayor confianza en mi misma y a luchar por mis sueños.
Ahora, en esta tarde de verano, a punto de ponerse el sol, dejo vagar mi mente por los pasillos de aquel edificio: miro con nostalgia los rostros de mis compañeros, sonrío a los fantásticos conserjes que tenemos y presto mi atención, aunque en ocasiones no sea fácil, a lo que están diciendo los profesores.
Con el tiempo he aprendido que incluso las asignaturas que más aborrecía me han enseñado algo.
De mi profesora de ética, ciudadanía y filosofía he aprendido a valorar y a apreciar el poder del conocimiento y de que nunca hay que dejar de sorprenderse por las pequeñas cosas. De ella también aprendí a ser mejor persona, a ayudar a los que lo necesiten y a dejar que me ayuden pero, lo siento profe, para eso aún me faltan un par de clases.
Por los profesores de francés me acabé enamorando de un bello país y una hermosa lengua.
Con los profesores de educación física aprendí lo importante que es el deporte, aunque seamos sinceros, sigo siendo muy perezosa.
Gracias a los profesores de mis ambas lenguas maternas, el gallego y el castellano, comprendí el gran poder que se puede mostrar con unas pocas palabras. También, gracias a ellos, me aficioné a la escritura, aunque debo aún mejorarla, y consiguieron que amara aún más la lectura.
Con la profesora de ciencias para el mundo contemporáneo choqué de lleno con la cruda realidad y me hizo comprender lo bien que estoy yo realmente y lo destruido que está el mundo por culpa de unos pocos. Ella me enseñó algunas cosas y formas de mejorar mi entorno y a valorar lo que tenemos y, como no, a odiar a Monsanto.
Los profesores de biología consiguieron que sintiera curiosidad por todo lo que me rodea y que aprendiera como funciona el mundo.
Los profesores de sociales e historia me mostraron cómo era el mundo antes de que yo existiera. Es bueno conocer la historia para poder imaginar cómo será nuestro futuro.
Los profesores de plástica y música cultivaron mi interés por las artes.
Con los profesores de matemáticas descubrí lo difícil que puede llegar a dos.
Los profesores de física y química me mostraron la magia que se puede llegar a crear con un par de sustancias y la forma en que se mueven los objetos.
Con los profesores de tecnología e informática comprendí que lo mío no era estar entre cables.
De los profesores de inglés aprendí que no a todos se le da bien este idioma.
El profesor de religión me enseñó a respetar las otras religiones y culturas.
Y ahora yo, con mis humildes letras, quiero agradecerles a mis profesores y compañeros todo lo que aprendí a su lado en estos ocho años y agradecerles también toda la ayuda y apoyo que me dieron durante todo ese tiempo.
A pesar de que me vaya de ese lugar, sé que su recuerdo permanecerá intacto.
m) Otra vez aquí
Pasaron varios días hasta que la pareja llegó cerca de la academia. Se alojaron en un pequeño hotel de la zona usando nombres falsos.
-Cari, deja que te acompañe- insistía Iris-
-No.
-Vamos... Por fa...- Le empezó a poner ojitos de cachorro mientras le hablaba en voz suave.
-No, Iris, no me vas a convencer. Da igual que te ocultes o cambies tu aspecto, fijo que esa vieja bruja sabe que eres tú. Voy a ir solo.
-Pero...
-No. Espérame aquí. Ya te compensaré bien luego- dicho esto se rió y se despidió de su chica con un pequeño beso.
Salió del hotel y en menos de cinco minutos ya se encontraba dentro del recinto de la academia. En todos esos meses que él había estado fuera nada había cambiado, aunque eso no le sorprendió.
Los jardines estaban desiertos a esa hora de la mañana, algo normal pues era pleno verano y ya apenas quedaban alumnos en aquel lugar, solo quedaban los que tenían que recuperar alguna asignatura o aquellos que no tenían a donde ir. Entró al edificio principal y se dirigió al despacho de la directora, esperaba encontrar allí a la señora Arai, sino, no sabía donde poder encontrarla. Una vez frente al despacho llamó a la puerta y esperó una respuesta.
-Pase- respondió la voz de la mujer desde el interior. Hermi entró sin vacilar-. ¡Ah! Es usted, señor Owen, ya creía que había muerto. ¿Y bien? ¿Dónde está la hechicera?
-Muerta señora... No he podido evitar que se suicidara de camino hasta aquí. He estado tantos meses vigilándola para nada...- Mintió el chico según lo acordado con Iris.
-¡Es usted un inútil!- Vociferó la señora Arai-. ¡Lárguese de mi vista y no vuelva jamás a mi academia! ¡Ya no me sirve de nada!
-¿Perdone?
-Sí, imbécil, he expulsado al cabrón de mi hijo y a la puta de su novia. Y usted ya no me sirve de nada. ¡Lárguese y no vuelva!- Gritó amenazante y cabreada.
-¿Dónde puedo encontrar a su hijo?
-¿Para qué lo quiere saber?- Se rió- ¿Acaso le va a contar lo que he hecho? Buena suerte. Takumu te matará nada más enterarse que ha intentado matar a su apestosa novia. Y lárguese de una vez.
El chico salió de allí. Aquella visita había sido inútil
-¡Joder! ¿Y ahora cómo mierda voy a encontrar a Sam y a Taku?- dijo para si.
-¿Buscas a mi hermano?- Preguntó una voz a su espalda.
-Cari, deja que te acompañe- insistía Iris-
-No.
-Vamos... Por fa...- Le empezó a poner ojitos de cachorro mientras le hablaba en voz suave.
-No, Iris, no me vas a convencer. Da igual que te ocultes o cambies tu aspecto, fijo que esa vieja bruja sabe que eres tú. Voy a ir solo.
-Pero...
-No. Espérame aquí. Ya te compensaré bien luego- dicho esto se rió y se despidió de su chica con un pequeño beso.
Salió del hotel y en menos de cinco minutos ya se encontraba dentro del recinto de la academia. En todos esos meses que él había estado fuera nada había cambiado, aunque eso no le sorprendió.
Los jardines estaban desiertos a esa hora de la mañana, algo normal pues era pleno verano y ya apenas quedaban alumnos en aquel lugar, solo quedaban los que tenían que recuperar alguna asignatura o aquellos que no tenían a donde ir. Entró al edificio principal y se dirigió al despacho de la directora, esperaba encontrar allí a la señora Arai, sino, no sabía donde poder encontrarla. Una vez frente al despacho llamó a la puerta y esperó una respuesta.
-Pase- respondió la voz de la mujer desde el interior. Hermi entró sin vacilar-. ¡Ah! Es usted, señor Owen, ya creía que había muerto. ¿Y bien? ¿Dónde está la hechicera?
-Muerta señora... No he podido evitar que se suicidara de camino hasta aquí. He estado tantos meses vigilándola para nada...- Mintió el chico según lo acordado con Iris.
-¡Es usted un inútil!- Vociferó la señora Arai-. ¡Lárguese de mi vista y no vuelva jamás a mi academia! ¡Ya no me sirve de nada!
-¿Perdone?
-Sí, imbécil, he expulsado al cabrón de mi hijo y a la puta de su novia. Y usted ya no me sirve de nada. ¡Lárguese y no vuelva!- Gritó amenazante y cabreada.
-¿Dónde puedo encontrar a su hijo?
-¿Para qué lo quiere saber?- Se rió- ¿Acaso le va a contar lo que he hecho? Buena suerte. Takumu te matará nada más enterarse que ha intentado matar a su apestosa novia. Y lárguese de una vez.
El chico salió de allí. Aquella visita había sido inútil
-¡Joder! ¿Y ahora cómo mierda voy a encontrar a Sam y a Taku?- dijo para si.
-¿Buscas a mi hermano?- Preguntó una voz a su espalda.
miércoles, 8 de julio de 2015
15: Comienza el cambio (Quinta y última parte)
El primero el levantarse de su asiento y en reunirse con el Anciano fue el padre de Nana.
-Confío en ustedes- le dijo a los chicos.
-Gracias señor Mutou- le agradeció Taku.
Poco a poco se le van uniendo los otros líderes de los clanes. Taku, contento, lamió la mejilla de su novia antes de saltar al suelo retomando su aspecto humano. El Anciano miró a sus otros dos compañeros en busca de apoyo.
-Verán- comenzó a decir Taku-, en mi clan somos muy estrictos con los contratos- miró a todos los demonios incluyendo a su novia.
-¿A qué te refieres?- Preguntó ella.
-Lo siento amor, pero necesito un pelín de tu sangre- sonrió y miró a los padres de Nana-. Y ustedes ya saben de que les hablo- sacó un papel en apariencia antiguo y lo firmó-. Cada uno de ustedes deberá firmar el papel, el cual será guardado por la familia Night.
-Acepto el cambio de trato hacia los mestizos y los familiares- informó el segundo de los Ancianos.
-Y vuestro acuerdo- matizó el tercero, uniéndose al resto.
-Aquellos que estén de acuerdo, por favor, firmen- les animó Taku.
Los demonios se fueron acercando de uno en uno para ir firmando el contrato.
-¿Incluso yo?- Preguntó Sam.
-Sé que no es necesario, pero sí.
-¿Para qué necesitas mi sangre?- Volvió a preguntar mientras firmaba.
Taku la mordió y bebió un poco de ella y, tras eso, le entregó el papel.
-Tenía un poco de hambre- le sonrió-. Guárdalo bien.
Mientras los demonios los miraban, Sam comenzó a reírse y Taku volvió a tomar aspecto de gato negro.
-Chico... No creo que sea el mejor sitio para alimentarse...- Comentó uno de los Ancianos.
-Lo siento, pero mejor eso a acabar sediento y bebiendo de una forma aún más obvia. Además, deberían acostumbrarse a ello, aunque no sea de buena educación, muchos vampiros no tienen ni idea de que es así y simplemente beberán como si yo mismo estoy delante.
-No es agradable cuando Takumu tiene demasiada hambre- informó Sam.
-Eso es cierto- lo confirmó el señor Mutou.
-¿Y qué ocurre si alguien incumple alguna parte del tratado?
-Verán...- Comenzó a informar Taku-. No es un contrato normal. En caso de que alguien incumpla algo, como matar a alguien de la otra especie, por ejemplo, el resto de los que lo firmaron serán informados de forma mágica. Después, entre todos, ya se verá cuál es el mejor castigo.
Los demonios asintieron y. cuando lo Ancianos dieron permiso y dieron por finalizada la reunión, fueron saliendo de la sala de reuniones. Sam cogió a su novio en brazos y salió de allí.
-Confío en ustedes- le dijo a los chicos.
-Gracias señor Mutou- le agradeció Taku.
Poco a poco se le van uniendo los otros líderes de los clanes. Taku, contento, lamió la mejilla de su novia antes de saltar al suelo retomando su aspecto humano. El Anciano miró a sus otros dos compañeros en busca de apoyo.
-Verán- comenzó a decir Taku-, en mi clan somos muy estrictos con los contratos- miró a todos los demonios incluyendo a su novia.
-¿A qué te refieres?- Preguntó ella.
-Lo siento amor, pero necesito un pelín de tu sangre- sonrió y miró a los padres de Nana-. Y ustedes ya saben de que les hablo- sacó un papel en apariencia antiguo y lo firmó-. Cada uno de ustedes deberá firmar el papel, el cual será guardado por la familia Night.
-Acepto el cambio de trato hacia los mestizos y los familiares- informó el segundo de los Ancianos.
-Y vuestro acuerdo- matizó el tercero, uniéndose al resto.
-Aquellos que estén de acuerdo, por favor, firmen- les animó Taku.
Los demonios se fueron acercando de uno en uno para ir firmando el contrato.
-¿Incluso yo?- Preguntó Sam.
-Sé que no es necesario, pero sí.
-¿Para qué necesitas mi sangre?- Volvió a preguntar mientras firmaba.
Taku la mordió y bebió un poco de ella y, tras eso, le entregó el papel.
-Tenía un poco de hambre- le sonrió-. Guárdalo bien.
Mientras los demonios los miraban, Sam comenzó a reírse y Taku volvió a tomar aspecto de gato negro.
-Chico... No creo que sea el mejor sitio para alimentarse...- Comentó uno de los Ancianos.
-Lo siento, pero mejor eso a acabar sediento y bebiendo de una forma aún más obvia. Además, deberían acostumbrarse a ello, aunque no sea de buena educación, muchos vampiros no tienen ni idea de que es así y simplemente beberán como si yo mismo estoy delante.
-No es agradable cuando Takumu tiene demasiada hambre- informó Sam.
-Eso es cierto- lo confirmó el señor Mutou.
-¿Y qué ocurre si alguien incumple alguna parte del tratado?
-Verán...- Comenzó a informar Taku-. No es un contrato normal. En caso de que alguien incumpla algo, como matar a alguien de la otra especie, por ejemplo, el resto de los que lo firmaron serán informados de forma mágica. Después, entre todos, ya se verá cuál es el mejor castigo.
Los demonios asintieron y. cuando lo Ancianos dieron permiso y dieron por finalizada la reunión, fueron saliendo de la sala de reuniones. Sam cogió a su novio en brazos y salió de allí.
martes, 7 de julio de 2015
Visiones de futuro #13
Marc dormía destapado y boca abajo sobre la cama mientras que Erica estaba sentada a su lado, esperando a que el chico despertara. La chica le sonreía y esperaba con ansia a que el joven se despertara, le gustaba pasar tiempo con él, desde que lo había encontrado, su fuga, en cierta medida, se había vuelto más llevadera y tenía curiosidad por comenzar su entrenamiento.
Pasaron aún unas pocas horas más hasta que Marc se despertó y bostezando, se fijó en que Erica estaba sentada a su lado.
-Erica... ¿Qué haces aquí?
-Buenos días guapo. Esperar a que te despertaras, ¿no es obvio?
-¿Has estado aquí todo el rato?
-Sí. Venga, levántate y vístete y desayuna rápido.
Dicho esto la vampiresa salió de la habitación, dejando al chico bastante incrédulo, seguía sin entender a aquella chica.
En menos de quince minutos Marc ya se había reunido con Erica en el jardín.
-Bueno, ¿y qué vamos a hacer?- Le preguntó a su entrenadora.
-Hoy no haremos muchos, solo quiero comprobar de lo que eres capaz de hacer actualmente.
Él asintió y comenzó de inmediato su entrenamiento. Lo primero que hicieron fue correr un poco por el pueblo, pero, el chico, en seguida se agotaba, no tenía demasiado aguante. Siguieron con algunos estiramientos y, como Erica ya se imaginaba, el chico no era demasiado flexible.
-Vamos cielo, aguanta un poco más- le animaba ella sonriente.
Tras hacer una pequeña pausa para comer siguieron con los entrenamientos. Marc levantaba las pesas mejor de lo que la chica se imaginaba, para no ser un chico muy musculado ni deportista, tenía más fuerza de lo que parecía, ese hecho animó a Erica. El joven aguantó bastante tiempo haciendo pesas hasta que, agotado, las dejó en el suelo y miró a la chica con cara cansada.
-¿Queda algo más hoy?
-Me temo que sí- le sonrió una vez más ella-. Pelear un poco contra mi.
Él asintió y poniéndose en pie, empezó su ataque a su entrenadora. Erica era mucho más rápida que él, por lo que los ataques del chico jamás llegaban a tocarla si quiera. Divertida, decidió ser ella la atacante y comprobar la rapidez y los reflejos del chico. Con un movimiento rápido se agachó y estirando su pierna mientras giraba derribó al chico, lo que no se esperaba y la hizo caer era que Marc la agarrase en el último momento. Ambos, estando uno encima del otro, se empezaron a reír y, tras un pequeña mirada a los ojos, se besaron.
Pasaron aún unas pocas horas más hasta que Marc se despertó y bostezando, se fijó en que Erica estaba sentada a su lado.
-Erica... ¿Qué haces aquí?
-Buenos días guapo. Esperar a que te despertaras, ¿no es obvio?
-¿Has estado aquí todo el rato?
-Sí. Venga, levántate y vístete y desayuna rápido.
Dicho esto la vampiresa salió de la habitación, dejando al chico bastante incrédulo, seguía sin entender a aquella chica.
En menos de quince minutos Marc ya se había reunido con Erica en el jardín.
-Bueno, ¿y qué vamos a hacer?- Le preguntó a su entrenadora.
-Hoy no haremos muchos, solo quiero comprobar de lo que eres capaz de hacer actualmente.
Él asintió y comenzó de inmediato su entrenamiento. Lo primero que hicieron fue correr un poco por el pueblo, pero, el chico, en seguida se agotaba, no tenía demasiado aguante. Siguieron con algunos estiramientos y, como Erica ya se imaginaba, el chico no era demasiado flexible.
-Vamos cielo, aguanta un poco más- le animaba ella sonriente.
Tras hacer una pequeña pausa para comer siguieron con los entrenamientos. Marc levantaba las pesas mejor de lo que la chica se imaginaba, para no ser un chico muy musculado ni deportista, tenía más fuerza de lo que parecía, ese hecho animó a Erica. El joven aguantó bastante tiempo haciendo pesas hasta que, agotado, las dejó en el suelo y miró a la chica con cara cansada.
-¿Queda algo más hoy?
-Me temo que sí- le sonrió una vez más ella-. Pelear un poco contra mi.
Él asintió y poniéndose en pie, empezó su ataque a su entrenadora. Erica era mucho más rápida que él, por lo que los ataques del chico jamás llegaban a tocarla si quiera. Divertida, decidió ser ella la atacante y comprobar la rapidez y los reflejos del chico. Con un movimiento rápido se agachó y estirando su pierna mientras giraba derribó al chico, lo que no se esperaba y la hizo caer era que Marc la agarrase en el último momento. Ambos, estando uno encima del otro, se empezaron a reír y, tras un pequeña mirada a los ojos, se besaron.
sábado, 4 de julio de 2015
l) Vuelta a la academia
Iris besó a Hermi antes de proponer lo que tenía en mente.
-Cariño, lo que creo que deberías hacer es volver a la academia y, desde allí, investigar a dónde se han ido los chicos, si siguen vivos o no o mismo si siguen en la academia como si nada.
-¿Volver a ese sitio? ¿Estás loca Iris? ¡La señora Arai me matará si no te llevo presa!
-No lo hará, no te preocupes. Yo iré contigo, no te preocupes.
-¿Crees que te dejaré venir para que esa vieja loca te rapte?
La chica se empezó a reír. Le gustaba saber que su amante se preocupaba por ella.
-Hermi, no voy a ir con este aspecto. Parte del camino lo haré con mi forma de animal. Sí, ya se que un tigre es un tanto sospechoso, pero aquí no. ASí que, una vez allí cambiaré de aspecto físico mediante un encantamiento.
-No voy a conseguir que cambies de idea, ¿verdad?- Resopló él.
-Pues no. Además... Seguro que yendo tú solo no serás capaz de llevar todo a cabo y te dejarás capturar por esa vampiresa.
-Bueno... Si no queda otra, dejaré que me acompañes.
La le sonrió y volvió a besarlo y él correspondió al suave beso de su chica mientras la pegaba a él.
Durante los siguientes días los chicos se dedicaron a preparar un par de mochilas con todo lo que iban a necesitar para llevar a cabo aquel plan y su largo viaje de regreso a la academia. Hermi recuperó su viejo bastón de mago, desde que entrara por primera vez a la casa de Iris no lo había vuelto a coger y se había quedado guardado en el armario de su habitación. Iris, por su parte, metió en su mochila alguna que otra poción que les pudiera hacer falta y cogió, también, su grande y polvoriento libro de hechizos.
Antes de partir Hermi le enseñó a la chica en un mapa el lugar exacto en el que se encontraba la academia. Ella suspiró al comprobar el largo camino que deberían recorrer, sabía que tardarían mucho tiempo en volver a su casa y poder disfruta de nuevo de las maravillas que había aprendido el joven mago a hacer en la cama.
El chico guardó el mapa en su mochila y tras comprobar que su chica ya estaba transformada en tigresa, partío a su nueva aventura.
-Cariño, lo que creo que deberías hacer es volver a la academia y, desde allí, investigar a dónde se han ido los chicos, si siguen vivos o no o mismo si siguen en la academia como si nada.
-¿Volver a ese sitio? ¿Estás loca Iris? ¡La señora Arai me matará si no te llevo presa!
-No lo hará, no te preocupes. Yo iré contigo, no te preocupes.
-¿Crees que te dejaré venir para que esa vieja loca te rapte?
La chica se empezó a reír. Le gustaba saber que su amante se preocupaba por ella.
-Hermi, no voy a ir con este aspecto. Parte del camino lo haré con mi forma de animal. Sí, ya se que un tigre es un tanto sospechoso, pero aquí no. ASí que, una vez allí cambiaré de aspecto físico mediante un encantamiento.
-No voy a conseguir que cambies de idea, ¿verdad?- Resopló él.
-Pues no. Además... Seguro que yendo tú solo no serás capaz de llevar todo a cabo y te dejarás capturar por esa vampiresa.
-Bueno... Si no queda otra, dejaré que me acompañes.
La le sonrió y volvió a besarlo y él correspondió al suave beso de su chica mientras la pegaba a él.
Durante los siguientes días los chicos se dedicaron a preparar un par de mochilas con todo lo que iban a necesitar para llevar a cabo aquel plan y su largo viaje de regreso a la academia. Hermi recuperó su viejo bastón de mago, desde que entrara por primera vez a la casa de Iris no lo había vuelto a coger y se había quedado guardado en el armario de su habitación. Iris, por su parte, metió en su mochila alguna que otra poción que les pudiera hacer falta y cogió, también, su grande y polvoriento libro de hechizos.
Antes de partir Hermi le enseñó a la chica en un mapa el lugar exacto en el que se encontraba la academia. Ella suspiró al comprobar el largo camino que deberían recorrer, sabía que tardarían mucho tiempo en volver a su casa y poder disfruta de nuevo de las maravillas que había aprendido el joven mago a hacer en la cama.
El chico guardó el mapa en su mochila y tras comprobar que su chica ya estaba transformada en tigresa, partío a su nueva aventura.
miércoles, 1 de julio de 2015
14: Comienza el cambio (Cuarta parte)
-Señor Arai..- comenzó a hablar uno de los Ancianos-, el asunto es más complicado de lo que vos veis.
-Para mi las cosas son muy simples- respondió Taku-, también en mi clan hay extremistas que están en contra, pero es muy sencillo, tiene órdenes de no tocar a un demonio y, el primero que lo haga, morirá- dijo esto tranquilo, sin cambiar de posición.
-No solo es vuestra raza, ¿y los licántropos, sirenas y demás?
-Las sirenas jamás se han metido en los asuntos más allá de la superficie del mar- contestó Sam con voz tranquila-. Los ángeles y demonios somos enemigos por naturaleza, eso seguirá así. Y los licántropos...- miró a Taku esperando que el respondiera a eso.
-Los licántropos desde siempre han sido enemigos de los vampiros y eso no es algo que pueda cambiar aunque quisiera, por lo tanto, las cosas con ellos seguirán como hasta ahora y se evitarán peleas y guerras innecesarias.
Taku se puso en pie sobre la mesa a la vez que lo hizo otro de los Ancianos, este era mucho más viejo que el anterior y, en su rostro, no reflejaba estar conforme ni de acuerdo con lo que los chicos proponían. Miró fijamente a Sam antes de seguir hablando.
-Desde que ha llegado no ha causado más que problemas.
-Intento solucionar aquellos que vuestra quinta nos ha dejado de herencia- replicó mientras Taku se ponía frente a ella.
-Voy a deciros algo, a todos ustedes, si no fuera por Samantha estaríais muertos. Así que, tened cuidado con decir que no da más que problemas.
-¿Nos está amenazando?- Preguntó otro demonio.
-No. Solo digo la verdad. ·En ningún momento se me ocurriría amenazar a un demonio después de decirles a los de mi clan que no les tocaran ni un pelo.
-Venerables Ancianos- comenzó a decir el primer Anciano que hablara, el más joven de los tres-, líderes de los cinco Clanes originales y señor Arai- los miró a todos antes de seguir-. Estos jovencitos tiene razón. Desde hace tiempo que hemos tratado mal a nuestros hios mestizos, sin darles oportunidad a aprender. La señorita Night es un claro ejemplo de que con paciencia y práctica se consigue un pleno control- miró a Taku-. En tanto en cuanto, con los vampiros, el señor Arai creo que ha demostrado con creces que merecemos establecer de una vez por todas la paz entre nuestras especies. Antiguamente, vampiros y demonios éramos los mayores aliados.
Taku y Sam miraron a aquel Anciano, asombrados por sus palabras y agradecidos por su comprensión.
-Le agradezco su apoyo, señor- le sonrió Taku.
-¿Y bien? ¿Qué opinan ustedes?- Preguntó el Anciano mirando a sus compañeros.
-Para mi las cosas son muy simples- respondió Taku-, también en mi clan hay extremistas que están en contra, pero es muy sencillo, tiene órdenes de no tocar a un demonio y, el primero que lo haga, morirá- dijo esto tranquilo, sin cambiar de posición.
-No solo es vuestra raza, ¿y los licántropos, sirenas y demás?
-Las sirenas jamás se han metido en los asuntos más allá de la superficie del mar- contestó Sam con voz tranquila-. Los ángeles y demonios somos enemigos por naturaleza, eso seguirá así. Y los licántropos...- miró a Taku esperando que el respondiera a eso.
-Los licántropos desde siempre han sido enemigos de los vampiros y eso no es algo que pueda cambiar aunque quisiera, por lo tanto, las cosas con ellos seguirán como hasta ahora y se evitarán peleas y guerras innecesarias.
Taku se puso en pie sobre la mesa a la vez que lo hizo otro de los Ancianos, este era mucho más viejo que el anterior y, en su rostro, no reflejaba estar conforme ni de acuerdo con lo que los chicos proponían. Miró fijamente a Sam antes de seguir hablando.
-Desde que ha llegado no ha causado más que problemas.
-Intento solucionar aquellos que vuestra quinta nos ha dejado de herencia- replicó mientras Taku se ponía frente a ella.
-Voy a deciros algo, a todos ustedes, si no fuera por Samantha estaríais muertos. Así que, tened cuidado con decir que no da más que problemas.
-¿Nos está amenazando?- Preguntó otro demonio.
-No. Solo digo la verdad. ·En ningún momento se me ocurriría amenazar a un demonio después de decirles a los de mi clan que no les tocaran ni un pelo.
-Venerables Ancianos- comenzó a decir el primer Anciano que hablara, el más joven de los tres-, líderes de los cinco Clanes originales y señor Arai- los miró a todos antes de seguir-. Estos jovencitos tiene razón. Desde hace tiempo que hemos tratado mal a nuestros hios mestizos, sin darles oportunidad a aprender. La señorita Night es un claro ejemplo de que con paciencia y práctica se consigue un pleno control- miró a Taku-. En tanto en cuanto, con los vampiros, el señor Arai creo que ha demostrado con creces que merecemos establecer de una vez por todas la paz entre nuestras especies. Antiguamente, vampiros y demonios éramos los mayores aliados.
Taku y Sam miraron a aquel Anciano, asombrados por sus palabras y agradecidos por su comprensión.
-Le agradezco su apoyo, señor- le sonrió Taku.
-¿Y bien? ¿Qué opinan ustedes?- Preguntó el Anciano mirando a sus compañeros.
martes, 30 de junio de 2015
Visiones de futuro #12
Los chicos entraron en la casa y buscaron alguna habitación que estuviera preparada como para poder dormir en ella. Encontraron un par de habitaciones en donde poder descansar al final del segundo piso y, en ellas, dejaron sus bolsas.
Marc se cambió de ropa para ponerse algo más corto y cómodo para el lugar en el que se encontraban. El chico suspiró y miró por la ventana, aquel lugar era sumamente tranquilo y bello, le gustaba y, en cierto medida, le encantaba estar allí, mas echaba de menos su hogar y a los suyos.
Erica entró a la habitación y le sonrió.
-¿Quieres ver el jardín?
-Claro.
Juntos se encaminaron al exterior de la casa y caminaron tranquilamente por el jardín, la luna llena brillaba y daba luz al lugar aunque, con su nueva vista, no necesitaba luz para poder ver en la oscuridad. Siguieron caminando juntos y en silencio por el jardín de la casa, la hierba les llegaba más arriba de los tobillos, hacía tiempo que nadie cuidaba aquel sitio y se había asalvajado.
-¿Tardaran mucho en encontrarnos?- Preguntó de repente Marc.
-Espero que no. Aunque no noté que nadie nos seguía, procuré ir por caminos en lugar de carreteras y tomar el camino más largo para llegar hasta aquí y poder despistarlos en las curvas.
-Esto todo no me gusta. Y eso que aún no me he encontrado con nadie y solo me han revuelto la casa...
-Tranquilo- Erica le puso la mano sobre el hombro y le sonrió de forma tranquilizadora-. Estoy aquí para protegerte.
-Ya..., ¿pero quién te protegerá a ti?
-No necesito que nadie me cuide, cielo.
-Erica... Con este cuerpo debilucho, aunque tu me protejas, no siempre estaremos juntos.
-Eso no es cierto, no tengo pensado separarme ni un segundo del Elegido.
-Sabes que eso no va a ser así.
-Puede.
-Necesito que me entrenes, a pesar de que no te he visto en acción, si que me he fijado en los músculos de tu brazos, pareces fuerte y, por lo que me has contado, sé muy bien que estás preparada para eso.
La chica lo miró a los ojos y reflexionó sobre si entrenarlo o no. Era cierto que el chico no tenía un gran cuerpo, ni mucho menos estaba musculado, se notaba que Marc disfrutaba más de estar en el sofá jugando con videojuegos que haciendo un poco de deporte. Pensándolo bien no sería mala idea entrenar al chico por si ella no estaba y, si eran ambos los que podían luchar, todo sería más fácil. Al rato ella volvió a hablar.
-Está bien Marc, te entrenaré.
Marc se cambió de ropa para ponerse algo más corto y cómodo para el lugar en el que se encontraban. El chico suspiró y miró por la ventana, aquel lugar era sumamente tranquilo y bello, le gustaba y, en cierto medida, le encantaba estar allí, mas echaba de menos su hogar y a los suyos.
Erica entró a la habitación y le sonrió.
-¿Quieres ver el jardín?
-Claro.
Juntos se encaminaron al exterior de la casa y caminaron tranquilamente por el jardín, la luna llena brillaba y daba luz al lugar aunque, con su nueva vista, no necesitaba luz para poder ver en la oscuridad. Siguieron caminando juntos y en silencio por el jardín de la casa, la hierba les llegaba más arriba de los tobillos, hacía tiempo que nadie cuidaba aquel sitio y se había asalvajado.
-¿Tardaran mucho en encontrarnos?- Preguntó de repente Marc.
-Espero que no. Aunque no noté que nadie nos seguía, procuré ir por caminos en lugar de carreteras y tomar el camino más largo para llegar hasta aquí y poder despistarlos en las curvas.
-Esto todo no me gusta. Y eso que aún no me he encontrado con nadie y solo me han revuelto la casa...
-Tranquilo- Erica le puso la mano sobre el hombro y le sonrió de forma tranquilizadora-. Estoy aquí para protegerte.
-Ya..., ¿pero quién te protegerá a ti?
-No necesito que nadie me cuide, cielo.
-Erica... Con este cuerpo debilucho, aunque tu me protejas, no siempre estaremos juntos.
-Eso no es cierto, no tengo pensado separarme ni un segundo del Elegido.
-Sabes que eso no va a ser así.
-Puede.
-Necesito que me entrenes, a pesar de que no te he visto en acción, si que me he fijado en los músculos de tu brazos, pareces fuerte y, por lo que me has contado, sé muy bien que estás preparada para eso.
La chica lo miró a los ojos y reflexionó sobre si entrenarlo o no. Era cierto que el chico no tenía un gran cuerpo, ni mucho menos estaba musculado, se notaba que Marc disfrutaba más de estar en el sofá jugando con videojuegos que haciendo un poco de deporte. Pensándolo bien no sería mala idea entrenar al chico por si ella no estaba y, si eran ambos los que podían luchar, todo sería más fácil. Al rato ella volvió a hablar.
-Está bien Marc, te entrenaré.
jueves, 25 de junio de 2015
k) Busquemos una solución
Iris se quedó mirándolo, antes de seguir con la conversación necesitaba pensar un poco, aclarar su mente. Por una parte Hermi había cumplido su deber, que era informar a la directora de si los chicos comenzaban a salir pero, por otro lado, se había chivado y eso le había causado la expulsión de los chicos de la academia.
-¿Y no sabes nada de ellos? ¿De si están bien o no?- Preguntó por fin.
-No sé nada Iris... Informé y vine a por ti...
Iris acarició la mejilla de chico mientras él suspiraba arrepentido de sus actos. No sabía nada de Sam y Taku, no sabía que había decidido hacer la señora Arai con ellos. Conociéndola, lo mínimo que les pudo hacer sería expulsarlos de la academia, cosa que no creía probable, así solo conseguiría tenerlos alejados de su vista, dejarlos tranquilos. Hermi estaba seguro de que los encerraría, ya que recordaba las palabras del abuelo de Sam y el trato que habían hecho ambos, que dejarían a los chicos que salieran juntos y que tuvieran un hijo, el cual usarían para dominar ambas especies y poder resucitar al viejo demonio. Aunque... Pensándolo bien, si realmente quería que estuvieran juntos, dejarlos libres sería mejor solución.
-Iris... No te he contado todo...
-¿No? ¿Qué más queda, amor?
El chico le explicó como pudo el plan que tenía la señora Arai con el viejo señor Night. La cara de la hechicera reflejaba lo poco que le gustaba aquel asunto y como, cada vez, odiaba más a aquella malvada vampiresa. Era incapaz de entender como una mujer podía odiar tanto a su pobre hijo y a una joven demonio de una familia rival la cual jamás le había hecho nada.
-Hermi, lo que debes hacer es buscarlos e informarlos de todo lo que tiene pensado hacer su madre. -No es justo lo que pretende hacer esa mujer por dominar a todos los vampiros. Además, las consecuencias de que ella llegara a dominar toda la raza de vampiros resultaría muy negativa para el resto, no solo para los vampiros, sino para el resto de especies- dijo Iris mientras pensaba la forma de encontrar a la demonio que había embrujado a su compañero.
-¿Y no sabes nada de ellos? ¿De si están bien o no?- Preguntó por fin.
-No sé nada Iris... Informé y vine a por ti...
Iris acarició la mejilla de chico mientras él suspiraba arrepentido de sus actos. No sabía nada de Sam y Taku, no sabía que había decidido hacer la señora Arai con ellos. Conociéndola, lo mínimo que les pudo hacer sería expulsarlos de la academia, cosa que no creía probable, así solo conseguiría tenerlos alejados de su vista, dejarlos tranquilos. Hermi estaba seguro de que los encerraría, ya que recordaba las palabras del abuelo de Sam y el trato que habían hecho ambos, que dejarían a los chicos que salieran juntos y que tuvieran un hijo, el cual usarían para dominar ambas especies y poder resucitar al viejo demonio. Aunque... Pensándolo bien, si realmente quería que estuvieran juntos, dejarlos libres sería mejor solución.
-Iris... No te he contado todo...
-¿No? ¿Qué más queda, amor?
El chico le explicó como pudo el plan que tenía la señora Arai con el viejo señor Night. La cara de la hechicera reflejaba lo poco que le gustaba aquel asunto y como, cada vez, odiaba más a aquella malvada vampiresa. Era incapaz de entender como una mujer podía odiar tanto a su pobre hijo y a una joven demonio de una familia rival la cual jamás le había hecho nada.
-Hermi, lo que debes hacer es buscarlos e informarlos de todo lo que tiene pensado hacer su madre. -No es justo lo que pretende hacer esa mujer por dominar a todos los vampiros. Además, las consecuencias de que ella llegara a dominar toda la raza de vampiros resultaría muy negativa para el resto, no solo para los vampiros, sino para el resto de especies- dijo Iris mientras pensaba la forma de encontrar a la demonio que había embrujado a su compañero.
miércoles, 24 de junio de 2015
13: Comienza el cambio (Tercera parte)
Los demonios seguían hablando entre ellos mientras, Sam, acariciaba a su novio que seguía con su aspecto de gato. Al rato, uno de los líderes decidió hablar.
-Si eso es así, Night, ahora será difícil cambiar nuestras costumbres.
-Para eso estamos los más jóvenes- le respondió ella-. Además, también habla de los familiares, esos a los que tratáis tan mal. Antiguamente eran los demonios de mayor poder, los cuales cuidaban a los más débiles, siendo estos de familias importantes o de la realeza. Con el tiempo, esos demonios de menor poder cambiaron y acabaron tratando a los familiares como seres inferiores. Se llegó a tal extremo que se prohibía el matrimonio entre la realeza y los familiares- miró al padre de Nana al decir eso último-. Mas su hija está casada con mi familiar. Ergo, ambas familias se han unido.
-Y no solo su familia está unida a la de Sam- habló por primera vez Taku, sorprendiendo al resto-, sino que además la familia Arai ha adoptado un trato mejor con su hija.
-¡Señor Takumu!- Exclamó sorprendido el padre de Nana.
-¿Sí?- Pregunta él después de que Sam lo dejara sobre la mesa y sacudiera la cabeza.
-Pero... ¿Cómo?
-¿Cómo qué?- Preguntó mientras caminaba por la mesa.
-¿Cómo vais a cambiar ese trato?
-El trato hacia su hija ya ha cambiado, ahora no es una simple esclava- volvió corriendo hacia Sam mientras esta la cogió y abrazó.
-Por ello- comenzó a decir la demonio-, estas tres familias quedan, de una u otra forma, unidas. Es hora de que nuestra generación- señala a Taku y a ella misma-, cambie muchas cosas y recupere la calma inicial. Vampiros, demonios y demás criaturas no deberían estar enfrentadas. Creo que nosotros somos un claro ejemplo de ello. He visto con mis propios ojos el cambio de conducta del señor Arai.
-Amor, por favor, déjame en la mesa.
Sam, obediente, lo dejó sobre la mesa y el se acostó en la mesa y empezó a mover la cola, mirando a todos los demonios que se encontraban allí.
-¿Y bien?- Preguntó.
Los líderes de los clanes y los Ancianos se miraron entre ellos y comenzaron a hablar para si.
-Si eso es así, Night, ahora será difícil cambiar nuestras costumbres.
-Para eso estamos los más jóvenes- le respondió ella-. Además, también habla de los familiares, esos a los que tratáis tan mal. Antiguamente eran los demonios de mayor poder, los cuales cuidaban a los más débiles, siendo estos de familias importantes o de la realeza. Con el tiempo, esos demonios de menor poder cambiaron y acabaron tratando a los familiares como seres inferiores. Se llegó a tal extremo que se prohibía el matrimonio entre la realeza y los familiares- miró al padre de Nana al decir eso último-. Mas su hija está casada con mi familiar. Ergo, ambas familias se han unido.
-Y no solo su familia está unida a la de Sam- habló por primera vez Taku, sorprendiendo al resto-, sino que además la familia Arai ha adoptado un trato mejor con su hija.
-¡Señor Takumu!- Exclamó sorprendido el padre de Nana.
-¿Sí?- Pregunta él después de que Sam lo dejara sobre la mesa y sacudiera la cabeza.
-Pero... ¿Cómo?
-¿Cómo qué?- Preguntó mientras caminaba por la mesa.
-¿Cómo vais a cambiar ese trato?
-El trato hacia su hija ya ha cambiado, ahora no es una simple esclava- volvió corriendo hacia Sam mientras esta la cogió y abrazó.
-Por ello- comenzó a decir la demonio-, estas tres familias quedan, de una u otra forma, unidas. Es hora de que nuestra generación- señala a Taku y a ella misma-, cambie muchas cosas y recupere la calma inicial. Vampiros, demonios y demás criaturas no deberían estar enfrentadas. Creo que nosotros somos un claro ejemplo de ello. He visto con mis propios ojos el cambio de conducta del señor Arai.
-Amor, por favor, déjame en la mesa.
Sam, obediente, lo dejó sobre la mesa y el se acostó en la mesa y empezó a mover la cola, mirando a todos los demonios que se encontraban allí.
-¿Y bien?- Preguntó.
Los líderes de los clanes y los Ancianos se miraron entre ellos y comenzaron a hablar para si.
Visiones de futuro #11
Había pasado ya varias horas desde que Erica arrancara el coche y empezara a conducir y desde hacia algunas cuantas que ambos no hablaban, el único ruido que había en aquel vehículo era la música que salía de la radio. Aún pasó un largo rato hasta que Erica volvió a hablar y se fijó en que su compañero de viaje se había quedado dormido.
-Marc, cielo, despierta- le dijo mientras le sonreía.
Él la miró aun medio dormido se fijó en que el paisaje que les rodeaba era totalmente diferente al que estaba acostumbrado. A lo lejos se percibía el azul casi transparente del agua y a su alrededor todo era vegetación, ya no estaban en la ciudad, allí nadie los conocería, le parecía un lugar tan hermoso y tranquilo para vivir...
-¿Dónde... Dónde estamos?- Le preguntó.
-Solo tienes que saber que estamos muy lejos de tu casa. A menos de 10 kilómetros hay una vieja casa de campo que pertenecía a mi madre.
-¿Pero esa gente que te busca no sabe de su existencia?
-No, ellos solo conocían la residencia en la que vivía con mi padre. Esta casa era de cuando mi madre era humana, de varios años antes de conocer a mi padre. Depués ambos se mudaron a otra casa, una anterior a la de ahora- suspiró antes de seguir hablando, le resultaba algo doloroso hablar de aquello por tanto recuerdos que le venían-. Muchos veranos los pasábamos aquí, lejos de nuestro mundo, fingiendo ser unos simples humanos, como el resto de personas de este lugar. Y mis abuelos... Eran los únicos que sabían en lo que se había convertido mi madre y, por raro que parezca, lo aceptaban y nos trataban tan bien...
-Erica... ¿Qué le pasó a tu madre?
-Bueno...- miró a la carretera por no encontrarse con la mirada del chico-. Murió hace ya varios años. Su muerte fue muy dolorosa para mi padre y para mi. No esperábamos que enfermara.
-¿Enfermar? ¿Los vampiros enferman?
La chica se rió antes de responderle.
-Sí. Pero esto solo ocurre desde que los cazadores empezaron a jugar con la ciencia en busca de un virus que nos pudiera infectar solo a nosotros. Seguimos en busca de una cura, pero de momento no hemos encontrado nada. Los muy cabrones son muy buenos. Y antes de que lo preguntes, sí, yo participaban en su búsqueda, aparte de la preparación que tengo para poder defender, adoro la ciencia.
El chico le sonrió, le gustaba la confianza que parecía darle a la chica, ya que si tenía que pasar tiempo con ella, por lo menos saber algo sobre su vida, porque él estaba seguro que Erica ya sabía todo de su vida. Y no se equivocaba.
Tras un rato conduciendo Erica aparco el coche en frente de una vieja casa de campo, a pesar de su antigüedad se encontraba bien conservada y cuidada. El terreno que la rodeaba era verdoso, con un pequeño estanque en la zona posterior. El jardín estaba decorado con flores, un columpio y una mesa de picnic. Toda la casa desprendía una sensación de tranquilidad, algo que ambos vampiros necesitaban.
-Marc, cielo, despierta- le dijo mientras le sonreía.
Él la miró aun medio dormido se fijó en que el paisaje que les rodeaba era totalmente diferente al que estaba acostumbrado. A lo lejos se percibía el azul casi transparente del agua y a su alrededor todo era vegetación, ya no estaban en la ciudad, allí nadie los conocería, le parecía un lugar tan hermoso y tranquilo para vivir...
-¿Dónde... Dónde estamos?- Le preguntó.
-Solo tienes que saber que estamos muy lejos de tu casa. A menos de 10 kilómetros hay una vieja casa de campo que pertenecía a mi madre.
-¿Pero esa gente que te busca no sabe de su existencia?
-No, ellos solo conocían la residencia en la que vivía con mi padre. Esta casa era de cuando mi madre era humana, de varios años antes de conocer a mi padre. Depués ambos se mudaron a otra casa, una anterior a la de ahora- suspiró antes de seguir hablando, le resultaba algo doloroso hablar de aquello por tanto recuerdos que le venían-. Muchos veranos los pasábamos aquí, lejos de nuestro mundo, fingiendo ser unos simples humanos, como el resto de personas de este lugar. Y mis abuelos... Eran los únicos que sabían en lo que se había convertido mi madre y, por raro que parezca, lo aceptaban y nos trataban tan bien...
-Erica... ¿Qué le pasó a tu madre?
-Bueno...- miró a la carretera por no encontrarse con la mirada del chico-. Murió hace ya varios años. Su muerte fue muy dolorosa para mi padre y para mi. No esperábamos que enfermara.
-¿Enfermar? ¿Los vampiros enferman?
La chica se rió antes de responderle.
-Sí. Pero esto solo ocurre desde que los cazadores empezaron a jugar con la ciencia en busca de un virus que nos pudiera infectar solo a nosotros. Seguimos en busca de una cura, pero de momento no hemos encontrado nada. Los muy cabrones son muy buenos. Y antes de que lo preguntes, sí, yo participaban en su búsqueda, aparte de la preparación que tengo para poder defender, adoro la ciencia.
El chico le sonrió, le gustaba la confianza que parecía darle a la chica, ya que si tenía que pasar tiempo con ella, por lo menos saber algo sobre su vida, porque él estaba seguro que Erica ya sabía todo de su vida. Y no se equivocaba.
Tras un rato conduciendo Erica aparco el coche en frente de una vieja casa de campo, a pesar de su antigüedad se encontraba bien conservada y cuidada. El terreno que la rodeaba era verdoso, con un pequeño estanque en la zona posterior. El jardín estaba decorado con flores, un columpio y una mesa de picnic. Toda la casa desprendía una sensación de tranquilidad, algo que ambos vampiros necesitaban.
Nota #5
Hola.
Por diferentes motivos ayer no he podido hacer la publicación de la historia que me tocaba, por tanto, hoy, haré tanto la de ayer como la de hoy.
También quería decir que, aunque ya os podéis imaginar, los días en que no pueda publicar intentaré hacer lo que me tocaba esa vez el día siguiente, sin importa si tocaba otra historia y sin interrumpir las otras publicaciones.
Un saludo,
Samy Night
Por diferentes motivos ayer no he podido hacer la publicación de la historia que me tocaba, por tanto, hoy, haré tanto la de ayer como la de hoy.
También quería decir que, aunque ya os podéis imaginar, los días en que no pueda publicar intentaré hacer lo que me tocaba esa vez el día siguiente, sin importa si tocaba otra historia y sin interrumpir las otras publicaciones.
Un saludo,
Samy Night
jueves, 18 de junio de 2015
j) Momento de confesar
A la mañana siguiente Hermi acariciaba el desnudo cuerpo de Iris mientras ella se despertaba lentamente, cuando ya lo estaba del todo, miró a su chico a los ojos y, sonriéndole, le regaló un pequeño beso de buenos días. El correspondió, mas no lo hizo con su alegría de siempre, sino que parecía más triste y ausente de lo normal.
-Cielo...- dijo ella en un tono bajo mientras le acariciaba la mejilla- ¿Tan grave es eso que me quieres decir?
-Sí... Me temo que si...
-Está bien, te escucho- le animó ella.
-Verás... Iris... Mi llegada a este lugar, a junto tuya, no fue tan casual como tu crees- comenzó a explicar él.
-¿A qué te refieres?
-A que tenía una orden de captura. Tenía que llevarte a la academia a la que estudio- suspiró y agacho la cabeza antes de seguir con su relato-. No conozco lo motivos por los que tengo, bueno, tenía que llevarte allí. Fue una orden. Yo simplemente la cumplía.
-¿Por qué no cumpliste con tu misión, Hermi?- Quiso saber ella, su tono de voz seguía siendo el mismo, suave y dulce, muy tranquilizador. Ese tono animaba al chico a seguir hablando.
-Porque... Aquí me sentía y me siento tan bien. Me aceptaste, sin importante quien era o de donde procedía, no hiciste preguntas. Y con el tiempo... Ya lo sabes,.. Me enamoré de ti... Incluso hiciste que me olvidara de ella.
-¿Ella? ¿Tu novia?
-No- se rió él-. La chica que me gustaba. Una joven demonio guapísima, pero mucho menos que tú. ¿Sabes lo gracioso? Yo entré en esa academia para acabar con ella. Es más, la directora de la academia me buscó personalmente para encargarme de matar a esa chica. Quería matarla porque no le gustaba que estuviera con su hijo.
-Esa directora parece una persona horrible...
-Lo es. Por suerte, el día que tenía que acabar con ella, durante un entrenamiento, no lo hice.
-¿Por qué?
-No lo sé... Simplemente me enamoré...
-¿Te enamoraste nada más verla?
-No, al rato. Cuando estaba a punto de matarla. Fue después de oír su preciosa voz y ver sus ojos...
-Te embrujó- se empezó a reír Iris-. No era amor real, solo era un hechizo para poder salvarse.
-¿En serio?
-Sí. Y eso solo se rompe con tu muerte, si ella lo desea o... -Iris miró al chico a los ojos mientras se sonrojaba- Si se encuentra el verdadero amor...
Él, con una sonrisa tímida, también se sonrojó. ¿El verdadero amor? Eso parecía más bien historias de un cuento de hadas.
-Bueno, ¿y qué pasó con la chica?
-Pues que unos años después empezó a salir con el hijo de la directora- ambos se rieron-. Si, justo lo que ella no quería que pasara. Lo malo...
-¿Lo malo..?- Lo animó a seguir ella.
-Es que, como condición para quedarme en la academia, ya sabes que mis padres están muertos y que no tengo ningún lugar al que ir, era espiar cómo avanzaba la relación entre su hijo y la chica. Creo que los echaron a ambos de la academia.
-¿Por qué?
-Porque yo informé de que habían empezado a salir...
miércoles, 17 de junio de 2015
12: Comienza el cambio (Segunda parte)
Tras una espera que no duró más de unos pocos minutos, Taku, aún con su aspecto de gato, regresó con el libro en la boca y saltando al regazo de Sam se lo dio, esta, para agradecérselo, le dio un pequeño beso en su hocico y dándole las gracias de forma mental. Taku se acomodó en Sam y cerró los ojos tranquilo y empezó a mover su cola lenta y rítmicamente.
-Verán...- Empezó a explicar la joven demonio- La historia demoníaca ha variado mucho durante nuestra existencia. Dos generaciones después de la aparición de nuestra especie, tras haberse formado los cinco clanes principales, los nuestros, un nieto bastante sádico de Lucifer con la más estricta pureza de sangre y de la especie. Todos los manuscritos anteriores a esa época se quemaron... Menos este- dicho lo cual lo lanzó a la mesa para que el resto de demonios de la sala pudieran verlo más de cerca-. Señores Mutou, Hirai, Adams, Dóminie y Venerables Ancianos, podéis comprobar que el libro es auténtico y que la historia que os voy a relatar también lo es.
Mientras los demonios empezaban a pasarse el viejo libro para observarlo y comprobar su autenticidad, Sam acariciaba a su novio y este empezó a ronronear y ella, con una sonrisa en los labios, lo llamó mimoso de forma mental, de esa forma en que nadie podía escuchar lo que decían. Cuando vio que todos los demonios habían tenido el libro en sus manos y ya habían podido observarlo lo suficiente, empezó a relatar la historia.
-El primer demonio, como todos sabéis, fue Lucifer y, posteriormente, su amada mujer. Los siguientes a esta primera generación, sus hijos. Desgraciadamente para ustedes, nuestro ancestro tardó bastante en encontrar a la joven demonio. Antes se casó con una hechicera, una vampiresa, una humana y una licántropo. Como es obvio, tuvieron descendencia. Esos niños eran mestizos, poseían ambos poderes, por ello, adía de hoy, presentamos aspecto humano, tenemos magia o podemos transformarnos en diferentes animales.
>>Para él, ninguna raza era inferior, salvo la humana, aunque no la despreciaba...- Se rió ligeramente antes de proseguir con el relato- Educó a sus hijos de tal forma que no tuvieran que preocuparse de si su pareja era de la misma especie o no, pues no deseaba ese desprecio entre razas como hacían los humanos. Desgraciadamente, un nieto suyo, demonio puro, no opinaba igual que él - Quemó todo rastro de los deseos de su abuelo para hacer un mundo puro, un mundo a su imagen y semejanza. A pesar de no acabar con las vidas de los mestizos si los trató como escoria, despreciándolos y dejándolos a su suerte. Su ideal de infierno sobrevivió, llegando a nuestros días. Los mestizos de consideran monstruos que no deben vivir, pensando que no pueden controlarse o equilibrarse, durante siglos han sido cazados como ratas...
Taku le pidió mimos a su novia y esta lo abrazó y acarició mientras esperaba la respuesta y la opinión de los otros demonios.
-Verán...- Empezó a explicar la joven demonio- La historia demoníaca ha variado mucho durante nuestra existencia. Dos generaciones después de la aparición de nuestra especie, tras haberse formado los cinco clanes principales, los nuestros, un nieto bastante sádico de Lucifer con la más estricta pureza de sangre y de la especie. Todos los manuscritos anteriores a esa época se quemaron... Menos este- dicho lo cual lo lanzó a la mesa para que el resto de demonios de la sala pudieran verlo más de cerca-. Señores Mutou, Hirai, Adams, Dóminie y Venerables Ancianos, podéis comprobar que el libro es auténtico y que la historia que os voy a relatar también lo es.
Mientras los demonios empezaban a pasarse el viejo libro para observarlo y comprobar su autenticidad, Sam acariciaba a su novio y este empezó a ronronear y ella, con una sonrisa en los labios, lo llamó mimoso de forma mental, de esa forma en que nadie podía escuchar lo que decían. Cuando vio que todos los demonios habían tenido el libro en sus manos y ya habían podido observarlo lo suficiente, empezó a relatar la historia.
-El primer demonio, como todos sabéis, fue Lucifer y, posteriormente, su amada mujer. Los siguientes a esta primera generación, sus hijos. Desgraciadamente para ustedes, nuestro ancestro tardó bastante en encontrar a la joven demonio. Antes se casó con una hechicera, una vampiresa, una humana y una licántropo. Como es obvio, tuvieron descendencia. Esos niños eran mestizos, poseían ambos poderes, por ello, adía de hoy, presentamos aspecto humano, tenemos magia o podemos transformarnos en diferentes animales.
>>Para él, ninguna raza era inferior, salvo la humana, aunque no la despreciaba...- Se rió ligeramente antes de proseguir con el relato- Educó a sus hijos de tal forma que no tuvieran que preocuparse de si su pareja era de la misma especie o no, pues no deseaba ese desprecio entre razas como hacían los humanos. Desgraciadamente, un nieto suyo, demonio puro, no opinaba igual que él - Quemó todo rastro de los deseos de su abuelo para hacer un mundo puro, un mundo a su imagen y semejanza. A pesar de no acabar con las vidas de los mestizos si los trató como escoria, despreciándolos y dejándolos a su suerte. Su ideal de infierno sobrevivió, llegando a nuestros días. Los mestizos de consideran monstruos que no deben vivir, pensando que no pueden controlarse o equilibrarse, durante siglos han sido cazados como ratas...
Taku le pidió mimos a su novia y esta lo abrazó y acarició mientras esperaba la respuesta y la opinión de los otros demonios.
martes, 16 de junio de 2015
Visiones de futuro #10
Marc y Erica corrían escapando de la casa, a pesar de que nadie los seguía, querían salir de allí cuanto antes. Corrieron durante unos pocos metros más, hasta llegar a un Conquest Knight XV. Marc se sorprendió al ver semejante 4x4.
-¡Joder, qué guapo! No sé como nunca me he fijada en él.
-Me alegro de que te guste, porque tu bonito culo pasará muchas horas metido en él.
-¿Es tuyo?
-¿No es obvio? Sino ya me dirás porqué nos íbamos a parar delante de un coche cualquiera- dicho lo cual entró en él y encendió el motor-. Marc, sube no tenemos tiempo que perder.
Él asintió y se subió al coche, una vez dentro, Erica empezó a conducir bastante rápido alejándose lo más deprisa que podía de aquel lugar. El chico tardó un buen rato en volver a hablar.
-Erica, ¿de quién escapamos?
-De él.
-¿Quién?- Preguntó siguiendo tan confuso como antes.
-El nuevo rey de los vampiros, el asesino de mi padre...
Marc la miró, era la primera vez desde que la conocía, aunque de eso hacía muy poco, que decía algo que tuviera que ver con su vida.
-¿Por qué mató a tu padre?
-Por ser un vampiro liberal. al igual que yo. Para el nuevo rey, que se hizo con el poder asesinando al antiguo y, sin duda, el mejor vampiro para liderarnos que ha existido jamás- apartó un momento la mirada de la carretera para sonreírle de forma amarga-, no estaba bien la forma de gobernar y cómo vivíamos hasta entonces los nuevos vampiros.
>>Mi padre era el guardaespaldas personal del antiguo rey. Yo solo era una aprendiz y no estaba en el castillo cuando murieron.
-Erica... -él apoyó su mano sobre el hombro de la chica.
-Cuando volví me encontré a mi padre muerto y a ese hijo de puta riéndose y gritando que me querían ver muerta. Yo me escapé de allí lo más rápido que pude, pero de forma más torpe que ahora. Al llegar a mi casa empecé a coger todas mis cosas, que no eran demasiadas la verdad, pero, antes de irme, tuve que ir a la habitación de mi padre y allí encontré un viejo baúl- ella sonrió-. Dentro había un pergamino en el que explicaba la existencia de un joven que acabaría con todo esto, un Elegido humano que sería transformado por la Buscadora.
-¿Tú eres la Buscadora?
-Claro, y tú el Elegido. Desde que me escapé, de eso ya hace casi 50 años, no he parado de buscar al chico del que hablaba ese pergamino, esa profecía dictada por una de los oráculos vampirescos más importantes- miró al chico una vez más-. Y por fin lo he encontrado.
-Yo no estoy tan seguro, soy un chico normal.
-Créeme Marc, eres más especial de lo que te crees.
-¡Joder, qué guapo! No sé como nunca me he fijada en él.
-Me alegro de que te guste, porque tu bonito culo pasará muchas horas metido en él.
-¿Es tuyo?
-¿No es obvio? Sino ya me dirás porqué nos íbamos a parar delante de un coche cualquiera- dicho lo cual entró en él y encendió el motor-. Marc, sube no tenemos tiempo que perder.
Él asintió y se subió al coche, una vez dentro, Erica empezó a conducir bastante rápido alejándose lo más deprisa que podía de aquel lugar. El chico tardó un buen rato en volver a hablar.
-Erica, ¿de quién escapamos?
-De él.
-¿Quién?- Preguntó siguiendo tan confuso como antes.
-El nuevo rey de los vampiros, el asesino de mi padre...
Marc la miró, era la primera vez desde que la conocía, aunque de eso hacía muy poco, que decía algo que tuviera que ver con su vida.
-¿Por qué mató a tu padre?
-Por ser un vampiro liberal. al igual que yo. Para el nuevo rey, que se hizo con el poder asesinando al antiguo y, sin duda, el mejor vampiro para liderarnos que ha existido jamás- apartó un momento la mirada de la carretera para sonreírle de forma amarga-, no estaba bien la forma de gobernar y cómo vivíamos hasta entonces los nuevos vampiros.
>>Mi padre era el guardaespaldas personal del antiguo rey. Yo solo era una aprendiz y no estaba en el castillo cuando murieron.
-Erica... -él apoyó su mano sobre el hombro de la chica.
-Cuando volví me encontré a mi padre muerto y a ese hijo de puta riéndose y gritando que me querían ver muerta. Yo me escapé de allí lo más rápido que pude, pero de forma más torpe que ahora. Al llegar a mi casa empecé a coger todas mis cosas, que no eran demasiadas la verdad, pero, antes de irme, tuve que ir a la habitación de mi padre y allí encontré un viejo baúl- ella sonrió-. Dentro había un pergamino en el que explicaba la existencia de un joven que acabaría con todo esto, un Elegido humano que sería transformado por la Buscadora.
-¿Tú eres la Buscadora?
-Claro, y tú el Elegido. Desde que me escapé, de eso ya hace casi 50 años, no he parado de buscar al chico del que hablaba ese pergamino, esa profecía dictada por una de los oráculos vampirescos más importantes- miró al chico una vez más-. Y por fin lo he encontrado.
-Yo no estoy tan seguro, soy un chico normal.
-Créeme Marc, eres más especial de lo que te crees.
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